Competiciones deportivas

En la víspera de competiciones deportivas, con relativa frecuencia se escuchan criterios de personas vinculadas a la preparación de los atletas, relacionados con la necesidad de buscar algún especialista en Psicología del Deporte, para que organice una charla motivacional con los mismos; argumentando que en confrontaciones anteriores, a pesar de que estaban bien preparados, factores de índole psicológica limitaron sus resultados.

Sería muy conveniente que en situaciones similares se reflexione sobre la preparación integral que requieren los atletas para enfrentar las exigencias y tensiones que generan las mismas, para lograr que reaccionen en correspondencia con lo que se espera de ellos, para contribuir a que actúen como verdaderos miembros activos de la sociedad en que viven.

Que se valore, al concebir los planes de preparación física, técnico – táctica y teórica, precompetitiva, competitiva y poscompetencia, la disyuntiva siguiente: ¿bastarán las charlas motivacionales de Psicólogos, previas a la competencia? ¿requieren del tratamiento psicológico sistemático, por parte de especialistas, desde el inicio de la referida preparación?

Tener muy presente que la decisión respecto a las alternativas precedentes, implica profundidad de análisis y es recomendable que entre las cuestiones que se valoren, se tengan muy presentes las siguientes:

Las conversaciones sugestivas, a modo de charlas, por parte de especialistas en Psicología del Deporte, en determinadas situaciones, resultan estimulantes, inspiradoras y efectivas para algunos atletas, según la correspondencia de las mismas con su personalidad. Otros las escuchan respetuosamente, pero no interiorizan el mensaje, porque no se corresponde con sus motivaciones, intereses, puntos de vista o criterios.

En las charlas comúnmente se tratan cuestiones generales. No es posible dirigirlas a las particularidades psicológicas de cada uno de los atletas que las reciben, por la imprescindible privacidad que la ética exige respecto a la divulgación de lo que resulta confidencial sobre su personalidad.

Estas cuestiones, entre otras, hacen que su efecto no perdure, que no actúen lo suficiente en el establecimiento de los reflejos condicionados que se requieren para el comportamiento estable, adecuado a cada una de las situaciones que genera la actividad competitiva.

Recordemos que la personalidad es individual, irrepetible y lógicamente la atención, el tratamiento psicológico, también deben ser individual, sobre la base de las características de cada atleta y de las exigencias de cada Deporte.

Reflexionemos sobre lo siguiente: en la misma medida en que se entrena el cuerpo, también resulta imprescindible desarrollar cualidades volitivas para el vencimiento de dificultades, el autocontrol y la autorregulación psíquica,

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