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Capítulo dos: Otro absoluto como verdad.


Enviado por   •  5 de Junio de 2016  •  Tesina  •  535 Palabras (3 Páginas)  •  133 Visitas

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Capítulo dos: Otro absoluto como verdad

Término utilizado por Jacques Lacan para designar el lugar simbólico; el significante, la ley, el lenguaje.

Hay que distinguir, por lo menos, dos otros: uno con una A mayúscula, y otro con una a minúscula que es la imagen del yo. En la función de la palabra de quien se trata es del Otro[1].

Partimos de la idea de que no hay forma de aprehender  cosa alguna de la dialéctica analítica si no planteamos que el yo es una construcción imaginaria. Nada le quita al yo el hecho de que sea imaginario. Si no fuera imaginario no seríamos hombres, seríamos lunas. Lo cual no significa que basta con que tengamos ese yo imaginario para ser hombres  (Lacan, 1954-1955)[2]

“Lo que por otro lado nos enseña el análisis es que el yo es una forma fundamental para la constitución de los objetos (Lacan, 1954-1955)[3]”. Escribimos a, a la forma del otro que posee la mayor relación con el yo.

Se tiene el plano imaginario, “el mundo simétrico de los ego y de otros homogéneos (Lacan, 1954-1955)”[4]. De él debe de distinguirse otro plano, que es el muro del lenguaje; este estorba a la comunicación de la relación inconsciente. Sin este muro nos sería posible llegar a la verdad en su totalidad, tanto así que ya no sería necesario hablar.

De hecho, el sujeto está separado de los Otros, los verdaderos, por el muro del lenguaje. Los Otros son verdaderos sujetos.

Así, si la palabra se funda en la existencia del Otro, el verdadero, “el lenguaje está hecho para remitirnos al otro objetivado, al otro con el que podemos hacer todo cuanto queremos (Lacan, 1954-1955)[5]”. El lenguaje sirve tanto para para fundarnos en el Otro como para impedirnos radicalmente comprenderlo.

El Otro, también llamado el tesoro de los significantes, es un lugar a diferencia del  otro que es un objeto, relacionado con el concepto <>. Pero el que sea un lugar no significa que no pueda tener un nombre en específico.

1.2 La forclusión del Nombre del Padre

La metáfora paterna tiene una función estructurante puesto que es la fundadora del sujeto psíquico como tal. Por lo tanto, si algo falla en la represión originaria, la metáfora paterna no se produce. (Joël, 2009) 

El significante Nombre del Padre debe sustituir al significante Deseo de la Madre en una tercera parte del desarrollo: el complejo de Edipo; de no existir esto previo, que es a lo que Lacan llama, según describe Dor Joël, <>, pasando el significante 1 o Deseo de la Madre al inconsciente; de lo contrario es a partir de ese significante que esa persona pensara su mundo.  En un primer momento es el significante del padre el que se instaura en el Otro, sin este primer significante ya no habría más significantes, provocando que el sujeto se situé en una estructura de psicosis.  

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