Desarrollo cognitivo en la edad adulta y la vejez

                                       Desarrollo cognitivo en la edad adulta y la vejez

Vega, J., Bueno, B., & Buz, J.(1990).Desarrollo cognitivo en la edad adulta y la vejez. Síntesis psicología. Psicología evolutiva y de la educación. Editorial Síntesis, S.A.(P.pp545-565)

María Camila Nigrinis

El libro Desarrollo cognitivo en la edad adulta y la vejez está dirigido a un público académico enfocado en el área de la psicología en el desarrollo humano. El propósito de esta reseña es abordar la interrelación existente entre la edad cronológica del ser humano y el declive o incremento en sus capacidades cognitivas, en tanto las hipótesis actuales plantean que los procesos cognitivos se ven seriamente afectados conforme la edad cronológica del sujeto estudiado aumenta. El texto está estructurado en tres partes: la primera, describe los procesos sensoperceptivos y de ejecucion. La segunda, se centra en los procesos de filtro y almacenamiento. La tercera, da cuenta de los procesos superiores.

En primer lugar, tenemos los procesos sensoperceptivos y de ejecución, investigación muy pertinente, dado que nuestra capacidad para reaccionar e interactuar adecuadamente con el ambiente depende, en gran medida, de la habilidad que desarrollamos para detectar, interpretar y responder de forma apropiada a la información que llega a nuestros sentidos.

Con respecto a los procesos sensoriales, se observa un declive que no es alarmante ni muy significativo en algunos de los sentidos, sino normal en tanto no limita mucho las actividades normales de las personas. Por ejemplo, en relación con la vista, el ojo sufre una mayor opacidad en el humor vítreo a partir de la edad adulta, y esto provoca que las personas experimenten cierta dificultad para ver con niveles de luminosidad reducidos. Por esto, con iluminación diurna, el adulto puede realizar sin molestias mayores sus actividades cotidianas. A esto se suma el cambio en el perfil y el endurecimiento del lente del ojo, lo cual produce una reducción de la agudeza visual, y esto es lo que imposibilita enfocar objetos cercanos. En condiciones ideales, estos cambios son completamente normales en el proceso de envejecimiento, pero cuando estas condiciones cambian, esto puede traer patologías debidas a enfermedades como el glaucoma.

A diferencia de la vista, en cuanto al oído, los problemas de audición no se deben solamente al envejecimiento, sino también a factores ambientales que se hicieron presentes a lo largo de toda la vida de las personas. Además, los cambios funcionales en la audición suelen pasar más desapercibidos que en la visión, y algunos de ellos son irreversibles y completamente perjudiciales en cuanto a la interacción y la adaptación de la persona con su entorno. El más común de los problemas auditivos es la presbiacusia, y esta consiste en la pérdida de capacidad para oír sonidos de frecuencias altas. Las personas que lo padecen manifiestan una incapacidad para comprender lo que otros dicen (regresión fonética).

Referente al olfato y al gusto, en general, su pérdida y/o disminución es muy leve o nula, y no parece ser universal. Mientras que, en el tacto, su declive es significativo.

 Correspondiente al olfato, su pérdida suele asociarse a diferentes enfermedades, como el Parkinson y el Alzheimer. Esto afecta a la persona en tanto no percibe su olor corporal cuando este puede ser desagradable. En lo que respecta al gusto, el cambio en este es nulo en la vejez, y su declive se atribuye a la memoria con los sabores, más que a una incapacidad perceptual. Correspondiente al tacto, su pérdida es atribuida a la disminución en la cantidad de receptores y la sensibilidad individual, sin embargo, esta no interfiere en las capacidades para manipular, identificar o localizar objetos.

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