Conocimiento Y Ciencia

“El objeto de conocimiento en mi práctica docente”

“Será a través de los procesos de observación, reinterpretación y transformación de los fenómenos abordados desde diversas perspectivas, que los estudiantes se apropien del saber científico y logren una mayor comprensión del mundo natural y social.”

Para poder entender el presente análisis de la lectura, es necesario aclarar dos conceptos muy importantes ya que son la base del tema, en primer lugar el CONOCIMIENTO, según la real academia de la lengua española, “…es la acción y efecto de conocer”, posteriormente da una acepción en un contexto de la psicología, pero retomo la breve explicación para sintetizar que, no es más que un proceso que se da a través de diferentes factores como físicos, sociales, culturales, teóricos, idealistas, … y existen varias corrientes que tratan de explicar el origen de este proceso, es decir, el origen del conocimiento.

Por otro lado esta el concepto de CIENCIA: entendida como el “…conjunto de conocimientos en desarrollo, que se obtienen mediante los métodos cognoscitivos, y que se reflejan en conceptos exactos cuya verdad se comprueba y demuestra a través de la práctica social".

Teniendo los referentes básicos para desarrollar el tema, me centro en mi práctica docente, que es donde interesa llevar el análisis del tema. Resulta complicado manejar una terminología poco habitual en la ámbito docente, sin embargo aunque no la mencionemos como tal, no estamos desfasados, pues en nuestras aulas llevamos a cabo estos procesos, aun sin saber su concepción, pero si sus implicaciones y propósitos. Claro ejemplo es que somos sabedores que para la obtención del conocimiento es necesaria la intervención de tres elementos:

• Un sujeto que quieres conocer (sujeto cognoscente).

• Un objeto del estudio (objeto de conocimiento).

• El conocimiento.

Traduzco estos tres elementos en un contexto escolar, puesto que en primer lugar tenemos al alumno, seguido de los propósitos establecidos en los planes y programas de estudio; aunque todo lo que nos rodea sea objeto de conocimiento, debemos delimitar el estudio de temas básicos para distintas etapas del sujeto cognoscente y en tercer lugar los contenidos que se deben desarrollar. Para que exista una articulación entre estos tres elementos, es necesario principalmente que el alumno tenga un motivo para aprender. Sea cual fuese éste, desde su propia curiosidad hasta el hecho de querer explicar y buscar respuesta distintos fenómenos a su alrededor, es él responsable de su propio conocimiento. Si bien como docentes tenemos la ardua tarea de darles las herramientas que les permitan tanto despertar el interés en el por qué de las cosas, como el saber utilizar destrezas para observar, experimentar, describir… y explicar la ciencia de estudio.

Desde pequeños los niños tienen la capacidad de asombro, es decir, pueden contemplar con detenimiento ciertos objetos o fenómenos; una muestra de esto es un insecto, al observarlo pueden hacer un sinfín de preguntas que los lleve a una investigación de su hábitat, su estructura física, interna, comportamiento y relación con otros, algo que con el paso del tiempo, vamos perdiendo con la falsa idea de saberlo todo. Retomando la lectura, algunos autores afirman que el origen del conocimiento esta en los sentidos, como en el ejemplo anterior que observa, toca, huele, escucha y en algunos casos hacen uso del sentido del gusto, ya que a cierta edad todo lo llevan a la boca, esto basado en el Positivismo y Neopositivismo ya que no existe conocimiento que no provenga de la percepción.

Otros autores aseguran que el origen del conocimiento inicia al razonarse, y otros mas que depende del azar, si bien ninguna idea es incorrecta, considero que son distintas formas que tenemos de aprender, por ejemplo un bebé se podría decir que ya inicio a razonar por el simple hecho de que sabe que al llorar estará una persona atendiendo sus necesidades. Si bien, nunca terminamos de aprender, cada día experimentamos ya sea con un propósito fijo o de manera casual. Lo mismo pasa en el aula, muy a menudo lo hacemos en Ciencias donde brindamos la oportunidad de que los alumnos formalicen su conocimiento empírico de las cosas, y lo lleven a un conocimiento objetivo (teórico), ya que experimentaron extrayendo de la realidad el fenómeno y pueden comprobar sus hipótesis. Esta idea suele ser muy ambiciosa, pero si se puede lograr, solamente a través de un cambio de pensar, de actitudes y de prácticas, buscando los métodos correctos para poder descubrir ciencia y conocimiento en nuestras aulas. Ya no se vale que como “maestros” dejemos de innovar, no es posible sentarse a que pase el tiempo, estamos en un momento que requiere que seamos mas competentes que rediseñemos nuestra labor, la necesidad de conocimiento va creciendo conforme la sociedad se desarrolla, el conocimiento no es estático como lo explica la corriente idealista.

Voy a retomar algunos ejemplos en mi práctica diaria, en la modalidad de telesecundaria y principalmente en las asignaturas de Ciencias (Biología, Física y Química) dado que son experimentales y hacen uso de modelos teóricos de explicación, y por ende es donde más se muestran algunas corrientes y posturas analizadas en el texto. Desde hace ya algunos años, la sociedad se ha venido preocupando con mayor énfasis en la educación que ofrece nuestro país, ya que no es tabú reconocer que es la base del progreso de México. Sin embargo no se han tomado las mejores medidas para sanar esta problemática educativa. Estamos cayendo en dejar nuestro sistema educativo en una fiel copia de lo que en otros países se hace sin reflexionar que el contexto y características tanto geográficas, culturales, políticas y sociales son muy diferentes.

En una clase de ciencias al elaborar un rehilete

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