Anorexia y su concepto

CAPÍTULO 1

LA ANOREXIA

La anorexia es una problemática compleja por lo que se requiere abordar que es explicándola  desde distintos aspectos y tomando en cuenta los factores que en ella se incluyen.

Un punto importante para comprender en que consiste este trastorno es conocer cómo se presenta en las personas que la padecen por lo que se da una amplia y detallada explicación de los síntomas físicos y psicológicos.

1. ¿Qué es?

En la actualidad en la sociedad encontramos muchas problemáticas en la forma de la alimentación, los cuales son de distintos tipos y orígenes, además de que éstas se manifiestan en una gran parte de la población; un ejemplo de esto es la anorexia.

La anorexia se presenta cada vez más en nuestro entorno, se ha vuelto algo común en nuestra época y sobre todo en el occidente; se habla de una epidemia real en esta parte del mundo (Chinchilla, 20003).

Aunque el síndrome de la anorexia está muy latente hoy en día, no existe una comprensión de lo que es. La sociedad en general no tiene un conocimiento pleno del concepto de anorexia y lo que conlleva ésta. La ignorancia respecto a este tema se mantiene debido a una falta de interés de las personas hacia esta problemática y a que la información difundida suele provenir de sitios no verídicos.

La importancia del comprender en qué consiste esta en que podamos detectarla y así poder actuar ayudando a quien la padece, evitando posturas inadecuadas que afecten más a los que presentan esta problemática.

Los estilos de vida, los nuevos hábito y formas alimentarias han generado creencias y actitudes inadecuadas hacia el peso y la figura, transformando el vínculo cuerpo-alimentación y los valores estéticos corporales, desequilibrándolo y dirigiéndolo hacia un ideal de la delgadez que se debe alcanzar, misma que pone a la obesidad como un estigma. Estas nuevas características de la sociedad han creado conductas alimentarias de riesgo, que son manifestaciones similares a las que se presentan en los trastornos de la conducta alimentaria, en forma pero en menor frecuencia, duración e intensidad (Figueroa, García, Revilla, Villareal y Unikel, 2010).

De esta manera, con el aumento de la presentación de las conductas alimentarias de riesgo  surge una forma sintomática de comer la cual implica un patrón de alimentación nutricional y calórico desequilibrado, que incluye la incapacidad para regular la ingesta, comenzando con una excesiva restricción hasta llegar a un completo descontrol donde se observan conductas patológicas hacia la alimentación (Figueroa et al, 2010).

La anorexia es un fenómeno difícil de definir, existen varios autores que han aportado distintas definiciones para ella y  si bien tienen puntos en común también hay aspectos que algunos consideran y otros no o no les otorgan la misma importancia. Por esto se considera importante abordar diferentes fuentes.

Referente a la definición de la anorexia Brunch (1961, citado en Chinchilla, 2003) la consideró como un “disturbio o distorsión de la imagen corporal y del reconocimiento de los estados corporales en el sentido de inefectividad. No es una verdadera pérdida del apetito, sino más bien una preocupación por la comida y la alimentación” (pág. 329). Es importante resaltar que se habla de que existe una preocupación y que ésta es la que da como resultado la distorsión que se presenta en la anorexia. Chabrol (2009), Chinchilla (2003) y Weitzner (2007) también  establecen que la anorexia es un síndrome que está centrado en las preocupaciones, además de por las formas del cuerpo y la comida tambien consideran que éstas existen por el peso y el  estar gordas.

Para una definición más detallada de la anorexia recurrimos a Chinchilla (2003):

“ Se trataría de conductas derivadas del miedo-pánico absurdo y obsesivo a estar gordas, tanto en el presente como en el futuro, y la necesidad de buscar la delgadez o pérdida  de peso a través de conductas variadas: selección, restricción y manipulación alimentarias: vómitos; hiperactividad de desgaste; uso-abuso de laxantes o diuréticos; tirar o evitar la comidas; ayunos, etc. Sería una conducta de control del peso, intencionada al inicio, y que más tarde se va haciendo obsesiva”. pág. 1

En efecto la anorexia conlleva una serie de características y síntomas que resultan en una obsesión por el bajar de peso a costa de la salud tanto física como mental.

Los trastornos de la conducta alimentaria tienen como factor de inicio la insatisfacción de la imagen corporal (Figueroa et al, 2010) aunque no es el único que lleva a este síndrome, se incluyen la posición y actitudes sociales (Chabrol, 2009 y Chinchilla, 2003), así como  también el modo de vida, el valor que se le da al cuerpo, el consumo, la competitividad, el sexo y todas estas conductas que aún siguen presentando muchos enigmas y dificultades (Chinchilla, 2003) que dificultan un buen desarrollo en el ámbito alimenticio. Estas primeras conductas dan paso a prácticas riesgosas para el control obsesivo del peso, como lo son el ayuno extendido, vómitos y purgas continuas y al ejercicio excesivo, como estas muchas otras que preceden a daños irreversibles ( Weitzner, 2007 y Figueroa et al, 2010).

La preocupación de los pacientes que padecen del trastorno de la anorexia respecto a la comida poco a poco se va intensificando: como prepararla, como acomodarla, a que distancia tiene que ir el tenedor del plato, cuantas veces se debe masticar cada bocado, pero sobre todo, cuantos bocados son suficientes. La hora de la comida comienza a convertirse en un suplicio ya que se quiere hacer que la comida desparezca del plato sin pasar por la boca, se comienza a hacer rutinas dobles e incluso más altas de ejercicio; rutinas para todo: la hora del baño, la del atuendo del día siguiente, tarea, etc.; se checa el peso constantemente (con y sin ropa). Las ideas de como ocultar las irregularidades que se presentan respecto al peso se convierte en una fuerte distracción (Weitzner, 2007).

Es importante profundizar en el  aspecto social como factor predisponente para el desarrollo de la anorexia, ya que de este propicia la insatisfacción con la imagen corporal  y la aparición de conductas y actitudes negativas hacia la comida y el peso (Figueroa, et al 2010), al promover un modelo estético corporal que se caracteriza por una figura ultradelgada, angular y poco curvilínea, misma que es reforzada por los medios de comunicación que presentan estereotipos de esta extrema delgadez con modelos y artistas. Estos mensajes tienen mayor impacto ya que es una etapa en la que tenemos una insatisfacción corporal por todas esas modificaciones que surgen en nuestro cuerpo y  muchas veces los aumentos de peso son por cambios corporales normales, modificaciones provocadas por la misma edad y todo lo que pasa dentro de nuestro cuerpo en esas etapas: el aumento de tejido adiposo, la aparición de las curvas y las formas, pero todo esto se ve como al negativo y comienzan a darse esos deseos de mantenerse delgado. El temor a los cambios corporales es lo que parece provocar un deseo de adelgazar  (Chabrol. 2009).

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