LA EDUCACIÓN EN COMPETENCIAS: “EDUCAR PARA LA VIDA”
Enviado por victoria sanchez vega • 16 de Enero de 2017 • Trabajo • 3.658 Palabras (15 Páginas) • 306 Visitas
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INTRODUCCIÓN:
Es evidente que estamos inmersos en un cambio educativo profundo, que conlleva realmente un cambio de paradigma. Como sabemos, los paradigmas no se sustituyen con facilidad, pero el anterior ha quedado ya atrás, de modo que quien no adapte éste a su quehacer diario quedará fuera del contexto aprender a aprender.
El nuevo paradigma debe manifestarse en el desempeño docente, sin dejar de lado el proceso de aprendizaje, de tal manera que el alumno con la guía y mediación del docente, pueda construir su propio conocimiento que lleve inmerso un aprendizaje significativo, el cual será aplicado a situaciones concretas de su vida.
Unido a lo antes expuesto, en este nuevo paradigma también debe cambiar la manera de evaluar a los alumnos, dejando atrás aquellos exámenes que se basaban únicamente en lo que el alumno sabía de memoria. De tal manera, la evaluación del nuevo paradigma debe encausar al alumno a desarrollar la habilidad creativa, en la cual los resultados del aprendizaje sean palpables en su vida cotidiana y trascendentes para su formación integral.
Es por eso que a continuación presento un portafolio que es resultado
LA EDUCACIÓN EN COMPETENCIAS: “EDUCAR PARA LA VIDA”
El presente ensayo pone de manifiesto una reflexión que he elaborado acerca del enfoque psicopedagógico de la educación basada en competencias y la finalidad ética inmersa en la formación de habilidades para la vida.
Puedo afirmar que la mayoría de los modelos, tendencias y reformas educativas que se han desarrollado al paso del tiempo han tenido como objetivo principal dar una respuesta a los cambios sociales, políticos y económicos que en su momento se presentan, así podemos destacar los esfuerzos importantes que se plantearon desde el siglo pasado para mejorar la forma en que la escuela, el elemento tradicionalmente más identificado con el contexto educativo, realizaba su tarea formadora. A lo largo de la historia de la educación se han instaurado diversos modelos pedagógicos y estrategias didácticas, hemos pasado del conductismo al constructivismo, de la didáctica tradicional a la didáctica crítica y participativa, e incluso hemos llegado a la llamada tecnología educativa. Si bien, es necesario aclarar que no en todas las instituciones educativas se ha llevado el mismo proceso, ya que en algunas se sigue educando bajo un enfoque tradicional en el cual el alumno se siente fuera del proceso de aprendizaje. Sin embargo, el resultado más importante de los cambios operados fue que la educación comenzó a concebirse más como un proceso centrado en el aprendizaje significativo de la persona y en la formación de habilidades para la vida (competencias), que como producto de la transmisión del conocimiento teórico.
Considero que en la actualidad, además del uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación, se tiene la necesidad de recuperar el carácter social, ético e idóneo de la educación; es decir, el principio de que se aprende con los demás, de los demás y para los demás con un claro fundamento y fin ético de crecimiento comunitario.
A partir de lo antes mencionado me surge la siguiente interrogante: ¿Qué se necesita para educar en competencias para la vida, sin dejar de lado la característica de idoneidad y ética educativa?
Para dar respuesta a la interrogante manifestada, puedo afirmar que en primer lugar implica recuperar, en la formación profesional, el desarrollo de una conciencia ética y compromiso social del docente, que se ha perdido en las últimas décadas, esto es, reivindicar el papel del profesor desde el punto de vista social y profesional de la docencia, en el cual el docente será un medio para guiar al alumno más que al saber teórico, al saber hacer y al saber ser, y dentro de este saber ser, considero que se forma el ser con y para los demás, incluyendo así la idoneidad de integración social y comunitaria de la educación.
Reflexionando sobre lo expuesto anteriormente, encontré la siguiente cita que me parece clara para ilustrar la finalidad de la educación basada en el enfoque de competencias: “…y no es que las competencias sean nuevas, no es un discurso pedagógico de hoy, este es un discurso que tiene ya bastantes décadas, en todas las particularidades y enfoques estamos tratando de lograr habilidades para la vida, solo que en algunas nos lo proponemos y en otras no, y los estímulos que ponemos en el cajón son los que definen el enfoque, por ejemplo el enfoque conductual se centra en competencias como comportamientos mecánicos, en la mente de cada maestro está el límite y el universo de cada desempeño, no en la mente de cada niño…” (González, 2009), en este texto se presenta también el enfoque ético que debe fundamentar la labor docente, junto con la responsabilidad del profesor de motivar al alumno a buscar su mejor desarrollo, creando así la convicción de que es el actor principal en el proceso enseñanza – aprendizaje. Estoy convencida de que toda persona que se considera actor principal de su propio aprendizaje, ha adquirido ya una habilidad para la vida que podemos denominar: ser autodidacta. Y así es como doy una segunda respuesta a la interrogante planteada. El enfoque curricular basado en el aprendizaje por competencias se preocupa por que el estudiante logre la independencia del docente, ya que propone que el responsable del aprendizaje sea el alumno (la metacognición: aprender a aprender) por lo que el maestro como mediador tiene que contar con estrategias de aprendizaje (enseñar a aprender), lo cual supone que el fin último es lograr la toma de decisiones de lo que tiene que aprender el estudiante, posibilitándolo con esto a alcanzar su autonomía. Así se llega a una integración educativa que a su vez es una integración social, que tiene como principio lograr la autonomía de los estudiantes, en términos de valerse por sí mismos.
Quiero concluir enumerando las consideraciones que después de esta reflexión estoy convencida de que deben tomarse en cuenta en el proceso de enseñanza – aprendizaje basado en competencias:
- Es necesario conocer el contexto de los alumnos para brindar respuestas a sus necesidades, sólo así el proceso educativo será idóneo.
- El desarrollar una estrategia que brinde una respuesta a las necesidades de cada alumno no es tarea fácil al tener que lograr una armonía entre el desarrollo de las capacidades que se esperan de todos los alumnos y los ajustes necesarios acordes a las características individuales de cada alumno para brindar una oferta educativa eficaz.
- Orientar cada competencia, hacia “competencias para la vida”, dándole una definición, clara, sencilla y aplicable; dirigida a cubrir ámbitos de vida de la persona.
- Orientar éticamente el desarrollo de competencias para la vida, en las cuales estará inmerso el saber ser y el ser para los demás, guiando así al desarrollo social.
Con las aseveraciones dadas se sintetiza, desde mi perspectiva, la tarea docente desde el enfoque basado en competencias.
Referencias Bibliográficas:
Maldonado, Miguel Ángel, 2006, Competencias, método y genealogía. Pedagogía y didáctica del trabajo. Colombia, Ediciones ECOE, Primera Edición.
“Aprendizaje por competencias: un modelo a debatir”. Documento de trabajo de Concejo Educativo de Castilla y León. Movimiento de Renovación Pedagógica. Publicado en España por el Concejo, 7 de octubre de 2007.
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