Adquisicion Del Lenguaje
Enviado por Nilsaorozco • 27 de Septiembre de 2013 • 2.578 Palabras (11 Páginas) • 399 Visitas
ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE
Adquisición del lenguaje o adquisición lingüística es el área de la lingüística que estudia el modo en el que se adquiere el lenguaje durante la infancia. Éste es un asunto arduamente debatido por lingüistas y psicólogos infantiles. Véase Adquisición vs Aprendizaje
Noam Chomsky es un representante de las teorías innatistas de adquisición del lenguaje. Estas teorías afirman que los niños tienen una capacidad innata para aprender a hablar, lo cual había sido anteriormente considerado simplemente como un fenómeno cultural basado en la imitación. Este punto de vista, aunque bastante extendido, es todavía controvertido. Existen otras posiciones respecto de la adquisición del lenguaje, que no hacen tanto hincapié en el aspecto sintáctico, como las de Jerome Brunner, quien prioriza el aspecto pragmático, y la de Jean Piaget, que prioriza el aspecto semántico.
La psicolingüística aborda este problema, fundamentalmente desde los mecanismos que son utilizados en el proceso de adquisición. Para ello se sirve del campo de la experimentación, recopilando bases de datos de observaciones de diálogos entre adultos y niños.
A partir de los seis meses se produce un balbuceo constante, con control auditivo, curvas de entonación, ritmo y tono de voz variada e imitación mutua de sonidos. La simple repetición deja paso a una nueva modalidad de intercambios. Las emisiones propias y ajenas estimulan el niño. Se inicia la etapa de la ecolalia. En este período se puede distinguir entre expresiones vocales y verbales. Las primeras hacen referencia a sonidos sin significación, y las segundas anticipan los repertorios de sonidos correspondientes a la lengua materna.
Entre los 12-18 meses, tiene lugar un profundo desarrollo fonológico (los primeros fonemas: /m/, /p/, /k/, /t/ y las vocales); aparecen las primeras palabras, que suelen ser monosílabos reduplicados (mama, papa, tata) y palabras onomatopéyicas, es decir, designan los objetos por el ruido que hacen (guauguau = "perro"). Estas primeras palabras, que normalmente son sustantivos, responden a estados afectivos y tienen un significado más amplio que la simple referencia. Con ellas se expresa todo el significado de una frase. Esta es una característica del vocabulario infantil; son las llamadas palabras-frase, que dan nombre la esta etapa: período holográfico u holofrástico. Así, como por ejemplo, puede decir papa, cuándo ve su padre, cuándo su padre sale o cuándo ve un objeto que le pertenece. Su articulación de los fonemas del lenguaje aún no es la correcta, y pueden aparecer confusiones (dopo por roto, ti por sí, etc.), y omisiones, por no pronunciar todas las sílabas (pato por zapato, ota por pelota). Su comprensión es mejor que su expresión; comprenden más lenguaje del que pueden usar. Utilizan el lenguaje, fundamentalmente, para pedir algo que satisfaga sus necesidades o para reclamar la atención del adulto.
A partir de los dieciocho meses se adquieren los sonidos /y/, /b/, /j/, /g/, /n/, /ch/, se produce un considerable aumento de vocabulario, construye frases de dos elementos, estorbe la emergente gramática y la lengua adquiere nuevos usos. El tipo de lenguaje se define como estilo telegráfico. Estas primeras combinaciones de dos palabras están formadas, fundamentalmente, por sustantivos y verbos, como por ejemplo: quiero agua. No utilizan las llamadas palabras funcionales: artículo, preposición, verbo auxiliar, etc. Incluyen sólo las palabras esenciales: un sintagma nominal y un sintagma verbal. La gramática empleada sigue su propio sistema, no es una simple copia del adulto. Suelen combinar las palabras para expresar el significado en función de una serie de relaciones: agente/acción, acción/objeto, agente/objeto, entidad/atributo, entidad/locativo, poseedor/poseído y lo caso nominativo. Hasta ahora la adquisición de vocabulario era relativamente lenta, pero en este período se va a hacer mucho más rápida, pudiendo pasar, aproximadamente, de las 50 palabras a más de 200 a los dos años. Aparecen nuevas funciones del lenguaje: la utiliza para explorar el entorno y aprender y para crear un ambiente de fantasía e imaginación.
En el tercer año (período del lenguaje constituido)se adquieren los sonidos /l/, /ñ/, /f/, /s/, continúa el desarrollo léxico (hasta aproximadamente 1000 palabras) y fonológico: sonidos, sílabas complejas, aspecto y tiempo verbal, pronombres (aunque conviene distinguir entre los personales y los de tercera persona: estos últimos se adquieren más tarde y, aunque antes de los tres años ya pueden estar utilizando pronombres personales, posesivos, reflexivos y demostrativos, en realidad la mayoría no se adquieren hasta pasar esta edad), adverbios (como los de lugar y cantidad; los de tiempo son más tardíos), algunas preposición y artículos (que implican la integración de la información de género, número y carácter específico o referente del nombre). Utilizan la interrogativa y la negativa como los adultos, a la simple yuxtaposición utilizada incluso el momento, le sigue, a los tres años, la coordinación mediante conjunciones, y las subordinadas, que van introducidas por es, como, como por ejemplo, ¿es que...?, o precedidas de falsas oraciones de relativo, que no aparecerán incluso los tres años y medio. La capacidad para formar plurales, inflexiones verbales, etc., lleva, a su vez, al niño a cometer errores: se trata del fenómeno de la regularización o sobre regularización. Este fenómeno no implica que los niños cometan errores en la adquisición del lenguaje, sino que estos errores surgen porque están aprendiendo las reglas de su lengua nativa y las aplican con inflexibilidad (flexionan los verbos irregulares como regulares), lo que parece un inconveniente en la evolución de la adquisición del lenguaje y una evolución en la adquisición de la gramática (ya que en un primero momento el niño estorbe usando correctamente las formas irregulares, pero después, cuándo aprende las reglas, sustituye las formas correctas del verbo irregular por sus generalizaciones incorrectas de las formas regulares).
A partir de los cuatro años aparecen los sonidos /d/ y /r/, además de las subordinadas causales y consecutivas, se dominan las inflexiones, continúa el desarrollo léxico, aumentan las preguntas y juegos de palabras, se concluye el desarrollo fonológico principal y la frase se incrementa en longitud y complejidad.
A los cinco años se adquiere el sonido /rr/, se observa un considerable aumento de léxico y una complejidad sintáctica (subordinación, marcas formales, comprensión de la pasiva, etc.), pero no cambios cualitativos relevantes. El chaval ya adquirió las principales estructuras gramaticales de su lengua, lo que no quiere decir que la adquisición del lenguaje haya finalizado, sino que se prolonga
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