CUENTO DE HADAS. DSCRIPCÓN DE VARIABLES.

CUENTO DE HADAS.

DSCRIPCÓN DE VARIABLES.

Ambivalencia (Amb)

Los orígenes de la ambivalencia pueden encontrarse en la fase oral del desarrollo en la que el niño desdobla la imagen materna en buena y mala.  El niño de un año se debate entre un deseo de autonomía e individuación y su dependencia hacia la madre o cuidadora. Durante la crisis de acercamiento, el genio y las rabietas acompañan alternativamente la conducta de rechazo  y adhesión.

La ambivalencia se puede manifestar de varias maneras como incertidumbre, duda, conflicto emocional y respuestas alternativas.

Deseo de cosas materiales (DCM)

Refleja el deseo de adquirir cosas materiales, como dinero, juguetes, vestidos, coches, joyas o bien de disfrutar de placeres materiales como llevar una vida de riqueza.

Este deseo es similar a la Necesidad de Adquisición de Murria quien distingue entre adquisición social y asocial. La adquisición social consiste en trabajar por dinero, las postsesiones materiales u objetos valiosos. La adquisición asocial se relaciona con el hurto, robo, el engaño o el pillaje.

Autoestima (Ae)

La autoestima implica aceptación y respeto de si mismo así como sentimientos de valoración propia; alude al valor que uno se atribuye a si mismo. La autoestima se refleja en las respuestas relacionadas con la apariencia (vestido, belleza), pero también asuntos que tienen que ver con éxito o con el fracaso y la aprobación o desaprobación de los demás. La autoestima se revela en las respuestas a las láminas de Caperucita, Enano, Bruja y Gigante.

Moralidad (Mo)

Esta variable es parecida al súper yo freudiano, es decir es la parte del yo en que se desarrolla la auto-observación, la autocrítica y otras actividades reflexivas. La moralidad debe de ser también evaluada desde la perspectiva del desarrollo cognitivo.

Kohlberg propuso  etapas que se relacionan con los motivos para emprender una acción moral:

En la primera etapa (4-10 años), los niños basan los juicios  morales  en la obediencia y el miedo al castigo.

En la etapa 2 la acción moral está  motivada por el deseo de recompensa o provecho. Se ignoran las posibles reacciones de culpabilidad y el castigo se considera de manera  más real.

En la etapa 3, que pertenece al nivel convencional del pensamiento moral (10-20 años), la acción esta motivada por la anticipación de la desaprobación, real o imaginaria, de los demás (Ej., la culpa).

Deseo de Superioridad (Dsu)

Superioridad se refiere a un objetivo más general de perfección y realización personal. Se relaciona también con la necesidad de logro y el esfuerzo por conseguir algo meritorio.

El deseo de superioridad o engrandecimiento aparece como una voluntad de ser diferente, único, lo que a menudo supone la consecución de un estatus real o de majestad. Se refleja frecuentemente en las respuestas a las láminas de Enano, la Bruja o el Gigante.

Sentido de la propiedad (SPr)

El sentido de propiedad o de posesión se refiere al establecimiento de fronteras entre lo que es y lo que no es mío. Ana Freud indica que las ideas de lo que es mío y lo ajeno son conceptos indispensables para el establecimiento  de la honradez adulta y se desarrolla gradualmente a partir de la infancia,  Probablemente se aplica al propio cuerpo del niño, luego a los padres, mas tarde a los objetos personales considerados a la vez de modo narcisista y como objetos de amor. La capacidad para compartir los bienes y defender lo que es propio se consigue durante la subfase de acercamiento  hacia los 15-16 meses de edad.

Agresión como dominancia (AgrDom)

El primer tipo de agresión es que el niño aprende a controlar su entorno y lograr la confianza en si mismo. Murray describió la dominancia como la necesidad que uno tiene de controlar el entrono humano, de influir en las conductas de los demás o dirigirla, mediante la disuasión, la restricción o la prohibición. Según una conducta agresiva preactiva es un acto agresivo no provocado que pretende influir en otros.

Esta conducta podrá intentar obtener un bien o dirigirse a una persona con propósitos de imitación o dominio. Suele aparecer en las respuestas a las láminas de la Bruja y el Gigante.

Agresión Tipo A (AgrA)

En esta forma de agresión incluye reacciones no justificadas por excusas externas sino atribuibles a motivos internos o razones personales. Esta es la descarga directa de las fantasías o impulsos genuinamente agresivos, es decir, tiene una función de desahogarse. La agresión “airada” u “hostil” debe considerarse como una “pasión” movida por emociones internas que “fuerza” la acción sobre un sujeto. La agresión tipo A se manifiesta frecuentemente en las respuestas referidas a las láminas de la Bruja y el Gigante.

Agresión tipo B

Esta forma de agresión se produce únicamente como reacción a fuentes externas de dificultad (agresión reactiva). La agresión se dirige contra alguien  que se supone causa (celos), ha causado (vergüenza) o podría causar (defensa) “daño” a si mismo o a los demás. La conducta agresiva es un acto hostil exteriorizado en la  respuesta a una supuesta amenaza o provocación.  La conducta agresiva es un acto hostil exteriorizado en respuesta a una supuesta amenaza o provocación. La conducta agresiva responde a los propósitos del Yo de defenderse contra la agresión de los demás. Incluye la agresión como defensa, celos y venganza.

Agresión defensiva (AgrDef)

El objetivo principal de la agresión defensiva es la supervivencia. Según Fromm, explica que  la mayoría de los impulsos agresivos del hombre es la necesidad de protegerse o proteger a otros frente al peligro cuando tal protección es de naturaleza agresiva. El peligro es inmediato y ha de resolverse aquí y ahora. Suele aparecer en las respuestas a las preguntas del Enano y el gigante.

Agresión por celos (AgrCel)

Los celos se derivan de la comparación de uno mismo con los otros. Fosshage afirma que los celos se refieren al descontento de que otro posea lo que uno le gustaría para si mismo.

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