La represion

A finales del siglo XVII, en investigaciones de Freud, surge la represión, proceso que ayudará al posterior entendimiento del psicoanálisis, pues ya no se habla de catarsis.  La represión, hace referencia al yo que se retira de la moción pulsional chocante tras el primer encuentro, por lo que bloquea el acceso a la conciencia presentándose como un mecanismo de defensa ante los recuerdos de situaciones traumáticas del sujeto.

Sin embargo, ¿el mecanismo psíquico de represión sirve realmente como un método de defensa  a nuestros traumas?

El presente ensayo, tiene por objetivo responder dicha interrogante basándose en el trabajo e investigación de Freud sobre los traumas reprimidos y cómo estos podrían afectar ya sea positiva o negativamente al sujeto a corto y a largo plazo.

Además se integrarán conceptos como histeria, fobia y obsesión, los cuales tienen estrecha relación con el reprimir situaciones que han sido traumáticas para el sujeto.

A lo largo de la historia se ha estudiado el concepto de represión como un mecanismo psíquico de defensa hacia un evento traumático, pero ¿realmente es una solución? Si un ser humano vivencia un suceso que de alguna forma le cause un shock emocional y en el momento su reacción se ve interrumpida el efecto originario se conserva en el “inconsciente” a lo largo del tiempo, mientras el humano no pueda aligerarse del aumento de estímulo mediante la “abreacción” se está dando la posibilidad de que se vuelva un trauma psíquico al reanimar ese recuerdo.

En base al mecanismo de defensa psíquico de la represión, posteriormente aparece la neuropsicosis de defensa. La cual integra a la histeria y las representaciones obsesivas. De esta forma, la represión psíquica si bien puede generar una calma momentánea de la angustia, del displacer, entre otros, es solo momentánea y desencadenaría en una futura histeria y obsesiones.

Aquí se puede hacer referencia al estudio de una niña que había sido abusada sexualmente por su hermano, quien había sido abusado anteriormente por su primo y este último abusado por una mujer mayor. La niña luego presentó histeria y el hermano obsesión. Este ataque sexual ocurrido en la niñez temprana no generó un efecto traumático en la vivencia misma, pues podían reprimirla siendo niños, pero sí dejaría efectos traumáticos a largo plazo cuando la vivencia se reanimara a medida que los individuos ingresaran a la madurez sexual.

Sin embargo, así como la histeria y obsesión, las fobias también pueden aparecer luego de cierta represión en el individuo, como lo fue el caso de Anna O, quien desarrolló hidrofobia al ver a un perro tomando  de un vaso de agua, esto le generaría un trauma que reprimió, que no exteriorizó y acompañado de situaciones pasadas, terminaría en una fobia que no le permitió beber ni comer durante un tiempo.

La  solución que encontraron luego de abandonar la hipnosis, es el método catártico: dirigían la atención del enfermo directamente a la escena traumática en que el síntoma se había engendrado, convocando al mismo tiempo el afecto acompañante; es decir el enfermo expresaba en palabras el afecto, sólo de esta manera desaparecían los síntomas.

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