Aprendiendo A Vivir
Enviado por lunis0978 • 15 de Abril de 2014 • 1.023 Palabras (5 Páginas) • 190 Visitas
Aprendiendo a vivir…
Por: Ing. Moyra Ebhling Ruiz González
“El mejor camino para vivir es aceptando cada minuto como un milagro irrepetible, y cada minuto es exactamente eso: un milagro e irrepetible.” Storm Jameson.
No creía el típico dicho “la vida se pasa en un abrir y cerrar de ojos”, pero aunque suene un poco extraño, así es. Recuerdo la primera vez que pise el Tec, era una alumna con muchas ilusiones y esperanzas, y obviamente un poco de temor por todo lo nuevo que se presentaba ante mis ojos.
Recuerdo que estaba en mi primer semestre y me comentaron: “disfruta cada momento por que cuando recuerdes, vas a estar graduándote”, sinceramente, eso tampoco lo creí; ¿cómo se iban a pasar 5 años de mi vida en un momento?
Y así comenzó mi “largo” trayecto por el Tec, disfrutando mi vida estudiantil al máximo, ya sabes, los proyectos finales en biblio hasta las 4 de la mañana, las fiestas con tus amigos, los congresos y simpos, las clases a las 7 de la mañana y como olvidar las clases de 6 a 9 de la noche, los viajes de estudio, los exámenes parciales, las vacaciones… pero al final de cuentas fue cierto, cuando reaccioné, estaba vestida formalmente, llena de nervios por que estaban a punto de pronunciar mi nombre para pasar por el sueño de todo estudiante: el título.
Y ahí estaba, caminando por el escenario en mis 10 segundos de gloria (los cuales no recuerdo bien por los nervios que tenía), pero lo que no se me olvidan son las lágrimas que brotaban de mi mamá tomándome fotos como la madre más orgullosa que existía sobre la tierra.
Recuerdo ese sentimiento tan extraño de emoción, alegría e intriga, pensando en el tan famoso “¿y ahora qué?”, pero toda la alegría que contenía era más fuerte que cualquier visión a futuro; simplemente existía ese momento y la gente que me rodeaba. Podía ver en cada una de las caras de mis amigos de generación la ilusión de terminar y lo exitoso que se cada quien se sentía, mientras yo peleaba para que mis lágrimas no rodaran.
En ese momento reconocí que el tiempo no pasa en vano, que cultivé muchas amistades, aprendí cosas que no sabía, sembré muchas esperanzas con todos mis amigos y mejor aún, compartí cada minuto de mi carrera con ellos, secando sus lágrimas, animándonos mutuamente cuando algo salía mal, sonriendo y riendo a carcajadas, bailando, estudiando, comiendo, durmiendo, y conocerlos tanto y también el ser foránea me hizo adoptar a mis amigos como mi familia, mi familia no biológica.
De ellos aprendí muchísimas cosas muy valiosas, y no obtuve solamente experiencias y lecciones de vida, si no crecí más como ser humano tratando de formarse en una mejor persona.
Así que puedo recopilar de lo vivido que, las cosas malas intensifican a las buenas, pero a veces se aprenden más de las situaciones difíciles, así que no trates de darles la vuelta. Recuerda que no hay nada tan dulce si lo amargo no fuera tan amargo; es por eso que hay algunas “instrucciones para la vida”, que creo debemos tomar en cuenta para vivir cada minuto de nuestra vida al máximo:
• Jamás abandones a un amigo o ser querido, sería como abandonarte a ti mismo.
• Nunca permitas
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