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Capacitacion Y Desarrollo


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2013  •  3.107 Palabras (13 Páginas)  •  307 Visitas

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1. Introducción a las organizaciones del siglo XXI.

Con la llegada del siglo XXI se han presentado grandes y numerosos retos que las organizaciones deben enfrentar con sus mejores armas. El proceso de globalización ha conllevado a una mayor exigencia de la competencia, la misma que implica una reducción de los costos para obtener precios competitivos pero sin descuidar la calidad de los bienes o servicios que se comercializan.

No sirve de mucho que en una organización existan instalaciones, el mejor equipo, la mejor ubicación, si todo lo anterior no va acompañado del elemento humano necesario para dirigir dichas actividades. Los empresarios deben romper con los paradigmas tradicionales para competir en el nuevo milenio, con estrategias más innovadoras y fundamentadas con nuevas propuestas de ataque competitivo y que sorprenda a los usuarios.

Louffat (2012) manifiesta que para apoyar a la nueva organización, las posiciones de trabajo se deben redefinir para mejorar efectividad y eficiencia. Las formas tradicionales de limitación en las responsabilidades y requerimientos deben reemplazarse por mayor flexibilidad y alto nivel de habilidades.

Por lo tanto Louffat (2012) cree que el Recurso Humano desempeñará con mayor éxito sus funciones si tiene la capacidad, tiene labores y responsabilidades bien definidas y sabe cada quién lo que se espera de él, si tiene las habilidades y el conocimiento así como las herramientas y recursos para hacer su trabajo y recibe comentarios favorables y estímulos por su buen desarrollo sin duda el éxito es seguro.

El entrenamiento y desarrollo de habilidades es un componente básico ya que permite al Capital Humano cumplir con las expectativas que se enfrentan al trabajo cambiante.

Por lo tanto los líderes de las organizaciones deberán estar continuamente monitoreando tanto el ambiente en el que se desenvuelven como el tipo de organización más adecuado para desarrollarse. Estos líderes tendrán que aprender a crear un entorno que adopte el cambio, no como una amenaza, sino como una oportunidad.

1.1 La tendencia organizacional en el siglo XXI

Para Drucker, (1996) la globalización ha creado un creciente consenso social acerca de que la búsqueda de beneficios económicos se realice respetando los principios del desarrollo sostenible.

Los diferentes públicos interesados que apuestan a las organizaciones con motivos aparentemente contradictorios, inclinan cada vez más sus preferencias por aquellas que operan impulsadas por valores alineados con los principios del desarrollo sostenible.

De acuerdo a estos principios, para ser consideradas buenas ciudadanas corporativas, las empresas deben:

Crear valor económico, social y ambiental, a corto y largo plazo.

Maximizar el aprovechamiento de los recursos destinados a la fabricación de sus productos y a la prestación de sus servicios.

Promover el bienestar y la evolución de las generaciones presentes y futuras, en sus entornos operativos.

Asimismo Drucker (1996) manifiesta que para ser consideradas buenas ciudadanas corporativas, las empresas deben actuar con transparencia y presentar sus memorias de sostenibilidad, que agregan al tradicional balance de resultados, un balance social corporativo.

La tendencia para el nuevo milenio de las empresas es:

Ser el mejor lugar para trabajar, una empresa en las que se aprecien las ideas..

Invertir en la capacitación del personal.

Trabajar en equipo y crecer profesionalmente.

Productos y servicios innovadores.

Buena atención al cliente.

Proveedores como aliados estratégicos.

1.2 El nuevo modelo Organizacional del siglo XXI

De acuerdo a McKinsey (2004) para aumentar la productividad de los profesionales, las grandes organizaciones deben modificar radicalmente sus estructuras organizacionales y conservar lo mejor de la jerarquía tradicional, reconociendo, al mismo tiempo, el creciente valor de las personas que tienen imaginación, de los que innovan y colaboran con sus pares para generar ingresos y crear valor por medio de activos intangibles como las marcas y las redes.

Las organizaciones pueden alcanzar estos objetivos modificando sus estructuras verticales para permitir que los grupos de profesionales se concentren en tareas claramente definidas, los gerentes se ocupan de la generación de ingresos, por ejemplo y los equipos fuera de línea están a cargo de las iniciativas de crecimiento a largo plazo y con responsabilidades específicas.

Luego, estas organizaciones deberían organizar abundantes redes y mercados nuevos que faciliten la interacción, la cooperación y la búsqueda de conocimiento.

McKinsey (2004) manifiesta así mismo que las organizaciones no sólo pueden construir este nuevo tipo de organización sino también reducir la complejidad de sus interacciones y mejorar la calidad de las relaciones internas de colaboración implementando cuatro principios interrelacionados:

1. Estandarización y simplificación de las estructuras administrativas verticales y lineales descartando los fallidos y reduciendo el alcance del rol de los gerentes funcionales en la generación de ingresos a corto plazo.

2. Equipos fuera de línea para detectar oportunidades generadoras de riqueza utilizando, al mismo tiempo, procesos administrativos dinámicos para implementar cambios de corto y largo plazo.

3. Desarrollo de mercados de conocimiento, mercados o bolsas de talento y redes formales para estimular la creación y el intercambio de valores intangibles.

4. Adopción de parámetros de evaluación de desempeño, en lugar de criterios de supervisión, para aprovechar al máximo la independencia de los profesionales.

2. La capacitación como herramienta estratégica, posibilidades y limitaciones.

Dressler (1994) coincide en que la capacitación es un proceso educacional de carácter estratégico aplicado de manera organizada y sistémica, mediante el cual los colaboradores adquieren o desarrollan conocimientos y habilidades específicas relativas al trabajo, y modifica sus actitudes frente a los quehaceres de la organización, el puesto o el ambiente laboral.

Como componente del proceso de desarrollo de los recursos humanos, la capacitación implica por un lado, una sucesión definida de condiciones y etapas orientadas a lograr la integración del colaborador a su puesto de trabajo, y/o la organización, el incremento y mantenimiento de su eficiencia, así como su progreso personal y laboral en la empresa, y, por otro lado un conjunto de métodos, técnicas y recursos para el desarrollo de los planes y la implantación de acciones específicas de la organización para su normal desarrollo

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