Ayotzinapa Y La Desfiguracion De La Otredad
Enviado por iPheno • 11 de Marzo de 2015 • 1.050 Palabras (5 Páginas) • 195 Visitas
Ayotzinapa y la desfiguración de la otredad
«Dañar al otro en su capacidad de funcionamiento cotidiano cuando este se ha vuelto crítico al sistema es sin lugar a dudas una acción que para
muchos sectores de nuestra sociedad genera placer. El acto de dañar a otro ser humano mediante planificación es un acto de atrocidad. »
Edgar Barrero / Estética de lo atroz
México: 6 estudiantes asesinados y 43 desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl
Isidro Burgos en Ayotzinapa. 43 chicos entre 16 y 19 años que la policía se los llevó, contando
con la complicidad del Estado mexicano, y al día de hoy no han aparecido. A Puerto Rico llegan
los ecos estridentes del hermano país, constituido sobre las creencias de Zapata, y es inevitable
vengan a nuestra memoria nombres estudiantes puertorriqueños asesinados por la Policía de
Puerto Rico, igualmente con la complicidad del Estado, como Antonia Martínez, Arnaldo Darío
Rosado y Carlos Soto Arriví, entre otros. Estos hechos, además de indignarnos y estremecernos
el alma, nos ponen frente a una serie de cuestionamientos del quehacer psicológico y su
pertinencia en nuestra realidad. Cuestiones que dictan pautas relacionales entre el pueblo y el
Estado, lo cual acarrea concientizarnos que luchamos entre ideologías hipócritas de carácter
neoliberal. A su vez, dichas pautas posibilitan la invisibilización de las injusticias cometidas por
el Estado. En segundo lugar, desde estos escenarios, se hace urgente y necesaria una psicología
que haga visible los dispositivos de control ideológico que legitiman estas acciones; las cuales
violentan y atropellan con el propósito de silenciar.
nte este escenario despedazador, donde la crueldad se esconde detrás de frase como
progreso, globalización, intercambio de mercancías o flujo de capital, necesitamos urgente una
psicología que destape y denuncie esta situación encubridora. Una psicología que se niegue a ser
cómplice de estas prácticas no puede ignorar estos escenarios y acciones indignas porque estás
tienen repercusiones directas en la realidad social de los pueblos latinoamericanos y como se
construye ésta desde los discursos encantadores y encubridores, en lo que Edgar Barrero llama la
desfiguración de la otredad.
En este sentido, Barrero, desde su propuesta de una psicología desenmascaradora en su
obra “Estética de lo atroz”, denuncia los mecanismos y dinámicas de la guerra psicológica,
explicando cómo la misma involucra una alta dosis de manejo estético ideologizado que
distorsiona la imagen de comunidades que resisten, haciéndolas ver como encarnaciones del
demonio, monstruos carniceros o bestias potencialmente peligrosas para la humanidad. De esta
forma, se logra insertar en el colectivo el gusto por la aniquilación de ese Otro desagradable. El
resultado de esto es la desfiguración de la otredad que, igualmente, puede asumir como
deshumanización. En la cual, se despoja al ser humano de las características propias de su
humanidad y se le convierte en cosa innecesaria cuando no se ajusta a los estereotipos exigidos
por el orden social establecido. Por ejemplo, desde nuestro caso en Puerto Rico, un sistema
colonial, neoliberal e imperialista que aniquila nuestra condición social. Aniquilación que
conlleva la desfiguración de lo humano en el adversario, condición que es una de las exigencias
de la guerra psicológica para poder justificar todo tipo de atrocidades. Atrocidades tales como las
desapariciones de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, torturas a presos políticos, el asesinato de
líderes y símbolos de lucha como Filiberto Ojeda Ríos en Puerto Rico, los 43 de México,
onseñor Romero, Roque Daltón y Martín Barón en El Salvador, la
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