ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Limitaciones en el ejercicio de la sexualidad del adulto mayor.

Ricardo J Pérez ReyesEnsayo28 de Noviembre de 2015

2.510 Palabras (11 Páginas)244 Visitas

Página 1 de 11

CENTRO INTEGRAL DE SEXUALIDAD Y EDUCACIÓN SEXUAL “CISES”

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN SEXUAL

Limitaciones en el ejercicio de la sexualidad del adulto mayor.

Por

Ricardo de Jesús Pérez Reyes

LIMITACIONES EN EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD DEL ADULTO MAYOR.

       La no visibilidad de la sexualidad en adultos mayores por parte de la sociedad, asocia al adulto y adulta mayor como seres asexuados, ignorando sus emociones y llevándolos a la marginación, a la soledad y a una pobre calidad de vida humana. No obstante, la mayor parte de nosotros creemos con conocimientos limitados qué podemos prever cuando nuestros cuerpos alcancen la madurez biológica y qué esperamos a enfrentarnos en sentido emocional con estos cambios. Por esto y en virtud de la importancia demográfica y social de la población adulta mayor y la importancia que la sexualidad tiene para la calidad de vida de las personas, se quiere explorar y conocer las conductas sexuales y comportamientos de las personas mayores de acuerdo a sus propias percepciones, experiencias y sentimientos y a la vez conocer el grado de influencia que tiene la sociedad sobre el ejercicio de la sexualidad en este grupo. A la vez se abre una puerta al conocimiento incorporando la atención de las personas mayores, teniendo como función principal la aceptación del envejecimiento y la disminución de los temores en el plano sexual.

En una sociedad que está envejeciendo progresivamente, la sexualidad debería permanecer en una dimensión afectiva, sentimental y relacional durante todo el curso de la existencia, en el respeto del cuerpo y a los aspectos peculiares presentes en cada fase de la vida.

A continuación comenzaremos a ver las limitaciones más comunes sobre las dificultades que encuentran los adultos mayores en el campo de la sexualidad enfrentándose  a relaciones de diferente índole, donde la sexualidad juega un papel importante en la efectividad de las relaciones, basándonos en que la sexualidad es un proceso fundamental en el envejecimiento activo, porque del adecuado manejo de la misma potencializan los factores protectores de las personas.

La sexualidad en la vejez existe. Cada vez se subrayan más los beneficios que reporta al estado de salud, bienestar y satisfacción general del anciano (Buder y Lewis, 1986). .

Tradicionalmente la sociedad ha alimentado una serie de tabúes y estereotipos negativos acerca de la sexualidad en la vejez, que han hecho muy difícil un estudio serio sobre el tema, lo cual queda reflejado en el escaso número de investigaciones que existen y las dificultades conceptuales y metodológicas que implican. Hoy en día podemos afirmar que la sexualidad en la vejez debe ser enmarcada dentro de la estrecha relación que existe entre aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Los cambios fisiológicos en el anciano, que sirvieron erróneamente de excusa y barrera para negar su actividad sexual, en la actualidad son algo bien conocido, concluyendo que a pesar de las limitaciones que pueden imponer en algunos aspectos, permiten la actividad y la satisfacción sexual en la vejez.

Esto nos lleva a enfocar la sexualidad desde otra perspectiva, pasando del «modelo de sexualidad basado en el joven» donde se igualaba sexualidad con coitalidad (y en el que no había cabida para el anciano), a un modelo más permisivo y real que la identifica con placer sexual, y en el cual las posibilidades de manifestación y actividad son inmensas -abrazos, besos, sexo oral, etc.- (Gochros y Fisher, 1980; Hite, 1976).

El estudio de los aspectos psicológicos, sociales, demográficos y patológicos que afectan a la actividad y el interés sexual, nos aportan las claves para entender por qué se ha negado esa sexualidad y qué efectos han tenido en otras áreas de la vida del anciano.

Aclarar lo que la sexualidad ha sido, es y puede ser en la vejez, obedece a una intención que los profesionales, investigadores y en general toda la sociedad deben hacer realidad, ya que a todos nos afecta.

Por otra parte, el cambio de actitudes hacia una sociedad más permisiva está propiciando que los estudios sobre sexualidad sean más. numerosos, lo que sin duda contribuirá a favorecer el desarrollo y la optimización de las posibilidades de los ancianos en el ámbito de las relaciones sexuales, programas educativos, de intervención y sobre todo a darnos pautas de cómo enfocar nuevos problemas derivados de esa mayoi-libertad y del progresivo crecimiento de la población anciana en nuestra sociedad (Starr, 1985).

