Arte Y Percepción Visual
Enviado por carlosgmzl • 28 de Septiembre de 2013 • 485 Palabras (2 Páginas) • 2.523 Visitas
[ CAPÍTULO I: El equilibrio ]
A lo largo de este primer capítulo Rudolf Arnheim nos habla sobre un recurso importante para la composición de una imagen: el equilibrio. El autor centra su atención en este tema por ser parte de la naturaleza del hombre, el cual siempre está en la búsqueda del mismo, ya que representa la culminación de “todo deseo a cumplir”, tanto en su vida física como en la pictórica.
Podemos definir equilibrio como la estabilidad de un elemento dentro de un formato, adquiriendo la categoría de armónico gracias a una compensación de fuerzas perceptuales a las que una obra se somete. Estas fuerzas perceptuales existen de una manera psicológica en la interpretación del espectador. En el momento en que un objeto sea empujado o atraído con la misma intensidad el objeto estará equilibrado. Si uno de los elementos que actúan sobre este objeto influye con más intensidad sobre el mismo entonces la obra estará desequilibrada. Para analizar el equilibrio de una obra Arnheim proporciona una serie de elementos a tomar en cuenta para dicho análisis: El peso, que se divide en ubicación.
Para Arnheim, la zona central es la de máxima atracción visual y al mismo tiempo, la más estable, pues pasan por ella todas las orientaciones de la obra. Si un elemento es colocado en la lejanía y es percibido por el espectador, el cerebro lo interpreta de mayor tamaño y, por lo tanto, más pesado, lo que constituye la profundidad espacial. En la forma cuanto más regular y geométrica sea la forma del elemento más peso tiene. Si un elemento está en posición vertical pesa más que uno en posición horizontal.
Por último, tenemos la dirección, en la que cada elemento o combinación de los elementos antes mencionados expresa una dirección específica que influye dentro del equilibrio, dándole fuerza a la imagen. Está presente en los siguientes elementos:
• Atracción.
• La dirección: Definida mediante el peso de aquellos elementos que se encuentren cerca.
• La Temática: Aquí es donde entra en juego la interpretación del espectador y su conocimiento sobre el elemento.
Si el espectador mira los ojos de un rostro sabrá hacia donde está dirigida su cabeza, lo que también origina el movimiento.
Con todo lo dicho anteriormente, podemos concluir que cada uno de los elementos dentro de una obra adquiere un carácter de “necesario” para que la imagen funcione en su conjunto, teniendo un equilibrio. Sin embargo, dicho equilibrio no tiene que exigir una proporción exactamente balanceada.
Pero, más que tomar en cuenta elementos fundamentales para el estudio del equilibrio el autor, de manera casi directa, nos dice que lo más importante a considerar es la intuición del ojo. Así un elemento puede estar balanceado en aspectos técnicos, pero si el ojo humano lo ve desequilibrado,
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