Creando Necesidades

CREANDO NECESIDADES... ¿MITO O REALIDAD?

Cuando se aborda el tema de las necesidades humanas, es imposible negar la gran cantidad de debates, postulados y teorías que conlleva esta pregunta inicial. La discusión del tema ha sido de gran utilidad en la aplicación de diversos ámbitos como la psicología, la medicina, la economía y el marketing, entre otros. Las investigaciones suelen considerarlas como el origen de todo lo venidero en el ser humano, sus pensamientos, sus actitudes, sus hábitos y conductas. Ahora para comenzar por lo primero definiré que es una necesidad, deseo y demanda:

Necesidad: Estado en el que se siente la privación de algún satisfactor básico.

Deseo: Anhelar los satisfactores específicos para estas necesidades.

Demandas: Consiste en desear productos o servicios específicos que están respaldados por la capacidad y la voluntad de adquirirlos.

Ya definidos éstos conceptos básicos vamos a un ejemplo cotidiano: cuando tengo hambre, tengo una necesidad ¿cierto?, entonces deseo comer, pero la pregunta es ¿qué voy a demandar?, ¿una lasaña?, ¿un hot-dog?, ¿quizás una hamburguesa?, pero mi paladar desea sushi, y es aquí el inconveniente porque, ¿tengo la capacidad monetaria para comprar sushi? Si la respuesta es no, tendré que buscar otra alternativa más económica, tal vez una pizza. Ahora bien, si tengo la capacidad económica de comprar sushi pero no la voluntad de hacerlo, porque queda muy lejos, tal vez se me antoje un sándwich de Juan Maestro, que queda a una cuadra de la universidad donde estudio.

De lo antes expuesto, es necesario hacer referencia a La Pirámide de Maslow, creada por Abraham Maslow, en su libro A Theory of Human Motivation (1943). Maslow afirma que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, se van desarrollando necesidades y deseos más elevados.

Las necesidades básicas son las que tenemos para sobrevivir: comer, beber, comunicarnos, vestir. Así que cuando las empresas desarrollan un nuevo producto alimenticio, como el ejemplo dado anteriormente, no están creando la necesidad de comer, están satisfaciendo una necesidad con un producto nuevo; cuando las compañías de telefonía despliegan nuevos aparatos telefónicos, no están creando la necesidad de comunicarnos, están ofreciendo nuevas y mejores maneras de satisfacer nuestra necesidad de comunicación.

Las necesidades que siguen tienen que ver con entretenimiento y socialización. Desde aquí, si pensamos que el desarrollo de iPod creó una necesidad estamos completamente errados, ya que lo que iPod hace es satisfacer nuestra necesidad de entretenimiento de una nueva y mejor manera; otro ejemplo claro son las redes sociales como facebook y twitter, las cuales no han creado necesidad, están satisfaciendo nuestra necesidad de pertenencia y de socialización por medio de una plataforma diferente.

En palabras de Juan Parra Romero, la necesidad humana es la sensación de carencia de algo, unida al deseo de satisfacerla. En el caso de García Palomo (2011) en su libro “Neuromarketing Alicia y el Espejo”, comenta que los estímulos buscan hacer conscientes las carencias, convertirlas en necesidades y amplificar éstas para evolucionarlas a deseos, para finalmente convertir la cima del proceso y ejecutar la decisión.

Barberá (1997), en la revista electrónica de Motivación y Emoción-Modelos Explicativos en Psicología de la Motivación, menciona que en su afán por comprender la actividad humana, la Psicología ha asignado a la motivación el cometido de explicar las causas del comportamiento humano, causas que como mencioné anteriormente están estrechamente relacionadas con las carencias.

Para mayor entendimiento, entre los procesos psicológicos básicos, tal vez sean los motivacionales los que se presentan más vinculados con la acción.

Por una parte los modelos de motivación intrínseca mencionan que gran parte de la actividad humana se realiza por el placer que supone o por el interés que su ejecución conlleva. (Berlyne, 1960; citado por Barberá, 1997)

Entonces puedo inferir, que se toma en cuenta las características de la novedad, la complejidad y la imprevisibilidad, que poseen determinadas actividades, en tanto determinantes del interés motivacional. Pero también la investigación psicológica se ha interesado por la motivación intrínseca, que ha indagado sus orígenes dentro del sujeto a través de la autopercepción como personas competentes, eficaces y con determinación para actuar. Por otro lado los modelos de acción incorporan la intencionalidad y la voluntad como aspectos relevantes del comportamiento del hombre.

Investigando en internet, me encontré con un apartado de educación titulado ¿cómo estimular el interés por la ciencia en nuestros hijos e hijas?, en donde se hace mención que la motivación está íntimamente relacionada con el querer hacer, con la fuerza interna que nos impulsa a alcanzar una meta. Napoleón Hill clasificaba esta fuerza interna de dos formas, los motivos positivos y los motivos negativos. En el caso de los positivos, activamos esa fuerza interna para alcanzar nuestros objetivos, pero en el caso de los negativos, esa fuerza nos hace alejarnos. Por lo tanto, puedo decir que la motivación nos impulsa a satisfacer nuestras necesidades.

Es desde aquí, que puedo decir que las necesidades del hombre, suelen ser satisfechas mediante una enorme variedad de artículos existentes en el mercado como cosméticos,

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