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CONFLICTO PSIQUICO


Enviado por   •  3 de Mayo de 2013  •  3.210 Palabras (13 Páginas)  •  583 Visitas

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Conflicto psíquico

conflicto psíquico. En psicoanálisis se habla de conflicto cuando, en el sujeto, se oponen exigencias internas contrarias. El conflicto puede ser manifiesto (por ejemplo, entre un deseo y una exigencia moral, o entre dos sentimientos contradictorios) o latente, pudiendo expresarse este último de un modo deformado en el conflicto manifiesto y traducirse especialmente por la formación de síntomas, trastornos de la conducta, perturbaciones del carácter, etc.

El psicoanálisis considera el conflicto como constitutivo del ser humano y desde diversos puntos de vista: conflicto entre el deseo y la defensa, conflicto entre los diferentes sistemas o Instancias, conflictos entre las pulsiones, conflicto edípico, en el que no solamente se enfrentan deseos contrarios, sino que éstos se enfrentan con lo prohibido. Desde sus comienzos, el psicoanálisis descubrió el conflicto psíquico y rápidamente hizo de éste el concepto central de la teoría de las neurosis.

Los Estudios sobre la histeria (Studien über Hysterie, 1895) describen cómo, en el curso de la cura, Freud encuentra, a medida que se aproxima a los recuerdos patógenos, una resistencia creciente (véase: Resistencia); esta resistencia no es más que la expresión actual de una defensa intrasubjetiva contra las representaciones que Freud califica de incompatibles (unverträglich). A partir de 1895-1896, esta actividad defensiva se reconoce como el principal mecanismo en la etiología de la histeria (véase: Histeria de defensa) y se generaliza a las restantes «psiconeurosis», que entonces reciben el nombre de «psiconeurosis de defensa».

El síntoma neurótico se define como el resultado de una transacción o compromiso entre dos grupos de representaciones que actúan como dos fuerzas de sentido contrario, y ambas de forma igualmente actual e imperiosa: « [...] el proceso aquí descrito: conflicto, represión, substitución bajo la forma de formación de compromiso o transaccional, se repite en todos los síntomas psiconeuróticos».

De un modo todavía más general, este proceso se observa también en fenómenos como el sueño, el acto fallido, el recuerdo encubridor, etc. Si bien el conflicto constituye sin discusión un dato fundamental de la experiencia psicoanalítica y resulta relativamente fácil de describir en sus modalidades clínicas, más difícil es dar del mismo una teoría metapsicológica.

A lo largo de la obra freudiana, el problema del fundamento último del conflicto ha recibido distintas soluciones. Ante todo conviene señalar que es posible intentar explicar el conflicto a dos niveles relativamente distintos: a nivel tópico, como conflicto entre sistemas o instancias, y a nivel económico-dinámico, como conflicto entre pulsiones.

Característica del síntoma neurótico

Los síntomas tienen que ver con el tipo de neurosis, pero en todas predomina la preocupación excesiva:

- La neurosis histérica, que se caracteriza por una gran expresividad de las ideas, imágenes y afectos inconscientes. Entre sus síntomas están: náuseas, vómitos, diarreas, dolor abdominal, erupciones en la piel, sonambulismo, temblores y hasta parálisis o amnesia. También se puede manifestar mediante la “pérdida” de la capacidad de los sentidos del oído, vista, gusto y olfato como una negación a estar o enfrentar la realidad.

- La neurósis fóbica, que se manifiesta por miedo, temor, inseguridad y pánico y provoca muchísima ansiedad. Esta se puede desencadenar por objetos o animales como arañas, por situaciones como la oscuridad, por miedo a los espacios abiertos, a las alturas o a la gente entre otros.

- La otra forma es la neurosis obsesivo-compulsiva, que se manifiesta por imágenes mentales, ideas o pensamientos irreales y que llevan a realizar alguna acción de forma exagerada y cuando se acompaña de depresión severa, se llegan a tener pensamientos sobre la muerte y el suicidio.

- La hipocondría es una forma de neurosis, la obsesión por la salud y el miedo a estar enfermo de cualquier cosa que oiga o conozca forman parte también de las neurosis y se manifiesta por estar siempre enfermo o tener algún dolor, a pesar de que el médico determina que no existe enfermedad alguna.

- Existen también las neurastenias, que se manifiestan con fatiga, debilidad crónica y mucha irritabilidad.

- Las neurosis de ansiedad, se presentan con una continua sensación de excitación física y psicológica, que es aceptada como una forma de vida, hasta que algún suceso desencadena una reacción mayor.

Normalidad de la neurosis

La normalidad disfraza una fijación sobre el status quo que muy claramente rechaza la auto disciplina real. Como la mula que continúa su jornada habitual sin esfuerzo alguno de su amo, la personalidad que creamos sigue su rumbo automáticamente mientras tomamos la siesta que dura hasta la muerte.

Dormimos profundamente o soñamos que estamos despiertos. La desconexión es tal, que construimos un imperio en nuestra imaginación convenciéndonos que somos de tal y tal forma y que el mundo es tal y tal.

Afirmamos muchas cosas, sabemos muchas cosas y hasta creemos muchas cosas que simplemente no vivimos. Por pereza. Por eso ninguno de los métodos o técnicas que se nos ofrecen del repertorio de enseñanza milenaria pueden funcionar. Preferimos continuar luchando y sufriendo a hacer un esfuerzo por cambiar radicalmente el modo como usamos nuestra mente y nuestras energías. Nos importa más aparentar que incorporar.

Esfuerzo, dificultad, sufrimiento son malas palabras. Pasamos meses reventando nuestros cuerpos en un gimnasio, en una dieta, o levantando pesas, pero cuando se trata de observar la respiración, el pensamiento, las acciones y (¡ni pensar!) las emociones… fuera de lamentarnos por lo difícil que es la vida, no hacemos nada.

Es más fácil sentirse atacado o traicionado, o rendirse ante un desafío que reconocer cómo atraemos esas situaciones. Estamos lejos de ver cómo estos desafíos son regalos del cielo para mostrarnos el poder y las facultades que se esconden en los espacios muertos que llevamos dentro. Con tanto despilfarro energético, es obvio que no podemos comprender, tolerar o perdonar. Atacamos los obstáculos refunfuñando, en vez de con entusiasmo y buena voluntad. Y seguimos dejando pasar las oportunidades con las que podríamos aprender dominio y maestría.

Las psicoterapias que abordan el comportamiento usualmente tratan problemas de relación: “el otro” nunca es como queremos que sea. Y se toma siempre el camino más fácil: sustitución. En vez de comer carne, nos volvemos vegetarianos utilizando sustitutos de la carne. En vez de dialogar con la pareja, nos divorciamos y hablamos pestes de ella con otros. En vez de crear nuevas opciones

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