Caso clinico
Enviado por kevintairo • 2 de Septiembre de 2015 • Informe • 2.601 Palabras (11 Páginas) • 122 Visitas
CASO 1 : SMITH
FILIACIÓN:
- Nombre : Smith
- Sexo : Masculino
- Edad : 15 años
- Fecha de nacimiento : 21-03-98
- Lugar de nacimiento : Huaral
- Lugar de procedencia : Huaral
- Grado de instrucción : cursando 4to de secundaria
- Estado civil : Soltero
- Ocupación : estudiante
- Religión : católico
- Paciente: durante las entrevistas realizadas, el paciente se tapa la cara con la mano, manifiesta que no le gusta la luz, ya sea artificial o natural, respuestas escuetas, por momentos se queda callado y muestra fastidio. Además agrega “yo no sé qué hago acá yo no estoy enfermo”.
- Madre: brinda información, sin embargo hay fechas o datos de la infancia de S. que no recuerda claramente.
ENFERMEDAD:
Motivo de consulta: madre - “mi hijo se tapa el rostro, se está aislando, no sabemos qué hacer, ha descuidado sus estudios y su aseo”
Síntomas Principales: preocupación excesiva por las secuelas del acné, cubrirse la cara con las manos y/o cuadernos, bajo rendimiento escolar, aislamiento social, descuido de su higiene.
RELATO CRONOLÓGICO:
En enero de este año, S. comenzó a colocarse mascarillas en su rostro lo que antes no había realizado, era tres veces al día, antes de las comidas principales, lo usaba mientras comía, luego se enjuagaba con agua tibia, esto eran todos los días, cuando su madre le preguntaba acerca de este comportamiento, le decía “yo quiero ser más claro”; como continuaba con esta conducta su mamá le reclamaba en varias oportunidades, diciéndole “eres acaso homosexual para ponerte cosas en la cara”, y él respondía “yo soy hombre, mi amigo también lo hace”, según madre refiere ella creía que su hijo era homosexual, no encontraba otra explicación para lo que ella observaba, en otra oportunidad le dijo “tú eres gay o hombre, no me parece que sigas haciendo lo mismo, no entiendes”, a lo que él le respondió “si soy”. Al uso de las mascarillas de (palta, avena, clara de huevo, miel de abejas, sábila) se sumó el uso de vapores de agua hirviendo, donde ponía su rostro con una toalla encima, no estaba triste, pero si contestaba ante cualquier llamado de atención por parte de sus padres. La madre comienzan a notar otros cambios, se demoraba más bañándose, un día fisgoneo por la ventana y observo que hacia caer el agua de la ducha en su rostro por varios minutos y no se demoraba en el resto de su cuerpo. Cuando salía de la ducha su mamá observaba su cabello sucio y este le decía que no se lo lavaba pues así era más dócil y suave para poder hacerse sus peinados. Por esa época comenzó a pretender a una vecina y cuando se declaró ella le dijo “quiero conocerte un poco más”, pero cuando él llego a su casa manifestó “ella no me ha aceptado por el grano de mi rostro”, y mando a su hermana a que le preguntara a la joven cual había sido la razón por la cual no lo había aceptado.
A comienzos de clases (marzo 2013), continuo colocándose las mascarillas en su rostro, regresaba a su casa para almorzar y prefería irse a comer solo en su cuarto, diciendo “en mi cuarto estoy más tranquilo”, luego de almorzar regresaba a su colegio hasta las 6 pm, algunas veces se iba a las cabinas de internet, de dónde sacaba recetas para sus mascarillas, pidiendo los ingredientes a su papá, y él se los compraba pensando que era para su consumo. Salía por las noches a conversar con sus amigos del barrio, ya no se dedicaba a realizar sus tareas.
En abril, la madre comenzó a recibir quejas del colegio “lo notamos raro, se aísla, no quiere integrar los grupos, se tapa la cara con la mano, a veces con los cuadernos y/o libros”, se cubría el rostro con la chalina, no quería hacer educación física pues no quería que la luz solar le caiga al rostro, y en el salón tampoco quería que le llega la luz artificial, usaba capucha, paraba con la cabeza agachada, esto también comenzó a presentarlo en el hogar, pero este comportamiento era más en el colegio.
En mayo se sumó la queja de que no quería cortarse el cabello, refiere S. “quería tener mi cabello como los emo, solo el peinado”. En junio además de lo anterior, no hacia contacto visual cuando conversaba “no daba la cara cuando conversaba”, no quería salir a la tienda a atender a la clientela diciendo “no hay el producto” o “no está mi mamá”, en su cuarto estaba en la oscuridad, no quería que prendan la luz cuando su mamá ingresaba. Como tenían un solo televisor en el cuarto de la mamá, él miraba desde el pasadizo, y cuando su mamá lo invitaba a pasar, le pedía que apague la luz de su cuarto para ingresar. Con respecto a la salida con sus amigos del barrio cada vez era con menor frecuencia, pero cuando lo hacía no se cubría el rostro con ellos, pues según S. “era de noche y ahí no me miraban bien”.
En julio, lo llevaron a un dermatólogo, y le dijo “quiero ser más blanco, debe haber algún medicamento para eso”, lo reviso y le dijo que no necesitaba ninguna crema, y a la mamá le recomendó que lo lleve a un psiquiatra, S. manifiesto a su mamá “no le creo, si debe haber cremas”. Luego de ello comenzaba a quejarse de “tengo granos, esos granos me están dejando manchas en mi cara”, pero según madre eran algunos y muy pequeños, comenzando a utilizar cremas los cuales cogía de la tienda de su mamá (cremas de catálogo de belleza). Ese mismo mes luego que le cayó una pelota jugando fútbol, tuvo un rasguño en el rostro, comenzando a preocuparse “esta marca se va a quedar en mi cara”, continuó con el uso de mascarillas y los otros comportamientos ya mencionados.
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