Conducta Ambiental
Enviado por Eversillo • 26 de Febrero de 2014 • 1.613 Palabras (7 Páginas) • 1.783 Visitas
LA CONDUCTA AMBIENTAL.
Definición y Clasificación de las Conductas ambientales.
Gran parte de la investigación psicosocial realizada sobre comportamientos ambientales, se ha dirigido al análisis de los determinantes de la denominada conducta ecológica responsable, esto es, de las acciones que contribuyen a la protección y/o conservación del medio ambiente: reciclaje de productos, reducción de residuos, conservación de la energía, reducción de la contaminación, etc,. (Axelrod y Lehman, 1993; Grob, 1990). Bajo la etiqueta de conductas ecológicas responsables, se agrupan una serie de acciones específicas relativas, esencialmente, al ahorro de recursos, el consumo y reciclaje de productos, la contaminación y la reducción de los residuos (Blas y Aragonés, 1986; Nielsen y Ellington, 1983), es decir, como indica Corral (1998) se refiere a toda aquella acción humana que resulta en el cuidado del entorno o su preservación.
Sin embargo, cabe destacar que el hecho de que una persona realice una determinada conducta ambiental, como por ejemplo, reciclar el vidrio, no conlleva que esta misma persona se implique en otra conducta, como por ejemplo, el reciclado del papel o el consumo de productos que no dañen el medio ambiente. Es decir, las personas optamos por diferentes maneras o formas de mostrar nuestra preocupación hacia el medio ambiente implicándonos en unas conductas y no en otras (Castro, 2001; Corral y Enzinas, 2002; Lee, De Young y Marans, 1995; Van Liere y Dunlap, 1981). Esto sugiere en opinión de Corraliza y Berenguer (1998) que a la hora de valorar una determinada conducta ambiental, utilizamos mecanismos psicológicos diferentes y específicos para cada una de ellas, lo que podría estar explicando la heterogeneidad que caracteriza a las conductas ambientales, tanto a nivel cognitivo como, conductual.
Otros autores, definen la conducta ecológica responsable como comportamiento ambiental. El término Comportamiento ambiental, en opinión de Castro (2001) es más preciso que otras etiquetas como por ejemplo conducta ecológica o conducta pro ecológica. El comportamiento ambiental, para este autor, es definido como “aquella acción que realiza una persona, ya sea de forma individual o en un escenario colectivo, a favor de la conservación de los recursos naturales y dirigida a obtener una mejor calidad del medio ambiente” (Castro 2001, p. 18). En otras palabras, un comportamiento ambiental va a implicar el desarrollo ordenado de una secuencia de conductas que son específicas y que se dirigen hacia un objetivo concreto, ya sean realizadas individualmente o de forma colectiva. Las dimensiones a considerar para definir una acción ambiental son cuatro continuos relacionados entre sí. Estas cuatro dimensiones consideran, en primer lugar, si la conducta se hace de forma directa/indirecta, si se trata de una acción individual o por el contrario es colectiva, si la acción se orienta hacia la prevención de un problema o está dirigida ha corregirlo o repararlo, y por último, si el fin que. persigue es la mejora de la calidad ambiental o, si se dirige hacia la conservación de los recursos naturales.
Como podemos observar, las conductas ecológicas han sido operacionalizadas atendiendo al objetivo o significado de la acción en sí misma. En este sentido, Oskamp, Harrington, Edward, Sherwood, Okuda y Swanson (1991), analizaron las respuestas dadas por una muestra de 221 personas a través de una encuesta telefónica, en las que identificaron cinco factores independientes en los que se agrupan los significados de conducta ecológica responsable: conductas de ahorro de agua, de ahorro de energía, reciclaje de envases retornables, reciclaje de residuos domésticos y, por último, un factor más genérico en el que se incluían conductas como la compra de artículos etiquetados como producto biológico.
La naturaleza multidimensional que caracteriza a este tipo de conductas ha sido resaltada en muchas ocasiones, asumiendo que la conducta ecológica responsable incluye una serie de acciones relativamente independientes entre sí (Stern y Oskamp, 1987; Scott y Willits, 1994), lo que le confiere un marcado carácter heterogéneo. Además, cabe mencionar que inmersa en esta heterogeneidad se encuentra la influencia de los aspectos contextuales sobre la conducta en sí misma. El efecto del contexto que envuelve la realización de este tipo de conductas, generalmente, ha recibido una escasa importancia por parte muchos investigadores (Tanner, 1999) lo que sin duda ha supuesto una clara limitación a los modelos teóricos utilizados para la explicación de la conducta ambiental (Corraliza y Berenguer, 2000; Stern, 1992). Estas limitaciones, generalmente, han llevado a que la conducta ambiental sea definida desde el concepto de “preocupación ambiental” o desde el de “conciencia ecológica”.
Es decir, desde un punto de vista psicosocial el comportamiento ambiental ha sido definido como un conjunto de actitudes, valores y creencias, incluyendo además, las capacidades personales y hábitos con relación al contexto, siendo un gran número de factores los que influyen sobre dicho comportamiento (Berenguer, Corraliza, Martín y Oceja (2001).
Factores que determinan las conductas ambientales.
Hines y cols. (1986) a partir de un meta-análisis de 128 investigaciones han identificado cuatro bloques de variables relacionados con la realización de conductas ambientales:
1o) Factores Sociodemográficos.
La edad, el nivel educativo, el sexo, e incluso el
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