Alma,psique Y Mente
Enviado por gaviotasaucedo1 • 20 de Marzo de 2014 • 6.724 Palabras (27 Páginas) • 547 Visitas
ALMA
LAS DOS FORMAS PRINCIPALES DE CONCEBIR EL ALMA EN EL MUNDO GRIEGO FUERON EL ALMA ENTENDIDA COMO PRINCIPIO DE VIDA, COMÚN A TODOS LOS SERES VIVOS (PLANTAS, ANIMALES Y HOMBRES) Y EL ALMA ENTENDIDA COMO PRINCIPIO DE RACIONALIDAD, CON CARÁCTER DIVINO E INMORTAL, EXCLUSIVA SÓLO DEL SER HUMANO.
En castellano hay cuatro términos con un significado muy próximo: alma, psíque, espíritu y mente.
El término castellano alma proviene del término latino anima, el cual, a su vez, deriva del griego ánemos, viento. En el mundo griego, como en muchas culturas primitivas, se entendía el alma fundamentalmente como el principio de vida de todo ser viviente. Este hálito, soplo o principio vital se encuentra en todos los seres vivos (incluidos también los animales y las plantas) y desaparece cuando el cuerpo muere. La concepción del alma como algo distinto del cuerpo, inmaterial e inmortal empieza a tener importancia con el orfismo, Platón y más tarde con el cristianismo, pero no se encuentra en el mundo griego antiguo. Por ejemplo, en Homero no está clara la idea de la inmortalidad, y mucho menos el carácter inmaterial del alma: Homero utiliza fundamentalmente las palabras psyché y thymós para referirse al alma. Thymós es el alma entendida como fuerza vital, como aquello que vivifica el cuerpo, pero que desaparece tras la muerte de éste. Lo único que parece sobrevivir a la destrucción del cuerpo es la psyché entendida como sombra, imagen, espíritu o fantasma de la persona que tras la muerte del cuerpo habita en el mundo de las sombras, el Hades. Cuando Ulises en sueños baja al Hades y se encuentra con la psyché de sus amigos muertos en Troya, los ve tristes, apagados, sin apenas actividad, y eso porque les falta la thymós o fuerza vital.
Los filósofos presocráticos concibieron el alma como el principio vital que determina las actividades de los seres vivos, pero no alcanzaron una comprensión del alma como una realidad independiente del cuerpo, divina e inmortal. Así por ejemplo, los atomistas aceptaron su existencia, pero la consideraron compuesta de átomos más perfectos que el resto pero materiales, la concibieron formada de átomos esféricos y lisos, y por tanto mortal.
Dada la importancia de este vocablo y de sus equivalentes, puede ser útil la siguiente tabla con sus más relevantes significados:
GRIEGO CASTELLANO LATÍN CASTELLANO
ánemos viento, aire *, alma como principio vital anima soplo, aire, aliento, principio vital, vida, alma
thymós alma entendida como aliento o fuerza vital animus alma, espíritu, principio vital, mente, pensamiento, ánimo
pneuma soplo, viento, aliento, respiración, vida, alma, espíritu spiritus
soplo de aire, aire, hálito, aliento, estado de ánimo, espíritu, alma
psyché soplo, hálito, aliento vital, fuerza vital, alma, vida, espíritu mens mente, espíritu, razón, alma, intelecto
noûs inteligencia, espíritu, mente, pensamiento, razón, intelecto, alma
(Griego psique; latín anima; francés âme; alemán seele).
La pregunta de la realidad del alma y su distinción del cuerpo está entre los problemas más importantes de filosofía, estrechamente relacionado con el de la doctrina de una vida futura. Diferentes teorías acerca de la naturaleza del alma han afirmado ser conciliables con el principio de inmortalidad, pero un instinto seguro nos lleva a sospechar que cada ataque a la sustancialidad o espiritualidad del alma es un ataque a la creencia en la existencia después de la muerte. El alma puede definirse como el principio interior fundamental por el que pensamos, sentimos y deseamos, y por el que nuestros cuerpos son animados. El término "mente” normalmente denota este principio como sujeto de nuestros estados conscientes, mientras "alma" denota también la fuente de nuestras actividades vegetativas. Que nuestras actividades vitales proceden de un principio capaz de subsistir en sí mismo, es la tesis de la sustancialidad del alma; que este principio no está compuesto por si mismo, no es extenso, corpóreo, y es esencialmente e intrínsecamente dependiente del cuerpo, es la doctrina de la espiritualidad. Si hay una vida después de la muerte, claramente el agente o sujeto de nuestras actividades vitales debe ser capaz de una existencia separada del cuerpo. La creencia en un principio animando, de algún modo distinto del cuerpo, es una inferencia casi inevitable de la observación de los hechos de la vida. Incluso los pueblos incivilizados casi llegan ciertamente al concepto del alma sin la reflexión, sin un gran esfuerzo mental. Los misterios del nacimiento y de la muerte, el lapso de la vida consciente durante el sueño y el desmayo, incluso las más comunes operaciones de imaginación y memoria que abstraen al hombre de su presencia corporal incluso despierto, todos estos hechos hacen pensar en la existencia de algo junto al organismo visible, interior a él, pero en gran medida independiente de él, y poseedor de una vida propia. En la tosca psicología de los pueblos primitivos, el alma se representa a menudo como realmente migrante durante sueños y trances, y después, de la muerte, frecuentando la proximidad de su cuerpo. Casi siempre imaginada como algo sumamente volátil, un perfume o una respiración. A menudo, como entre los fijianos, se representa como una réplica en miniatura del cuerpo, tan pequeña como para ser invisible. Los samoanos tienen un nombre para el alma que significa “aquello que viene y va”. Muchos pueblos, como los dyaks y los de Sumatra, atan con cuerdas varias partes del cuerpo durante la enfermedad para prevenir el escape del alma. Para abreviar, todas las evidencias nos llevan a ver que el dualismo, a menudo poco juicioso e incoherente, es la creencia instintiva del "hombre primitivo” (ver ANIMISMO).
El Alma en la Filosofía Antigua
La literatura temprana lleva el mismo sello del dualismo. En el "Rig-Veda" y otros libros litúrgicos de la India, encontramos frecuentes referencias a la ida y venida de los manas (mente o alma). La filosofía india, tanto brahmánica como budista, con sus diferentes modos de metempsicosis, acentúan la distinción entre alma y cuerpo, haciendo por tanto de la vida corporal un simple episodio transitorio en la existencia del alma. Todos ellos enseñan la doctrina de la inmortalidad limitada, que finaliza con la destrucción periódica del mundo (Brahmanismo) o con el logro del Nirvana (Budismo). La doctrina de una mundo espiritual, de una manera muy abstracta, se encuentra ya en el siglo octavo antes de Cristo, cuando la encontramos es descrito como "el vidente invisible, el oyente no oído, el pensador impensable, el sabio desconocido, el Eterno en que
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