LA ENTREVISTA PSICOTERAPÉUTICA BREVE INTEGRATIVA

LA ENTREVISTA PSICOTERAPÉUTICA BREVE INTEGRATIVA

Una buena entrevista psicoterapéutica, requiere, primeramente de la actitud de querer estar con el otro desde una posición aceptante, respetuosa y con la consciencia de que ese otro es una persona, un ser en construcción, que tiene los recursos que necesita a cada momento y que por lo tanto puede lograr el cambio que desea; de igual manera, se requieren diversas estrategias que deberán aprenderse conscientemente, para luego depositarlas en el bagaje inconsciente, para que desde ahí operen con efectividad y faciliten el encuentro.

La entrevista psicológica es en esencia un encuentro de dos individualidades, de dos misterios que se cruzan en el tiempo. Uno explorando, sumergiéndose en sus síntomas, encontrándose con ellos de manera aceptante, para desde ahí lograr lo que se desea. Otro con el rol de psicoterapeuta esforzándose por comprender el mapa de su PPC, intentando despojarse de su telaraña teórica; paradójicamente, al mismo tiempo, apoyándose en ella para diagnosticar para sí, y con ella diseñar e implementar una intervención.

Así que, como terapeuta me dispongo a ello, me esfuerzo para despojarme de mis prejuicios, de mi rigidez, de mis experiencias pasadas…, con el único propósito de estar libre y dispuesto para estar contigo, mi cliente.

Sin embargo, que curioso, aún cuando deseo despojarme de todo mi marco teórico, éste permanece, ahí está, agazapado, listo y dispuesto para auxiliarme en cualquier momento.

Y es que, si de buenas a primeras iniciamos, tratando de aplicar los marcos teóricos adquiridos en nuestra formación, surge una tendencia a que rigidicemos el encuentro; con el riesgo de conducir a nuestro cliente hacia donde nosotros deseamos o consideramos le conviene y no hacia donde él desea llegar.

Ahora bien, se antoja la pregunta: ¿conviene siempre ceder el control para que el cliente sea quien determine lo que desea? ¿Aún cuando como profesionales veamos elementos más profundos a atender en el caso?

 Ante ésta situación que en ocasiones se nos presenta, considero que conviene atender a nuestra sabiduría orgánica y dar a conocer, de forma ética la percepción que se está teniendo de su caso al cliente, invitándole a que atienda, si es que lo desea, un escenario que puede ser más amplio y profundo o simplemente prioritario a nuestro criterio, ya que en muchas ocasiones el objetivo real se encuentra enmascarado.

La entrevista psicológica; se compone, primeramente, de una adecuada comprensión del caso, para posteriormente realizar una adecuada especificación del objetivo y luego realizar una adecuada intervención; todo ello sustentado en un profundo conocimiento y una suficiente práctica de los instrumentos comunicacionales, tanto verbales como no verbales; a fin de cuentas la entrevista y en sí, todo el trabajo psicoterapéutico no es otra cosa que un ejercicio comunicacional de calidad que tiene como objetivo, el logro de los objetivos del cliente.

Es por ello que, teniendo como eje central a la comunicación plateemos el recorrido de una entrevista:

• Recepción
• Fase social

• Orientación – encuadre a resultados

• ¿Qué desea?
• ¿En qué podré ayudarle?
• ¿En qué puedo apoyarle?

Permitir la descripción de la situación haciendo uso de: reflejos empáticos, escucha activa, parafraseo…

Pasada la etapa descriptiva de la situación actual, conviene se interrogue sobre posibles excepciones sobre el caso, así como las soluciones intentadas.

Tanto las excepciones como las soluciones intentadas nos permiten tener claridad y rumbo en relación a lo que se desea. Las excepciones nos permiten re encuadrar la situación que se nos presenta en un sentido de logro; en las excepciones podemos encontrar la fórmula de cómo le hace el cliente para lograr lo que desea, aún cuando sea en breves espacios; si tenemos esta información podremos llevar la estrategia que nuestro cliente ya usa a otras áreas de su vida.

En fase posterior pasamos a la especificación del objetivo y de la meta mínima.

En primera o segunda cita podemos generar un espacio de charla social; un poco de escucha activa sobre los intereses de nuestro cliente, el hablar sobre sus intereses y gustos nos será siempre de utilidad al momento de intervenir o bien al momento de conectarnos a su mapa de mundo o también cuando se requiera usar el lenguaje metafórico.

Una vez recorrido el anterior proceso; si es primera entrevista, conviene realizar el encuadre formal del proceso psicoterapéutico.

Duración: máximo 12 sesiones

Formalidad en citas: avisar 24 horas antes o 50% de penalización.

Honorarios: ¿?

Conclusión de la psicoterapia: (en conjunto, no abandono)

Convine dejar tarea de una sesión a otra, envia un mensaje de que la terapia continúa en la semana y que esta no se circunscribe a una hora, de igual forma, la terapia se profundiza con la tarea y el vínculo de permanencia se fortalece.

Sobre la comunicación en la psicoterapia.

La consulta psicológica podría ser descrita como el santuario de la comunicación donde se privilegia la escucha.

La entrevista es un ejercicio de comunicación especializada.

Así que como especialistas nos disponemos a ella; agudizamos nuestros sentidos disponiéndonos a realizar nuestra mejor escucha, atendiendo tanto a los mensajes verbales como no verbales.

Privilegiar la escucha es en sí una forma de intervenir efectivamente.

Durante las faces, social, descripción del caso y posteriores interacción durante la duración del proceso terapéutico deberemos mantener la práctica de la escucha activa.

Pero… ¿En qué consiste la escucha activa?

Se entiende por escucha activa a la formulación de preguntas abiertas sobre el tema que se nos presenta. Una pregunta abierta bien formulada nos permitirá conocer los detalles del caso, nos permite relacionar el caso con otra área de la vida de la persona.

El uso de preguntas abiertas nos permite la profundización de la narración que se hace.

Cuando  no conocemos el significado que una palabra tiene podemos preguntar ¿qué significa esto para Tí? ¿Cómo es eso para ti? De esta forma estamos conociendo la estructura profunda del lenguaje de superficie que nuestro c-p está usando. De esta forma la escucha activa se vincula con el metamodelo de la comunicación que nos ofrece la PNL.

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