Comienzos de la medición psicológica

Comienzos de la medición psicológica

La psicología,  hacia el año 1850, era en gran medida una parte de la filosofía. Los cursos que trataban del hombre y sus acciones eran ofrecidos bajo el título de filosofía moral y no eran más que discusiones de gabinete acerca de la naturaleza de la mente y el alma. La psicología en casi su totalidad no tenía carácter experimental y la idea que se pudiese medir en términos cuantitativos el tiempo de reacción, el olvido o el nivel de inteligencia, habría sido recibida en la mayoría de los sectores con hostilidad o, más probablemente, ignorada por no considerársela digna de refutación.  Las prácticas que más se acercaban a la medición psicológica eran unos pocos experimentos aislados hechos por los físicos y fisiólogos acerca de la medición de la capacidad de haber distinciones sensoriales y de la velocidad de las raciones elementales simples. En 1900, la psicología comenzó a sentir la influencia vigorosa de la física y de la biología y luchó con todas sus fuerzas para convertirse en ciencia por sí misma. Estaba sacudiendo los lazos que la ataban a la filosofía y empezaba a formar nuevas ligas en las ciencias biológicas. Había adoptado el método experimental y mostraba gran preocupación y entusiasmo por el aspecto de la medición. El instrumento básico de la experimentación es la medición, y la psicología estaba ampliando sus técnicas de medición  en todas direcciones. Su historia, desde 1990, es la historia del intento de ampliar y adaptar técnicas de medición para ampliar barca e todos los aspectos de la conducta humana.

Tres corrientes principales se combinaron para producir el vigoroso movimiento que se efectuó en la psicología y se propagó al campo de dela educación. Cada una de las corrientes aportó algo de su carácter y de su preocupación principal. Estas fueron: a) la psicología filosófica y experimental que tuvo su principal desarrollo en Alemania en el siglo XIX; b) la biología darwinista, y c) el interés clínico por el individuo desajustado y mal desarrollado.

Comienzos de la psicología experimental

La era científica moderna comenzó en el terreno de las ciencias filosóficas en los siglos XVII y XVIII. El interés y el método científicos se extendieron pronto a las ciencias biológicas, y para los comienzos del siglo XIX, la fisiología experimental era un  foco de activo interés para la investigación  en los laboratorios experimentales de Alemania y otros países europeos. Los fisiólogo experimentales se interesaron en el funcionamiento de los sentidos, y estudiaron intensamente la vista, el oído y los el más sentidos. También se preocuparon por medir la velocidad de reacción en respuestas motoras sencillas.

En 1879, Wilhelm Wundt, estableció en Leipzig el primer laboratorio de psicología experimental. Los primeros psicólogos experimentales estuvieron interesados en muchas de las mismas mediciones que habían llamado la atención de los fisiólogos; por ejemplo, en la medición de las sensaciones de la vista, el oído, del tacto y el tiempo de reacción. Pero, gradualmente, su interés se extendió a asuntos más claramente psicológicos, como la medición del campo perceptivo -la cantidad de lo que el individuo puede "captar" de una sólo vez -, del ritmo de aprendizaje, de la ordenación en el tiempo de la realización de tareas mentales complejas, y así sucesivamente.

La psicofísica constituyó un campo de interés particular por sus aportaciones a la amplia rama de la medición psicología y educativa. El psicólogo experimental estaba muy interesado en explorar la relación entre las intensidades de estímulos físicos; por ejemplo, entre la intensidad de ondas luminosas o sonoras y la intensidad experimentada por el sujeto en forma de sensación. La necesidad de diseñar procedimientos experimentales efectivos para estudiar estos problemas dio origen a un conjunto de re chicas que han demostrado ser adaptables a una amplia variedad de problemas presentados por la medición psicológica.

La psicología experimental nos dejó el legado del respeto por el método experimental cuidadoso y la precisión de la técnica,  cierto número de diseños experimentales y técnicas estadísticas que pudieron ser adaptadas a problemas de medición psicológica y educativa de carácter más general.

Primeros estudios de las diferencias individuales

Una segunda corriente que contribuyo a la medición psicológica fue la biología darwinista. En 1859 Darwin publico El origen de las especies. El tema capital del trabajo de Darwin fue el de las variaciones entre los miembros de una especie; es decir el de las diferencias individuales. El trabajo de Darwin fue continuado  en Inglaterra y aplicado específicamente humanos, particularmente por sir Francis Galton. Mientras que la psicología alemana se había dedicado a la búsqueda de datos generales válidos para todos los seres humanos, Galton se interesó principalmente por la diferencias que existen entre la gente; estimulado por Darwin a características físicas y psicológicas. El estudio de estas diferencias individuales requería mejores instrumentos estadísticos, y el grupo británico, bajo la dirección de Karl Pearson, desarrollo técnicas mejoradas para analizar y describir las estructuras individuales.

Estas fueron las principales contribuciones del grupo británico al estudio de la medición psicológica: una profunda preocupación por el estudio de las diferencias humanas como hechos interesantes y significativos, y la invención de técnicas estadísticas y de instrumentos adecuados para llevar a cabo estos estudios.

Estudio clínico de individuos anormales

Durante el mismo período, una tercera corriente fue cobrando fuerza, la de la preocupación por el individuo que no actuaba normalmente. Una preocupación humanitaria por el demente, el débil mental y el inadaptado en general condujo, en el siglo XIX, al estudio y a la investigación activa dirigida hacia la comprensión de su estado y al mejoramiento de su suerte. Este interés clínico por el individuo inadaptado o desajustado fue particularmente importante en Francia y allí fue donde produjo frutos para el campo de la medición. A medida que los psicólogos fueron trabajando con estos desdichados anormales se fue poniendo de manifiesto cada vez más la necesidad de expresar, de manera uniforme, el grado de su defecto, particularmente en lo que se refería a la mente. La preocupación por el niño que no adelantaba en la escuela fue lo que llevo a Binet y a sus colegas a idear la serie de tareas intelectuales que finalmente dieron origen a los instrumentos de medición de la inteligencia.

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