Psicologia de la conducta

El concepto de la conducta ha sido discutido por varios autores. En el comienzo han llamado a la conducta solamente a los fenómenos observables.

La palabra “conducta” es latina, y significa “conducida”, es decir, que todas las manifestaciones comprendidas en el termino de conducta son acciones guiadas por algo fuera de las mismas: por la mente. Así, adoptamos el concepto de Lagache, definiéndola como “el conjunto de operaciones (fisiológicas, motrices, verbales, mentales) por las cuales un organismo en situaciones reduce las tenciones que lo motivan y realiza sus posibilidades”.

Todos los campos fisiológicos han estudiado la conducta como fenómeno central y dentro de la conducta tres áreas: área de la mente, área del cuerpo y área del mundo externo. Estas tres son coexistentes, es decir, que no puede darse un fenómeno que aparezca en cualquiera de las tres áreas sin que implique necesariamente a las otras dos. Esta triple manifestación tiene un predominio relativo en alguna de ellas, que es lo que nos permite calificar, (por Ej.) una conducta mental, pero digo que es relativo porque puede alternar o suceder a otra. Por otra parte, el predominio también puede ser permanente cuando las otras dos están muy poco desarrolladas o no emplean el área de expresión de la conducta.

La conducta se manifiesta dentro de una unidad que es el centro de estudio de la psicología: la personalidad. Esta última es la forma habitual de conducirnos; pero, a su vez la personalidad es dinámica, sometida a cambios muy variables.

La personalidad esta dada por el conjunto organizado por la totalidad de conductas.

Existe una división de la personalidad. Quien la hizo fue Freud y consistía en tres sectores: Yo, Súper Yo y Ello., El primero es quien decide, mientras que el segundo contiene la normativa y el tercero el impulso o motivación. Este aparato mental incorpora Roles que estructuran identificaciones y conductas coherentes entre si y en relación a pautas y normas sociales.

La división del yo y Súper yo, sustituye la división formal en tres sectores: intelecto, efecto y voluntad. Intelecto es todo lo realizado en forma simbólica, el efecto una conducta con experiencia en el mundo exterior.

La personalidad se asienta sobre un trípode formado por tres componentes. El primero es la Constitución: esta dada por las características somáticas, físicas más básicas y permanentes, fundamentalmente de la herencia biológica pero no esta libre de influencia externa. El segundo componente es el temperamento, o sea las características afectivas más estables. Y el último el carácter. Este tercer componente esta dado por las pautas de conducta más habituales o persistentes, con influencia predominante del medio ambiente.

Por último lo que me resta mencionar es la finalidad de la conducta. Esta es la descarga de la tensión. Toda conducta tiene, entre sus cualidades,

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