Carta Al Padre
Enviado por lasser29 • 24 de Noviembre de 2012 • 2.240 Palabras (9 Páginas) • 1.049 Visitas
A través de los años la conceptualización de la figura paterna ha sido modificada debido al contexto histórico y social de cada país o región. A pesar de ello, esta figura siempre ha sido relacionada con el poder, la responsabilidad de sustentar una familia y el derecho por naturaleza de dirigirla o mandarla. Y, aunque en nuestra época contemporánea este modo de pensar ha sido parcialmente erradicado, cabe recalcar que no ha sido del todo eliminada en muchos países y que ésta ideología ha sido fundamental en la gran mayoría de los sucesos sociales que han permitido a cada nación tener su propia identidad e identificar a cada individuo como único. Entonces, a partir de este razonamiento, es necesario entender el contexto histórico en el que vivía Kafka para comprender mejor lo que simbolizaba para él su padre.
Franz Kafka, de origen checo-alemán, nació en Praga en el año de 1883. Su familia procedía de diversos niveles sociales aunque fueran idénticas en el aspecto religioso. El padre de Franz era un hombre criado en un ambiente rural, rudo y práctico que partiendo de la miseria consiguió amasar una gran fortuna gracias a sus negocios, los cuales pudo emprender con la ayuda monetaria de su suegro, el adinerado padre de Julie Löwy (madre de Franz) que poseía un importante negocio de cerveza.
Una vez centrado el contexto en el que ocurrieron los hechos, me permito comenzar este ensayo con la siguiente pregunta: ¿Qué significaba para Franz su padre? Para él fue un personaje de suma importancia, que marcaría su personalidad de manera notoria mediante una relación autoritaria y un solo sentimiento: el miedo. El miedo es un elemento muy común en el libro de Kafka, el cual se puede percibir desde el inicio de la misma:
“Hace poco me preguntaste por qué comento que te tengo miedo. Como es mi costumbre, no supe decirte cuál es la causa, debido, precisamente, a ese inexplicable temor que me inspiras, y a que ese miedo está conformado por varios factores que impiden que yo pueda explicártelos con una hilaridad aceptable al responderte personalmente.”
Kafka describe a su padre como una persona tirana, a la que rara vez podía complacer y a la cual jamás debía desobedecer o siquiera juzgar; una persona que siempre lograba lastimarlo sólo con palabras “Nunca logré comprender tu falta de sensibilidad hacia el dolor y la vergüenza que podías provocarme con tus comentarios”. Gracias a esto, Kafka desarrolló una muy baja autoestima y un enorme desprecio por sí mismo al no poder cumplir con las expectativas de su padre. “
“Cuando yo comenzaba algo que no te gustaba y tú pronosticabas el fracaso este vaticinio tenía tal fuerza que el fracaso se hacía inevitable, aunque se presentaba mucho tiempo después. Por esta situación fui perdiendo la confianza en lo que emprendía. Comencé a ser inconstante e indeciso.”
A partir de lo anterior podemos decir que Kafka era una persona muy sensible, siempre con la esperanza de mantener una buena relación con su padre. Pero el mismo trato que éste le daba le impidió decirle todo lo que sentía en su cara y convertirse poco a poco en una persona tímida y retraída. Así, la figura paterna representa la forma como los padres marcan la vida de los hijos y el alcance que pueda obtener la educación que ellos reciben y la forma en que cada miembro de una familia responde a dicha educación.
A pesar de que Kafka guardaba cierto rencor hacia su padre y en su obra lo critica constantemente por sus temores y por el hecho de no haber podido contraer matrimonio, no denota un odio total o siquiera parcial hacia él; sino, por el contrario, cierta empatía y cariño, recordando que no todo acerca de él era malo y, además, por el simple hecho de ser su padre y lo que para él representaba.
“Tienes además una sonrisa particularmente hermosa, muy difícil de encontrar: tranquila, condescendiente, que puede hacer muy feliz a la persona a quien va dirigida. No recuerdo si cuando niño me obsequiaste alguna vez una sonrisa franca, pero, estoy seguro, debió ocurrir. ¿Por qué habrías de negármela, si aún era inocente, además de ser tu gran esperanza?”…
Más que narrar los hechos, Kafka hace un análisis psicológico de lo que vivió desde su infancia hasta su muerte, siempre reprochando la educación que recibió por parte de su padre. Pero, ¿qué hijo no lo hace? ¿Existe el padre modelo que todo lo haga bien? Por supuesto no defiendo la ideología con respecto a la crianza del padre de Kafka, pero tampoco estoy del todo de acuerdo con la postura de Kafka de recriminarle por todo lo malo en él.
Los hijos y los padres aprenden los unos de los otros, siempre tomando lo bueno y aprendiendo de lo malo para no cometer los mismos errores: es parte del desarrollo humano. Kafka pudo expresar la realidad de la relación padre-hijo de tal manera que rompía las barreras con los hechos que se desarrollaron en la suya. De esta forma, cualquiera podría sentirse identificado con lo sucedido.
Kafka escribió esta carta a su padre con la intención de que este la leyera, ya que siempre quiso darle a conocer lo condicionada que había hecho su vida y lo inseguro que se sentía hacia él. Su madre, que tenía que actuar tal y como lo dijese su marido, sin poder comportarse con su hijo como ella hubiera deseado, si leyó la carta que su hijo escribió a su padre sin que llegase a sus manos. La infancia y adolescencia de Kafka, están marcadas por la rigidez de su padre, que en un intento de educarle como el mejor, le influyo negativamente aportando una enorme opresión sobre él, esto tuvo grandes consecuencias en la vida posterior del escritor, ya que nunca fue seguro de sí mismo y nunca actuó en la vida como su padre intento enseñarle, porque estaba sumido en un mundo de miedo e interrogantes que él no comprendía. En la “Carta al padre” no se ven más que reproches hacia su padre culpándole del mundo en que está sumergido a causa de su estricta educación e intentando hacerle ver que su educación no fue, como él creía, la correcta. Según Kafka, su padre siempre se porto de manera equivocada tanto con el cómo con sus hermanas, castigándoles muy severamente si no cumplían las órdenes que él tenía impuestas. Le reprocha también, como intentó hacer de sus hijos lo que no eran y haciéndoles ir por un camino muy diferente del que ellos deseaban. El
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