Crimen Y Castigo

Hablar es fácil, la comunicación, lo que significa un intercambio o comunión con otro, requiere obviamente una mayor habilidad. Un real intercambio de ideas, una potente comunicación, exige escuchar y hablar con habilidad, es decir, no sólo hablar sin pensar. La comunicación entre personas es tan importante que, de hecho, existe todo el tiempo. Incluso cuando alguien no quiere comunicar, a través de su actitud (algo a lo que llamamos “comunicación corporal”), en la mayoría de los casos ya se encuentra comunicando algo, al dar la impresión que no quiere hacerlo.

En un colectivo humano tan dinámico como lo es el colegio y en particular los cursos de este, el problema de comunicación reboza una increíble importancia, pues, a veces sin darnos cuenta, pecamos de intolerancia frente al resto, es decir, algunos alumnos (en este caso compañeros) se muestran extrañados al darse cuenta que no todos tienen los mismos gusto que en lo personal tienen cada uno, que no todos sus compañeros mantienen los mismos hábitos ni costumbres, por lo que cada vez se vuelve más difícil aprender a convivir en esta “comunidad escolar”, pues no somos capaces de convivir junto a los demás teniendo en cuenta que no todos piensan igual a ti ni menos tienen los mismos ideales, por lo que se forman grupos y/o excluyen a otros, por lo que en estos casos es necesario aprender a relacionarnos de una forma efectiva para aprender a aceptar la diversidad y no cerrarse a lo que es igual y/o similar a mí, ya que todos tenemos grandes cosas por aportar.

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