Transferencia

TRANSFERENCIA

El tema que elegí para el final es sobre transferencia porque me parece muy interesante, dado que, es preciso saber acerca de este concepto en psicoanálisis, ya que es esperable que se de en toda práctica-situación analítica. Además, teniendo en cuenta como eje central a Lacan, en su teoría, es uno de los cuatro conceptos fundamentales que propone.

Es así que, para comenzar, en primer lugar tome de referencia dos capítulos del texto “Recorrido a Lacan”, de Miller.

En el capítulo “la transferencia de Freud a Lacan”, Miller, empieza resaltando que, la transferencia es el “modus operandi del psicoanálisis, el resorte mismo de la cura, su motor terapéutico” (pág. 59), lo cual podría indicar que refiere a que no hay psicoanálisis sin transferencia, es decir, es una herramienta mediante la cual se lleva adelante el análisis, por lo cual, mediante y/o gracias a la transferencia la cura progresa y el sujeto va curando sus síntomas.

Miller, también menciona que considerando los textos de Freud, se pueden distinguir tres formas de transferencia: se identifica con la resistencia, con la función de repetición y con la sugestión.

Por esta razón, tome de referencia algunos textos de Freud, haciendo hincapié solamente en algunas puntualizaciones, para hacer una diferenciación respecto a lo que Lacan propone de la transferencia.

Primero, me voy a remitir al texto de Freud “Sobre dinámica de la transferencia” de 1912; en donde, Freud, hace algunas puntualizaciones con el fin de que se comprenda como se produce la transferencia en lo que respecta a una cura psicoanalítica.

De esta manera, aclara que todo ser humano, por un conjunto de factores –ya sean innatos o por influjos recibidos en la infancia- adquiere una especificidad determinada para el ejercicio de su vida amorosa, es decir, como un modo de relacionarse o vincularse con otras personas, en el plano amoroso. Y, en consecuencia, Freud dice que eso produce como una especie de cliché, o varios, que se repiten –de manera regular- en el trayecto de la vida. Además, explica que solamente un sector de esas mociones determinantes de la vida amorosa, recorre el pleno desarrollo psíquico y, es ese sector el cual esta vuelto hacia la realidad objetiva, por ende, se encuentra disponible para la personalidad consciente. Mientras que, otra parte de dichas mociones, se despliega a la fantasía o bien permanece totalmente inconsciente.

Es así que, “si la necesidad de amor de alguien no está satisfecha de manera exhaustiva por la realidad”, es probable que se vuelque a “unas representaciones-expectativas libidinosas hacia cada nueva persona que” conozca, “y es muy probable que las dos porciones de su libido (la susceptible de cc y la icc) participen de tal acomodamiento”. (Freud, 1912, pp. 98).

Por lo tanto, es esperable que la investidura libidinal –que se encuentra- en la expectativa de alguien que está parcialmente insatisfecho se vuelque hacia el analista. De acuerdo a esta premisa, Freud expone que dicha investidura “se anudara a uno de los clichés preexistentes en la persona en cuestión o, (…) insertara al analista en una de las series psíquicas que el paciente ha formado hasta ese momento” (pp.98). En consecuencia, se podría hablar de imagos –tal como lo expone Freud-; imago paterno, materno o de un hermano, etc. Podría aclarar que, para que se reanimen estos imagos infantiles ocurre una regresión de la libido (en todo o en parte).

En este sentido, la cura analítica trata de pillar esto y hacerlo consciente, para luego, ponerlo al servicio de la realidad objetiva, y, además reconducir la libido que permaneció en posesión de los imagos infantiles.

Del mismo modo, Freud menciona que la transferencia “aparece siempre, en un primer momento, solo como el arma más poderosa de la resistencia, (…)”. (pp.102). Y para comprender el empleo de la transferencia como resistencia, Freud expone una diferenciación entre:

• Transferencia positiva: consiste en sentimientos tiernos o amistosos, que son susceptibles de conciencia. Y, en lo inconsciente, de manera regular, se remontan a fuentes eróticas.
• Transferencia negativa: se trata de sentimientos hostiles.

Más adelante, en el mismo texto, Freud menciona que los resultados del psicoanálisis se basaron en una sugestión. Aclarando que es preciso comprender, lo que con Ferenzci han descubierto, es decir, entienden por sugestión al “influjo sobre un ser humano por medio de los fenómenos transferenciales posibles con él”. (pp.103). Esto no se si decir porque no sé si esta bien.

En segundo lugar, tome el texto: “Recordar, repetir y reelaborar” de 1914, en donde Freud refiere a las técnicas utilizadas en el psicoanálisis, destacando la última; la cual “se conforma con estudiar la superficie psíquica que el analizado presenta cada vez, y se vale del arte de interpretar, para discernir las resistencias”, como también para hacerlas conscientes. Es decir que, el analista, al poner al “descubierto las resistencias desconocidas para el paciente”, este logra narrar “con toda facilidad las situaciones y los nexos olvidados” (pp.149), venciendo de este modo las resistencias.

Freud aclara que, el signo distintivo de esta técnica, trata de que “el analizado no recuerda, en general, nada de lo olvidado y reprimido, sino que lo actúa. (…) lo repite, sin saber, que lo hace” (pp.151-152); menciona así también que, el analizado repite “bajo las condiciones de la resistencia”. (pp. 153). Ver ejemplo Dora.

Lo que suele repetir el analizado son sus inhibiciones y actitudes que no pueden ocurrir; “durante el tratamiento repite todos sus síntomas”. (pp. 153).

Freud advierte que “la transferencia misma es solo una pieza de repetición” (pp.152), aclara también que ocurre sobre todos los otros ámbitos de la situación presente.

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