Efectos del envejecimiento en el hombre y la mujer

• Nuestra sociedad en general y la familia de manera particular, le ponen fecha de caducidad o fecha de vencimiento a la sexualidad del hombre y la mujer mayores.

• Su sexualidad es considerada como fuera de uso o decadente, manejando su expresión como “conductas mal vistas”, porque los medios de comunicación y el imaginario social sólo permiten el erotismo en sujetos jóvenes, fuertes, sanos y de un gran atractivo físico.

• El potencial para sentir placer erótico comenzaría con el nacimiento y no debiera extinguirse hasta la muerte, así esta sobrevenga a edades avanzadas tanto en el hombre como en la mujer. Esto sólo se puede lograr con el conocimiento pleno de los cambios que produce la edad sobre la función sexual de hombres y mujeres.

El proceso de envejecimiento determina alteraciones en la actividad sexual de las personas añosas. La capacidad sexual, así como el desempeño sexual en el añoso, varía mucho de un individuo a otro y, en un mismo individuo en las distintas etapas de la vida.

La capacidad y el desempeño sexual son influenciados por: el propio efecto del envejecimiento, las enfermedades físicas, factores psicológicos e imperativos socioculturales y familiares a los que están expuestos tanto hombres como mujeres de edad avanzada.

Efectos del envejecimiento sobre la sexualidad

Desde el punto de vista sexual, en el proceso del envejecimiento influyen dos aspectos claramente definidos: por un lado la sexualidad biológica, anatomo-fi siológica y por el otro lado el erotismo socio-cultural.

El primer punto siempre es bien estudiado, pero el segundo muy pocas veces es tenido en cuenta.

En nuestra cultura occidental, y en buenas condiciones de salud, las modifi caciones de la sexualidad determinadas por la edad se agrupan en 2 grandes niveles:

• Anatomico-fisiológico

• Psico-socio-cultural

Alteraciones anatomo-fisiológicas

En la respuesta extragenital se destacan dos aspectos:

• Las modificaciones vasocongestivas disminuyen progresivamente de intensidad. Prácticamente no se observa el rubor sexual ni tampoco las alteraciones mamarias, como el aumento de tamaño y de la tumescencia y

• La miotonía también sufre modifi caciones notables, la tensión muscular decrece en todo el organismo y el espasmo carpo-pedal rara vez es observado. Sin embargo, se conserva la pseudo erección del pezón tanto en el hombre como en la mujer. Es frecuente que la mujer presente tumescencia areolar de una mama y no de la otra, cosa que es excepcional en jóvenes.

La edad no desexualiza al ser humano. La edad no le da una jubilación sexual ni al hombre ni a la mujer.

Si conocemos todos los cambios anatomo-fi siológicos y los aceptamos, el erotismo no debería cambiar.

Keneth Cooper, el famoso creador del aerobismo, sintetizó sus hallazgos en la frase “úsalo o piérdelo”. Dicho en forma bien clara: la función hace al órgano y el ejercicio hace a la función. O sea, la función y el órgano se pierden sino se usan, sino se ejercitan. Naturalmente, Keneth se refería al corazón; pero lo mismo que pasa con el corazón, pasa con la función sexual y con los órganos genitales.

Masters y Johnson afirmaban que el sedentarismo sexual y erótico produce los mismos trastornos en la función sexual y erótica que el sedentarismo corporal produce en las coronarias y el corazón.

Gomensoro y Lutz señalan la importancia de ejercitar el corazón y el sexo regularmente a lo largo de toda la vida; lo cual no quiere decir que podamos seguir haciendo deportes o seguir haciendo el amor a los 70 u 80 años igual que a los 20. El envejecimiento es un hecho biológico inevitable e imposible de detener. El tema no es como evitarlo, sino cómo evitar el envejecimiento prematuro por abandono del ejercicio, aprendiendo a hacer ejercicio de otra manera.

La mayor diferencia en la respuesta sexual de hombres jóvenes y añosos está en la duración de cada fase.

En el joven la erección es inmediata, la penetración es precoz, la eyaculación es rápida y la detumescencia es lenta.

En el adulto mayor es exactamente al revés: la erección, la penetración y la eyaculación son lentas y la detumescencia es muy rápida.

El adulto mayor tiene menos necesidad de eyacular que el joven, ya que el propio orgasmo tiene menos importancia.

Alteraciones genitales en el hombre

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (17 Kb) pdf (120 Kb) docx (20 Kb)
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com