CAPITULO 4. EL SUJETO EDUCATIVO PRIVADO DE LA LIBERTAD. CONTEXTOS INSTTUCIONALES
Enviado por yanina cardozo • 1 de Agosto de 2017 • Apuntes • 1.391 Palabras (6 Páginas) • 229 Visitas
CAPITULO 4. EL SUJETO EDUCATIVO PRIVADO DE LA LIBERTAD. CONTEXTOS INSTTUCIONALES.
Las condiciones de encierro afectan de manera parecida a jóvenes y adultos, tanto en cárceles como en institutos. En las unidades penitenciarias se da la educación secundaria con la modalidad de adultos, sin embargo estas prácticas producen aquellas propias de la educación infantil ya que el alumno es considerado como un niño y “ese niño” es un sujeto que pasara de la total ignorancia al saber por obra del docente. Expresiones como “¿Copiamos lo que está en el pizarrón?” es un ejemplo de la dependencia respecto de los docentes. Los alumnos detenidos que asisten a la escuela para “hacer conducta” o “salir del pabellón” nos demuestra la falta de interés por la adquisición de conocimientos, mientras que la búsqueda por la aprobación externa se ve reflejada en los detenidos cuando enseñan sus cuadernos a las visitas. La búsqueda de aprobación externa y de docentes son observados también en otros espacios de educación aunque aumentan en la situación de encierro. Estas situaciones son consideradas señales de subalternizacion.
La acción pedagógica no es neutral, la misma vehiculiza significados sobre la realidad. En el último año de educación secundaria se puede observar cambios en el lenguaje , el uso de distintos registros del habla, mayor necesidad de integración y dialogo, incluso la necesidad de alfabetizar y alentar a otros compañeros para que estudien. Es común que los universitarios en situación de encierro comprendan la educación como un derecho y una forma de transformar la realidad.
Los jóvenes privados de libertad demuestran que su experiencia escolar no ha sido gratificante, ellos ven la escuela como algo lejano, extraño, ajeno, algo de lo que no forman parte por lo cual se sienten inadaptados e incapaces pero a la vez sostienen la importancia de la educación en la vida. Esta forma de ver la educación está ligada a la manera en que los jóvenes viven el encierro: con una actitud de rebeldía hacia lo institucional y del sistema penal. Ellos se presentan como rebeldes al sistema, esta rebeldía hace que desafíen a las autoridades, se defienden debido a la violencia y la presión que les causa el hecho de vivir en encierro. Los estudios los hacen comprender que las cosas pueden cambiar, que la educación además de mejorar de mejorar su imagen ante el juzgado los ayudas (descubren que pueden aprender y que les gusta).
Los docentes deben estar presentes en la vida de los alumnos, lo cual implica salirse un poco de los esquemas impuestos sobre el hecho de educar. El alumno es visto como un sujeto capaz de recuperar sus ganas de aprender y capaz de construir su propia historia. La escuela debe ser capaz de de promover y planificar actividades que provoquen la novedad y la sorpresa ya que el tiempo de encierro se encuentra cargado de espera y rutina con pocas posibilidades de elegir.
El aprendizaje comparativo enriquece la convivencia para que los jóvenes logren entenderse, se puedan comunicar y concilien en el ámbito escolar. Educar en un contexto de encierro implica cierto grado de creación y recreación constante del propio conocimiento en el acto de enseñar.
La escuela y la cárcel son instituciones que se encuentran en conflicto permanente. Ambas tratan con el mismo sujeto pero la cárcel ve al alumno como un sujeto peligroso mientras la escuela lo ve como un sujeto del conocimiento. El ser humano es capaz de subsistir y relacionarse en relación con otros. La tensión que se genera entre lo social y lo individual, lo privado y lo público, permiten a la sociedad modificarse y también al sujeto. De allí surge la necesidad de instituciones que regulen las relaciones con la función de moderar los actos que puedan perjudicar al otro para posibilitar la convivencia. La escuela es una institución que trabaja con sujetos aislados de su contexto (en este caso). En las cárceles e institutos de menores se presenta la individualización, se trata de sujetos como uno solo, sin distinguir sus diferencias y potenciales a partir de estereotipos.
Consultas realizadas entre jóvenes de entre 18 y 20 años, detenidos en el Centro Cerrado Almafuerte de la localidad de Melchor Romero permiten comparar sus percepciones y opiniones sobre la escuela a la que fueron en su barrio y la escuela a la que concurren en situación de encierro. Estos testimonios transmiten valiosas ideas a tener en cuenta: la importancia que nuestros alumnos dan a la institución escolar, su capacidad crítica, la consideración prestigiosa del conocimiento, el valor del saber en relación a un proyecto de vida, la comprensión de la educación como intercambio, las relaciones establecidas entre conocimiento, trabajo y calidad de vida, la percepción de valores éticos como parte del aprendizaje
...