Comportamiento Femenino

Comportamiento femenino

Cuando nacemos se nos identifica como niños o niñas por nuestro sexo. Sin embargo, cada uno de nosotros aprenderemos a comportarnos como hombres o mujeres a partir del trato que recibimos, de los valores, normas o costumbres que nos transmiten, tanto en la familia como en el medio que nos rodea.

Muchas veces se nos hace creer que los hombres deben ser fuertes, dominantes y racionales; por el contrario se piensa que las mujeres deben ser débiles, sumisas, emotivas, tiernas, etc.

Aprendemos estos modelos de ser hombre o mujer imitando el comportamiento de las mujeres y hombres de nuestra familia (padre, madre, abuelos, etc.) con los cuales nos identificamos, sin embargo, cada uno de nosotros podemos modificar estos modelos de comportamiento, de acuerdo con nuestros propios valores y creencias.

Durante miles de años, los hombres se han esforzado duramente en entender el comportamiento de las mujeres; finalmente hemos conseguido crear una guía para entender cómo funciona todo.

Solo hay una regla: debes hacer feliz a la mujer.

- Haces una cosa que le gusta, y sumas puntos.

- Haces una cosa que no le gusta, y se te restaran puntos.

- No sumas ningún punto por hacer algo que ella espera que hagas.

Existen aspectos del comportamiento femenino, que ningún hombre logrará entender nunca. Además de por su mentalidad, muchas cosas están ligadas al aspecto biológico, que por suerte muchas veces, ellos no tendrán que experimentar nunca.

Cambios hormonales: Existen días del mes en los que muchas mujeres no aguantan ni una mosca, y mucho menos algunas costumbres de sus chicos, que normalmente sí que hacen. Por eso, y por otras muchas razones, hay situaciones en que las mujeres nos transformamos y nos convertimos en seres incapacitados para razonar, producto de las hormonas. Pero ellos eso no lo entenderán si no lo viven en sus propias carnes, es decir nunca.

Relaciones con las amigas: Todas tenemos una amiga con la que quedamos de vez en cuando, y cada vez que llegamos a casa empezamos a despotricar sobre ella o alguno de sus comentarios, pero al día siguiente nos tiramos una hora hablando con ella por teléfono. Es algo normal, pero no para ellos.

Comentarios de la ropa: Los hombres solamente se visten, pero nosotras llevamos moda. No entienden el que nosotras podamos comentar los conjuntos de las demás por la calle o en una película, ellos la ven y punto.

Negar para después ceder: Hay ocasiones en las que las mujeres, por el mero hecho de tener la razón siempre, nos negamos en rotundo a hacer algo, que luego de repente nos apetece hacer. Incomprensible pero cierto.

Intentar dar celos a nuestros ex: Una verdad universal es que cuando vamos con nuestro chico de paseo por la calle y nos cruzamos con algún ex, a todas se nos empieza a mover la cadera más de la cuenta inexplicablemente, y nos ponemos más

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