Análisis de caso: Un liderazgo emocional

Análisis de caso: Un liderazgo emocional.

Hay varias definiciones de inteligencia emocional, una de ellas indica que es la capacidad de reconocer y entender nuestros propios sentimientos y los de los demás, de saber motivarnos y manejar las emociones.

La inteligencia emocional engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, entre otras. Y promueve rasgos como la autodisciplina, la compasión, el altruismo y la confianza.

Tomando esto en cuenta, es fácil ver en Robert Eaton cualidades que apuntan hacia un alto nivel de inteligencia emocional, como su carácter afable y accesible, además de muchas otras características que le han permitido triunfar y ser exitoso, tales como la diciplina, la empatía, intuición, capacidad de análisis, el ser proactivo, propositivo y buen comunicador. En pocas palabras, un extraordinario líder, capaz de relacionarse de forma positiva con todas las personas de su entorno, ya sean directivos, subordinados, colegas, clientes o proveedores; creando siempre un clima de cooperación, confianza y buen rendimiento.

Todas las habilidades emocionales descritas anteriormente, las ha sabido aplicar en diferentes aspectos y áreas de su vida, para crecer personal y profesionalmente, lo que lo llevó a obtener una carrera llena de aciertos, desde que se inicia como Ingeniero Mecánico, hasta ser el CEO de Chrysler, recorriendo distintos peldaños que le permitieron aprender las habilidades que se iban requiriendo en cada uno de ellos.

Su sensibilidad y perspicacia son, sin duda, lo que lo llevó a entender que la mejor forma de dirigir era a través de escuchar, entender y conectar con los demás.

Gracias a esta empatía, a su escucha activa, a la autorregulación, a ser confiable, honesto y cercano, es que crea buenos equipos de trabajo y supo ganarse la confianza, no solo de sus subalternos y colegas, sino incluso de aparentes rivales políticos dentro de la empresa, como es el caso de Robert Lutz, a quién “ganó” el puesto de CEO en Chrysler y, sin embargo, supo ganárselo y conectar con él para trabajar juntos y formar el equipo que llevaría a Chrysler al mayor éxito de su historia. Esto nos permite ver que, al explorar nuevas posibilidades, cómo la de cambiar la forma de dirigir la compañía, y el creer en sí mismo, haciendo los prejuicios de los demás a un lado  (al haber sido etiquetado como “blando”) Eaton se mantiene en control y certeza de sus emociones.

Lo anterior, entre otras cosas, le permitió lograr importantes beneficios para la empresa, como mantener equipos unidos, trabajando por un fin común. Desplegó su visión hacia otras áreas, logrando que todos los trabajdores se sintieran escuchados y valiosos, consiguiendo que el personal se abriera a dar su punto de vista para mejorar procesos y proyectos, lo cual siempre contribuye a un ambiente laboral productivo, motivador y en el que la gente genere un sentido de pertenencia, lo que trae mayor estabilidad y rentabilidad a la empresa.

Robert Eaton es muy consciente de sí mismo, conoce sus fortalezas y debilidades y eso le otorga seguridad y certeza para plantearse metas, motivándose a sí mismo y a los demás para alcanzarlas. Mantiene un sentido de compromiso consigo mismo, con los demás y con la compañía.

De igual forma, posee destrezas sociales como la persuasión, la escucha activa y abierta, lo que le permite conocer a fondo el sentir del otro y responder adecuadamente, brindando a los demás herramientas para convencer, motivar y generar equipo.

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