El Dibujo, Enseñanza-apredizaje (A. Facundo), La Sintaxis De La Imagen (D. A. Dondis), Arte Y Percepción Visual (R. Arnheim), Introducción A La Teoría De La Imagen (J. Villafañe)
Enviado por Gatzara • 22 de Noviembre de 2013 • 1.809 Palabras (8 Páginas) • 809 Visitas
EL DIBUJO, ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
Alberto Facundo
El concepto de dibujo varía según diversos factores, como el contexto histórico. A lo largo de la historia, la expresión pictórica ha evolucionado de forma constante y sistemática. Este proceso de desarrollo está condicionado por la finalidad última del arte en cada época, ya sea representativa o de investigación (ilustraciones realistas, objetivas) o abiertamente expresiva (abstracción, subjetividad). Un ejemplo se ello sería la Edad Media, donde el arte cumplía un papel meramente funcional, pues en dicha época aún no se concebía el arte como fin en sí mismo. Más adelante, durante el Renacimiento, Durero introdujo nuevas técnicas para la correcta representación de la perspectiva, otorgando una nueva utilidad científica al dibujo. Gracias a este hecho, la representación de objetos inanimados se ha elevado a la categoría de símbolo en el siglo XX. Los máximos exponentes de esta tendencia conceptualizadora serían Picasso, Matisse, Gris y muchos más, y en cuanto a estilos pictóricos, detacaríamos el Pop-art y el Realismo fotográfico. En lo que se refiere a la figura humana, en occidente no se introdujo oficialmente el estudio del desnudo en las Escuelas de Arte hasta la segunda mitad del siglo XVII por cuestiones morales.
En el ámbito psicológico podemos apreciar dos dimensiones: la activa y la cognoscitiva. El punto de vista activo se basa en rasgos subjetivos del individuo, tales como los instintos, la percepción del entorno y los razonamientos propios. El cognoscitivo está constituido por dos niveles: la percepción de la forma por medio de la visión, la memoria y la imaginación; y el conocimiento inteligible de la forma, basado en los juicios propios y los conceptos aprendidos.
En sociología, el dibujo constituye un medio de comunicación donde el artista es el emisor. Su obra se establece como el canal mediante el cual el autor envía un mensaje cifrado al receptor, entendido como cualquier observador externo capaz de apreciar e interpretar aquello que el dibujante pretende expresar.
Filosóficamente, el dibujo, como lenguaje operativo frente a la multiplicidad de lo real, nos permite analizar nuestro entorno estableciendo hipótesis cognitivas cuya confirmación se resume en la construcción gráfica de la imagen, que como residuo de nuestra interrogación frente a lo diverso nos propone una nueva visión del mundo y de las cosas. La verdadera efectividad de este registro vendrá marcada por la capacidad de interrogación e integración del artista. Como dijo el escritor y poeta mexicano Octavio Paz: “El arte es un espejo que refleja la realidad, un espejo mágico, ya que posee el poder de modificarla.”
LA SINTAXIS DE LA IMAGEN
D.A. Dondis
El contraste es una técnica visual cuya función es ayudar a definir el significado óptico. Se trata de una fuerza indispensable para la creación de un todo coherente. A partir del contraste se distinguen los extremos que componen un mensaje visual y se logra intensificar el mensaje, previniendo así los errores en la captación del mismo. La armonía, de igual importancia en la comunicación del mensaje, se presenta como el opuesto al contraste.
El ser humano tiene cierta tendencia a aproximarse hacia la armonía dado a que ésta refleja un estado de paz y sosiego. Existe una necesidad de organizar de forma racional y reducir la tensión, de llegar a un “equilibrio absoluto”. El contraste es el rival a esta necesidad. Es totalmente lo contrario a este deseo, ya que sacude, estimula, desordena y atrae la visión hacia él. Sin contraste no hay sensaciones.
El papel del contraste en la visión
A través de la tonalidad y sus gamas oscilantes entre luz y oscuridad, entre el blanco y el negro absoluto, uno logra apreciar por la diversidad de los tonos lo que ocurre, uno puede ver. Si esto no fuese así, es decir, si no hubiese luz, estaríamos ciegos ante un negro absoluto. Por lo que la existencia del tono se vuelve esencial en nuestra vida cotidiana. Ahora bien, ¿qué pasaría si no existiera el contraste entre estos tonos? Estaríamos exactamente en la misma posición, inmersos en un gris medio, estaríamos ciegos, pero no dentro de un negro, sino dentro de un gris. Por esta razón concluimos que, para poder ver, no sólo necesitamos luz sino también la existencia de contraste entre tonalidades, pues éste nos permite experimentar y conocer las diversas dimensiones y condiciones que nos rodean, así como distinguir un objeto de otro y refinar nuestro conocimiento.
El papel del contraste en la composición
A la hora de generar una composición debemos tener en cuenta el contraste presente en la misma, porque es éste el que lleva al observador a tratar de analizar y descifrar el mensaje debido a que funciona como aguzamiento. Si bien las personas tienden a buscar el equilibrio absoluto, por lo que uno sospecharía que sería más de su agrado una imagen armoniosa o nivelada, también desean que el mensaje los busque. Y esto es lo que logra el contraste, los incita a mirar una y otra vez, llama la atención del observador y logra que el mensaje sea más dinámico y de mayor importancia. Una obra de arte está compuesta por equilibrios y desequilibrios, tensiones y resoluciones. El contraste, además de agudizar el mensaje, nos ayuda a otorgar importancia a las partes contrastantes.
Contraste de tonos
Según la intensidad del contraste tonal, podemos percibir las divisiones
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