Comprension Del Comportamiento Del Niño
Enviado por franjo1987 • 23 de Septiembre de 2012 • 1.882 Palabras (8 Páginas) • 1.988 Visitas
ENTENDIENDO EL COMPORTAMIENTO INADECUADO: BÚSQUEDA DE ATENCIÓN. PODER REVANCHA. DEMOSTRACIÓN DE INSUFICIENCIA
Así como las conductas adecuadas tienen un objetivo particular que debemos identificar para poder reforzar, las conductas inadecuadas también lo tienen, pero en estos casos necesitamos identificarlo para poder debilitarla. Para identificar el objetivo de la conducta de su hijo debe: a.-Observar su propia reacción ante el comportamiento inadecuado de su hijo, incluyendo sus propios sentimientos. B.-Observar las respuestas del niño a sus intentos de corrección
Los objetivos del comportamiento inadecuado son atención, poder, revancha y demostración de insuficiencia.
Objetivo de la conducta: ATENCIÓN
• Sentimientos y reacciones de los padres: disgusto, tendencia a hacer advertencias y ruegos.
• Creencias erróneas del niño: Sólo pertenezco cuando me hago notar o cuando me sirven.
• Respuesta del niño a los intentos de corrección: Temporalmente cesa su comportamiento inadecuado para reanudarlo de otra manera.
El primer objetivo del comportamiento inadecuado que identifica Dreikurs es la "atención". El deseo de que se les preste atención es casi universal en los niños pequeños.
Los niños prefieren obtener atención de manera positiva, siendo útiles, pero si no lo logran así, la buscan en forma negativa. Aquellos niños que creen que sólo pueden "pertenecer" si se les presta atención, prefieren, en todo caso, obtenerla en forma negativa a ser ignorados.
Utilizando las dos técnicas antes descritas observamos las consecuencias del comportamiento inadecuado del niño para saber así si el objetivo perseguido era llamar la atención. Si simplemente estamos "molestos" y corregimos al niño con advertencias, o con ruegos, el niño ha recibido la atención deseada. Si, al observarlo, el niño responde dejando temporalmente de portarse inadecuadamente, se ha satisfecho su deseo de llamar la atención. Más tarde probablemente repetirá su acción o hará alguna otra cosa para de nuevo llamar la atención.
Para ayudar a estos niños "buscadores de atención" debemos cambiar nuestras respuestas y nuestras reacciones, y mostrarles que pueden ser considerados, o tomados en cuenta a través de sus contribuciones útiles al bienestar del hogar, más que a través de actitudes o de acciones negativas.
Debemos centrar nuestra atención en su comportamiento constructivo, y esto lo podemos obtener de dos maneras: O bien, ignorando su comportamiento inadecuado, o bien atendiéndolo en alguna forma no esperada por el niño.
No se debe prestar atención al niño cuando éste la pide o la demanda, ni siquiera cuando la exige con acciones positivas, pues ello refuerza un deseo impropio de llamar la atención. Los niños fácilmente llegan a creer que si no son el "centro de atención" no significan nada en la familia, no "pertenecen".
El mejor momento de prestarle atención al niño es cuando él no lo espera, enfatizando así el hecho de dar en lugar de recibir. Entendemos que lo antes dicho puede parecer extraño o demasiado simple pero por ahora, sólo estamos interesados en que usted comprenda la idea general de cómo no reforzar el comportamiento inadecuado.
Objetivo de la conducta: PODER
• Sentimientos y reacciones de los padres: Ira, autoridad amenazada, provocación, tendencia a pelear o rendirse.
• Creencias erróneas del niño: Sólo pertenezco cuando soy el jefe, o cuando pruebo que nadie me manda.
• Respuesta del niño a los intentos de corrección: Intensifica la hostilidad activa o pasiva, o se somete con docilidad retadora.
Este es el segundo de los cuatro objetivos mencionados del comportamiento inadecuado.
El niño que busca "poder' sólo se siente importante cuando considera que él es el jefe, trata de hacer solamente lo que él quiere. “Nadie me puede obligar hacer algo", o "Mejor haces lo que yo quiero" son los pensamientos de estos niños. Inclusive si los padres tienen éxito obligándolo a obedecer, esa victoria es temporal. Puede ser que los padres ganen la discusión, pero pierden la buena relación con el hijo.
Cuando un niño es desafiante, los padres se sienten molestos y provocados. Los intentos para corregir a este niño generalmente no son muy satisfactorios. Él desafía a sus padres y continúa su comportamiento inaceptable, o cesa temporalmente para continuarlo después con mayor intensidad. En estas luchas de poder algunos niños harán lo que se les dice, pero no en la forma en que los padres desean que sea hecho. A esto lo llamamos "complacencia desafiante". Como regla general al tratar a estos niños que buscan poder, los adultos deben controlarse, no ponerse bravos y retirarse a tiempo de una probable lucha por el poder". Utilizar las tácticas de poder para oponerse a la postura arrogante del niño, sólo lo impresionará por el valor del poder, y aumentará su deseo de lograr ese poder para él mismo, para su satisfacción personal.
Si la lucha por el poder continúa y el niño llega a sentir que no puede derrotar a los padres, puede tratar de cambiar su deseo de poder y perseguir el tercer objetivo: "la revancha".
Objetivo de la conducta: REVANCHA
• Sentimientos y reacciones de los padres: Profundamente herido, se desquita.
• Creencias erróneas del niño: Sólo pertenezco cuando hiero a otros como me hieren a mí, no puedo ser amado.
• Respuesta del niño a los intentos de corrección: Intensifica el comportamiento inadecuado mediante más revancha, o escoge otras armas.
Este es el tercer objetivo del comportamiento inadecuado.
Los niños que persiguen el deseo de revancha están convencidos de que no son dignos de ser queridos. Se sienten importantes sólo cuando pueden molestar a otros tanto como creen haber sido ellos mismos molestados. Piensan que ocupan un lugar importante siendo crueles y siendo rechazados por otros.
Los padres de los niños que buscan revancha se sienten profundamente heridos y a su vez, desean el desquite. El niño responde a ese contraataque, bien sea
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