Desarrollo De Conductas Responsables
Enviado por jobs7 • 19 de Septiembre de 2013 • 7.719 Palabras (31 Páginas) • 374 Visitas
DESARROLLO DE CONDUCTAS RESPONSABLES DE 3 A 12 AÑOS
Desarrollo de conductas responsables de tres a doce años
Textos:
M.ª Asunción Fernández Díaz
José Luis Idoate Iribarren
M.ª Carmen Izal Mariñoso
Irene Labarta Calvo
Edita:
Gobierno de Navarra. Departamento de Educación y Cultura
Ilustraciones y maquetación:
Amaia Vidart
Imprime:
ISBN: 85-235-2389-6
D.L..:
Promociona y distribuye:
Fondo de Publicaciones del Gobierno de Navarra
Departamento de Presidencia, Justicia e Interior
Navas de Tolosa, 21
31002 Pamplona
Tfno.: 948 427121
Fax: 948 427123
Correo electrónico: fpubli01@cfnavarra.es
www.cfnavarra.es
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índice
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Introducción
¿Qué es la responsabilidad?
Aspectos evolutivos
Consejos para los niños y niñas
Pautas para padres y madres
Aprender a tomar decisiones
Establecimiento de límites
Resumen y conclusiones
Cuestionarios
Anexo
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Es muy frecuente oír a madres y padres cosas como
"En casa no hace nada."
"Se le olvida todo."
"Si no estoy encima, no estudia."
"Tiene su cuarto como una leonera."
Todo esto puede deberse a que los hijos no hayan tenido oportunidad de aprender actitudes responsables
apropiadas a su edad o que, por sus características, se hayan resistido a asumir esas responsabilidades que les
corresponden.
La cantidad y variedad de situaciones que se dan y la importancia de este aspecto de la educación para el
equilibrio personal de nuestros hijos e hijas nos han animado a publicar este documento.
No se trata de un manual de consulta ni tampoco de un mero punto de referencia para comparar el desarrollo
de nuestro hijo o hija con datos estadísticos. Además de esto, pretende servir como instrumento de análisis
y reflexión tanto para padres y madres como para hijos e hijas en el proceso de adquisición de conductas
responsables.
INTRODUCCIÓN
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¿QUÉ ES LA
RESPONSABILIDAD?
Educar es ayudar a la persona a alcanzar la capacidad de ser independiente, de valerse por sí misma, de
tomar decisiones, de hacer uso de la libertad desde el conocimiento de sus posibilidades, y esto no se improvisa:
es un proceso largo y costoso, que se inicia en la familia y tiene su continuidad en la escuela y otros
ambientes sociales.
La responsabilidad es la capacidad de asumir las consecuencias de las acciones y decisiones
buscando el bien propio junto al de los demás.
Los niños deben aprender a aceptar las consecuencias de lo que hacen, piensan o deciden. Nadie nace responsable.
La responsabilidad se va adquiriendo, por imitación del adulto y por la aprobación social, que le
sirve de refuerzo.
El niño siente satisfacción cuando actúa responsablemente y recibe aprobación social, que a su vez favorece
su autoestima.
Educar en la responsabilidad no es tarea fácil. Se consigue solo mediante el esfuerzo diario de padres y educadores,
pero la recompensa de grande: educar adultos responsables.
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Puede hacer algunas tareas bajo el control
del adulto. Todavía no comprende
lo que hace bien o mal y obra de acuerdo
a mandatos y prohibiciones porque
no posee autocontrol.
Colabora con el adulto en ordenar y
guardar sus zapatillas, su pijama, regar
las flores y hacer algunas tareas concretas
como poner y recoger las servilletas, etc.
No es fácil saber qué se puede exigir a un niño o hasta dónde es capaz de actuar de un modo responsable y
adecuado a su edad pero, teniendo en cuenta las distintas etapas de su desarrollo, podemos señalar los
siguientes niveles de capacidad:
ASPECTOS
EVOLUTIVOS
Observa la conducta del adulto y la
imita. Actúa en función del premio o el
castigo. Ya va siendo capaz de controlarse
y de tener orden en sus cosas.
Colabora en guardar juguetes y los
debe recoger. Puede poner algunas
cosas fáciles en la mesa como el plato y
los cubiertos, etc. Se desnuda solo y se
viste con ayuda. Aprende a compartir
las cosas y a esperar su turno. Muestra
interés creciente por jugar con otros
niños.
Entre dos y
tres años
Entre tres y
cuatro años
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Sigue observando e imitando al adulto.
Necesita que le guíen pero tiene deseos
de agradar y servir y por eso suele tener
iniciativas responsables como vestirse,
recoger sus juguetes, controlarse en un
espectáculo, etc. Ya puede dársele alguna
responsabilidad: poner la mesa, ocuparse
de algún recado dentro del entorno
familiar. Puede cuidar a hermanos
pequeños durante algún rato, estando
un adulto cerca. Debe dejar ordenados
los objetos que usa. Es bastante autónomo
en la comida y en su cuidado personal
se calza, se lava y va al baño solo.
Acepta los turnos en el juego, aunque
no siempre los respeta. Suele asociarse
con dos o tres niños para jugar y entabla
las primeras amistades.
Ya ha aprendido bastantes conductas y, aunque necesita que la persona adulta le diga lo
que debe o no debe hacer, conviene presentarle dos opciones, para que elija. Puede ser
responsable de tareas domésticas sencillas: limpiar el polvo, recoger la mesa, preparar su
ropa para vestirse, buscar lo que necesita para una actividad concreta. No hay que olvidar
que el niño sigue imitando y que es exigente en la aplicación de la norma para todos. Le
agrada ayudar y cumplir encargos y recados sin cruzar la calle o pasar por lugares peligrosos.
Juega en grupos de tres o más y sigue reglas sencillas. Intenta ser autónomo y puede
rebelarse frente a las presiones de los adultos en asuntos como disciplina, autoridad y normas
sociales. A partir de los cinco años comienza a despertar la intencionalidad, asimila
algunas normas y se comporta de acuerdo con ellas.
Entre cuatro
y cinco años
Entre cinco
y seis años
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Con control y ayuda para evitar descuidos involuntarios, puede y debe prepararse los
...