Autoconciencia
Enviado por Valentina Alvarez • 19 de Septiembre de 2021 • Documentos de Investigación • 1.516 Palabras (7 Páginas) • 88 Visitas
AUTOCONCIENCIA
- La autoconciencia es la capacidad de mirar sabiamente hacia nuestro interior, una lectura cómplice de nuestras voluntades, nuestros sentimientos, nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestras inquietudes. La autoconciencia como pilar de la inteligencia emocional nos permite endulzar la percepción de nuestra individualidad en el momento presente, teniendo en cuenta el pasado que fuimos y el futuro que nos acompaña en forma de expectativas personales. La importancia de la autoconciencia o autopercepción radica en que es fundamental para modificar o redirigir aquellos aspectos de nuestra personalidad que pueden ser retocados o redirigidos.
El trabajo interior, esencial para nuestro bienestar.
Trabajando en la mejora de la conciencia de uno mismo y de la clarificación de nuestros pensamientos podemos lograr una mejora considerable. El proceso de reconocimiento de las emociones, exige realizar un nivel de autocrítica muy elevado que en muchas ocasiones necesita de un apoyo externo de un profesional que sepa guiarte en la búsqueda de tus propias emociones.
- Todas las personas tenemos un nivel de auto conciencia natural, que nos indica que nos gusta, que nos molesta, que nos entristece y que queremos lograr en la vida, pero en muchas ocasiones, ese nivel de auto conciencia es bajo o se encuentra circunstancialmente suprimido. Entre más profundo y amplio sea el nivel de auto conciencia que tiene un individuo, más control posee acerca de si mismo, aunque es una realidad que ninguna persona logra tener conciencia completa acerca de si misma ya que sus condiciones de la vida cambiarán, requiriendo que aprenda a pensar, sentir, comportarse y relacionarse de nuevas formas y de acuerdo a las demandas de sus nuevas circunstancias.
6 EMOCIONES BÁSICAS.
Asco, miedo, sorpresa, alegría, enfado y tristeza: son las 6 emociones básicas. O, dicho de otra forma, son los 6 colores de nuestra paleta, con los que somos capaces de pintar el resto de emociones complejas.
Seguro que las conoces, aunque probablemente nunca te las han presentado. No obstante, nos referimos a que seguro que las conoces porque las experimentaste antes de que alguien te dijera su nombre y te lo aprendieras. Si bien es algo que probablemente sucedió hace unos años, no siempre tenemos claro cómo se manifiestan estas emociones y cuál es su utilidad.
3. ¿Cómo me conozco a mí mismo?
Conseguir un profundo conocimiento de uno mismo no es sencillo, pero tampoco imposible. Se necesitan cierta capacidad de autocrítica que podemos basar en la consecución de estos objetivos:
1. Conocer qué tipo de emociones estás sintiendo y por qué las estás sintiendo.
Reconocer emociones básicas suele ser bastante sencillo, todos sabemos cuándo estamos tristes, alegres o sorprendidos. Sin embargo con esto no es suficiente, debemos esforzarnos en conocer los matices de las emociones ya que de las emociones básicas se derivan gran cantidad de emociones secundarias cada una con sus respectivos matices.
2. Relacionar la emoción con el comportamiento y el pensamiento.
Si no somos capaces de relacionar lo que estamos sintiendo con lo que estamos haciendo entraremos en un bucle de confusión mental y emocional que puede afectarnos tanto psíquicamente como físicamente. Las emociones están directamente relacionadas con el sistema nervioso, endocrino, muscular y por supuesto con nuestra expresión facial, movimientos corporales o nuestro tono de voz. Por ejemplo, cuando sentimos ira se acelera nuestro ritmo cardíaco con su repercusión en los instintos más impulsivos.
3. Percibir el modo en que tus sentimientos afectan a tu vida personal y laboral.
Otro de los objetivos del auto concienciación es percibir cómo están afectando a nuestro rendimiento personal nuestros pensamientos y emociones. Por ejemplo, darse cuenta de que cuando estamos enfadados baja nuestro rendimiento laboral o ser conscientes de que nuestros estados de ira afectan a nuestras relaciones interpersonales.
4. Ser consciente de tus valores y objetivos.
Llamamos valores a la manera de pensar y actuar que tiene cada persona directamente relacionados con la personalidad. Los valores se construyen a lo largo de la vida y pueden varias en función de determinas variables como la edad, el estatus social o el nivel económico. Reconocer los valores con los que nos regimos en nuestra vida es parte del proceso de toma de autoconciencia.
4. Escala de la Conciencia Emocional
El proceso por el que entendemos las emociones y aprendemos a gestionarlas fue definido por Claude Steiner (2011) mediante la escala de la conciencia emocional que se resumen en 7 etapas:
- Embotamiento emocional: en esta primera etapa la persona no parece sentir nada, aunque puede que los demás pueden percibir algo por las reacciones fisiológicas que comienzan a manifestarse en la persona. Por ejemplo, si alguien experimenta un estado de ansiedad comenzará a sudar o estará pálida, aunque aún no sepa qué le está pasando.
- Sensaciones físicas: la persona comienza a notar sus reacciones corporales, pero todavía no las asocia con una emoción concreta. Esta etapa y la anterior pueden dar lugar a situaciones de desconcierto ya que, al no percibir la propia emoción, la reacción puede no ser consecuente.
- Caos emocional: la persona percibe la emoción de forma consciente, pero la percibe únicamente como un alto nivel de energía que no se comprende ni se puede expresar con palabras.
- Diferenciación: la persona ya es consciente de las emociones básicas y de su intensidad.
- Causalidad: la persona comprende la causa de sus emociones y los acontecimientos que las desencadenan.
- Empatía: una vez superadas las fases anteriores, la persona es capaz de abrirse a los demás y comprenderlos.
- Interactividad: en el último nivel es capaz de intuir cómo interactúan las emociones en su relación con los demás y consigo mismo.
5. Como decía mi compañera, en muchas ocasiones necesitamos el apoyo de un profesional que brinde una guía para aclarar nuestras emociones.
Los psicólogos a menudo dividen la autoconciencia en dos tipos diferentes: público o privado.
Autoconocimiento público: este tipo surge cuando las personas son conscientes de cómo se muestran a los demás. La autoconciencia pública a menudo surge en situaciones en que las personas son el centro de atención, como cuando se da una presentación o charla a un grupo de amigos. Este tipo de autoconciencia, a menudo obliga a las personas a adherirse a las normas sociales. Cuando somos conscientes de que estamos siendo observados y evaluados, a menudo tratamos de comportarnos con maneras que son socialmente aceptables y deseables. En resumen, mostramos nuestro mejor comportamiento, el cual puede no ser un reflejo de nuestra verdadera personalidad. La autoconciencia pública también puede conducir a la “ansiedad debida a la evaluación” por la que la gente se angustia, se vuelve a ansiosa o se preocupa por la manera en que es percibida por los demás.
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