La inteligencia emocional como factor clave en la vida social, académica y laboral

“La inteligencia emocional como factor clave en la vida social, académica y laboral”

Autor: Martin Mauricio Gómez Jiménez

“El conocimiento de uno mismo, es decir, la capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento en que aparece, constituye la piedra angular de la inteligencia emocional”.

Daniel Goleman

Introducción

El presente ensayo pretende abordar reflexiones relacionados a la inteligencia emocional, las habilidades socioemocionales y la relacion fundamental que existe entre la inteligencia emocional y el coeficiente intelectual. La inteligencia aborda desde años anteriores la importancia de una clasificación humana, en donde la inteligencia era tomada como la clave del éxito de las personas, si bien este paradigma nos indica que ser una persona inteligente te nutre de herramientas para enfrentar la vida cotidiana, en la actualidad se ha sobrevalorado la etiqueta de la inteligencia llevándonos a cambiar nuestro manera de pensar con relación al contexto de ser inteligente; ser inteligente no solo se basa en el contexto de tener un coeficiente intelectual alto, sino que va más allá de una simple teoría cualitativa que nos brinda la apertura de ideas nuevas hacia los conocimientos; si bien la inteligencia ha evolucionado hoy en día ya no es un factor epatante para las nuevas investigaciones. Esta evolución que se ha dado con respecto a la inteligencia nos lleva a sembrar un nuevo modelo sobre la importancia que tiene la inteligencia y las emociones, como consecuencia nos lleva a hablar sobre la inteligencia emocional; conocer tus emociones y poder controlarlas, así como entender las emociones de los demás es como podemos aludir que somos emocionalmente inteligentes, sin embargo, debemos tomar como punto importante la educación de la inteligencia emocional, las formas o estrategias que se pueden implementar para crear personas emocionalmente inteligentes, la inteligencia emocional se educa desde la niñez, cuando intentamos calmar las emociones de un niño lo ayudamos ‘inconscientemente’ a regular sus emociones sin tener un amplio panorama sobre la educación emocional, esto a su vez ayuda a crear fuertes capacidades socioemocionales que pueden ayudar al individuo a encontrar mejores formas de comunicarse, de ser empáticos, entender y sentir las emociones, desarrollar capacidades sociales y tomar decisiones de manera responsable. La educación sin duda funge como pieza clave en el desarrollo intelectual de las personas, pero debemos tomar en consideración la importancia que tiene el desarrollo de las habilidades socioemocionales o blandas para crear personas que no solo puedan desarrollar capacidades sociales sino también tengan las capacidades de trabajar en equipo, que se orienten hacia los resultados y sean flexibles en sus relaciones personales. Las habilidades duras pueden crear las oportunidades en métodos de defensa del conocimiento, pero son las habilidades blandas las que crearan un equilibrio en nuestras decisiones y comportamiento hacia el mundo globalizado que actualmente se vive. Las grandes organizaciones demandan competencias socioemocionales que ayudan a alcanzar los objetivos, es por ello que la educación debe darle la importancia necesaria a la infusión de estas habilidades, que, si bien no se han implementado, hoy en día se demuestra que son pieza clave al momento de enfrentar al mundo social y laboral. No basta con ser intelectualmente inteligentes, es importante encontrar ese equilibrio con nuestras emociones para poder crear oportunidades de éxito.

Palabras clave: inteligencia, inteligencia emocional, capacidades socioemocionales, habilidades blandas, capacidades cognitivas.

Desarrollo

La inteligencia nos acerca a un modelo para ser personas capaces de darle solución a los problemas que se nos presentan en nuestro ciclo de vida, para Sternberg, ‘la inteligencia es un conjunto de habilidades de pensamiento y aprendizaje que nos sirven para solucionar problemas de la vida real o académica y que pueden analizarse por separado’ (citado por Dueñas, 2022). La inteligencia, en un contexto individual, pierde sentido cuando percibimos que para solucionar problemas de la vida real o académica no basta con desarrollar habilidades cognitivas, sino que el enfoque va más allá de una percepción intelectual del propio individuo. Si hablamos desde un paradigma experimental, en donde los conocimientos que obtenemos lo hacemos desde la vivencia de situaciones que fortalecen nuestra inteligencia, esto no forma un cimiento solido que nos garantice un éxito en nuestra vida real o académica. Según Fernández y Extremera (2002) la inteligencia no garantiza el éxito en nuestra vida cotidiana. La inteligencia no facilita la felicidad ni con nuestra pareja, ni con nuestros hijos, ni que tengamos más y mejores amigos. El coeficiente intelectual de las personas no contribuye a nuestro equilibrio emocional ni a nuestra salud mental.

Las experiencias de los últimos años ha llevado a reafirmar que la capacidad intelectual no forma personas exitosas, que existe un factor que, aunado a la inteligencia ha creado un fuerte lazo para la formación del éxito personal, al referirnos a ese factor nos adentramos al mundo de las emociones que son la llave hacia la mejora de las relaciones intra e interpersonales de las personas, las emociones juegan un papel importante en nuestras decisiones, nos ayudan a encontrar un equilibrio entre nuestra capacidad intelectual y nuestra capacidad socioemocional, nos hace ser personas mas fuertes, con la habilidad de crear vínculos entre los demás, mejorar la comunicación, tomar decisiones asertivas, ser más empáticos con los demás, trabajar en equipo, resolver conflictos, enfrentar dificultades, manejar la incertidumbre y generar automotivación.

Goleman define la inteligencia emocional como ‘‘la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos’’ (citado por Bello et al 2010). Ser emocionalmente inteligente implica distintas dimensiones tales como el autoconocimiento, el cual se refiere al conocimiento de nuestras propias emociones; el autocontrol, el cual hace referencia al control de las emociones perturbadoras; automotivación, nos ayuda a ordenar las emociones; empatía, colocarse en la situación de la otra persona y tener conciencia de que algo similar nos puede ocurrir; y el manejo de las relaciones, se refiere a manejar de forma correcta nuestras emociones y mejorar la relacion con los demás. La inteligencia emocional juega un papel importante en el desarrollo de nuestras habilidades duras, para una persona tener un alto coeficiente intelectual no es suficiente si desconoce lo que debe hacer con esas competencias que se obtienen en la formación profesional, la inteligencia emocional nos ofrece una oportunidad para aprovechar nuestras habilidades duras, el conocimiento y experiencia sin el control de nuestras emociones no fomentan un estado sólido hacia el éxito social o académico.

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