Represion

REPRESIÓN

Mecanismo de defensa del yo por excelencia. Freud en un principio lo llamó «defensa»; en 1915 en su célebre artículo metapsicológico La represión, se consolidó el nombre de «re¬presión» que venía usándose sin una precisa descripción metapsicológica desde 1900, y en 1925 en Inhibición, síntoma y angustia consideró, aunque sin demasiado éxito dentro del psicoanálisis freudiano, que la represión era uno más entre los mecanismos de defensa del yo ante la angustia señal , el corres¬pondiente a la histeria de conversión, y cuyo status era el mismo de otros como el aislamiento, la anulación, desmentida , la escisión del yo, etcétera.

«Represión» tiene un sentido amplio y uno lato.

El sentido amplio es cuando toma las características de una forma de defensa yoica. Lo común a cada represión es la sustracción de la investidura libidinal a la representación.

Cuando lo desinvestido es la representación-palabra Prec, se impide el acceso a la consciencia de la representación-cosa Inc. Esta última queda investida en el Inc. y pugna por retornar desde ahí; si lo consigue merced a formaciones sustitutivas surgen las neurosis de transferencia, las que fueron el objeto tradicional de estudio del psicoanálisis.

También caracteriza a la represión un mecanismo que com¬plementa al anterior: el de la contrainvestidura, único de la así llamada represión primaria y refuerzo de la desinvestidura Prec en la represión secundaria.

Complica el panorama el hecho de que Freud también en 1911 en Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográficamente (Schreber), llama represión a la desinvestidura de la represen-tación-cosa, y no tanto si lo tomamos en este sentido amplio del término, como una forma de defensa extrema de un aparato psíquico que está siendo arrollado por la pulsión y a la que no alcanza con desinvestirle las palabras, pues el punto de fija¬ción es el del narcisismo regresando desde la libido homo¬sexual sublimada, por lo tanto con desinvestidura del deseo lnc del objeto y su reemplazo por la sobreinvestidura del yo herido.

En ese sentido amplio podemos hablar de represión hasta en las psicosis paranoicas.

No en el restringido, pues en éste deberíamos permanecer en la desinvestidura Prec y el mantenimiento de la investidura Inc.

En 1925, decíamos, vuelve al concepto amplio de defensa, pero habiendo desarrollado previamente la conceptualización en una forma tan compleja de la represión, que es difícil para los psicoanalistas circunscribirlo así sin más, pasar a considerarlo un mecanismo de defensa más y no el modelo general de todo mecanismo defensivo.

Se entiende que existen diferencias entre las diversas mane¬ras de defenderse del yo ante las angustias señales, cuyo para¬digma es la angustia de castración.

No es

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