Clinicas Psicoanaliticas
Enviado por daniela010392 • 21 de Junio de 2014 • 1.034 Palabras (5 Páginas) • 253 Visitas
1. ¿Por qué el Psicoanálisis es conocido como una revolución copernicana?
Se hizo un lugar común decir que el psicoanálisis constituye una revolución copernicana que descentra radicalmente al hombre de su centro imaginario que era la conciencia. La revolución copernicana del descubrimiento del inconsciente constituía una herida de la que era difícil reponerse como antes lo había sido el descentramiento copernicano del planeta. Esta revolución teórica fue saboteada desde dentro del mismo psicoanálisis por concepciones naturalistas, adaptacionistas y psicologías que promovieron el retorno a la subjetividad.
El Copérnico freudiano está amenazado no solo desde afuera, sino también por un desgaste interno, que lo llevaría a no desconocerse sino a detenerse en la marcha de su cuestionamiento radical de la subjetividad.
Freud puede sostenerse que el descentramiento psicoanalítico consiste en un desplazamiento del eje de la vida psíquica desde la conciencia a un inconsciente concebido como instancia subjetiva. Desplazamiento del centro de gravedad del sujeto, donde YO estaba ELLO habría puesto, pero siempre ELLO de alguien que seguiría siendo timonel del barco de su vida, que debería ser supervisado y regulado por el SUPERYO y por el YO.
La teoría psicoanalítica seguirá siendo subjetivista y estaría aun el psicoanálisis esperando a su Copérnico, un Copérnico que sostuviese que el sol es el centro, no del sistema solo, sino del universo.
2. ¿Por qué el sujeto queda solo representado?
El sujeto queda solo representado al figurar más que como un representante del discurso, en apariencia de la verdad de su deseo. El yo del enunciado que se fija en el orden del discurso tiende a ocultar cada vez más al sujeto del deseo.
3. ¿Por qué el Yo es una figura excéntrica respecto al sujeto?
El yo es una figura excéntrica respecto del sujeto, ya que aparece como aquella entidad que funciona en primer lugar de los ideales, y en segundo lugar de la forma (está configurado, acabado). El yo pasa por varias instancias. El Yo es espejismo constituido en el sujeto a partir del reconocimiento de la imagen de sí mismo en el espejo como dotada de una forma de Completud equivalente a la forma del otro humano. Esto sucede cuando su inmadurez motora y vital no le permite ninguna unificación. Por ser un espejismo le permite salir de su fragmentación. El niño se enamora de esa imagen que ve representada. Es el momento del narcisismo primario en que el sujeto se siente representado, significado por esa imagen virtual que está detrás de un cristal azogado y a la que llama "yo".
El yo unificado y unificante del espejo, a partir del cual el sujeto creerá saber quién es él, no es plenamente el yo sino un Yo Ideal, que llevará por todo lo largo de su vida, determinará sus tendencias sexuales. Esa imagen del Yo Ideal entra en contradicción con el Yo Real. El sujeto no puede asimilarse lisa y llanamente con su imagen especular. El narcisismo es amor por el Yo Ideal adornado como el infantil con todas las perfecciones. Y este Ideal del yo narcisista es
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