EL ALCOHOL COMO FACTOR DESENCADENANTE DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

EL ALCOHOL COMO FACTOR DESENCADENANTE DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

ANGELA BIBIANA RAMIREZ MUÑOZ

La violencia intrafamiliar es un fenómeno que en la actualidad se ha incrementado notablemente en nuestra sociedad debido a muchos factores, uno de ellos es el alcohol como desencadenante de la misma. Resulta difícil creer que siendo la familia el núcleo principal para el adecuado desarrollo de los niños y niñas que allí conviven, se convierta en un hogar basado en la violencia y el maltrato por parte de alguno de sus integrantes debido al abuso en el consumo de alcohol.

Entenderemos la violencia Intrafamiliar como aquella violencia que tiene lugar dentro del núcleo familiar, ya sea que el agresor conviva o haya convivido en el mismo domicilio, y que comprende maltrato físico, psicológico, abuso sexual, violación, entre otros.

Según el DSM IV Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (1995), a la violencia intrafamiliar, se le denomina Problemas de relación. Se pueden diagnosticar como "Problemas paterno – filiales", "Problemas conyugales" y "Problemas de relación entre hermanos", que determinen deterioro clínico significativo de la actividad individual o familiar o a la aparición de síntomas en uno o más componentes. También figuran los "Problemas de relación no especificados" cuando no pueden ser clasificables en ninguno de los ítems anteriores.

Tener que convivir diariamente con una miembro de la familia alcohólico es un drama que viven muchas familias colombianas, es estar batallando en todo momento con esta problemática que deja secuelas en los integrantes de la familia, que aparte de tener que soportar la carga emocional que ésta genera, también pasan a ser víctimas del maltrato.

Es necesario saber que el alcoholismo es una adicción, entendiendo a ésta como la incapacidad para controlar el consumo de debidas alcohólicas, llegando a interferir de manera significativa tanto en la salud física como psicológica del individuo, afectando el normal desarrollo en todos y cada uno de los aspectos de su vida como son el personal, familiar, laboral, social y a nivel general, en todo lo que lo rodea.

La Organización Mundial de la Salud plantea: “el alcoholismo es un trastorno conductual crónico manifestado por ingestas repetidas de alcohol, excesivas, respecto a las normas dietéticas y sociales de la comunidad y acaban interfiriendo la salud o las funciones económicas y sociales del bebedor”. (OMS, 1976).

Las personas que tienen este tipo de problema no son consientes del daño que se hacen y mucho menos del que le está haciendo a sus familiares; las víctimas de las personas alcohólicas suelen volverse individuos frustrados y con una baja autoestima, ya que reciben maltrato por parte de un persona que es importante para ellos y que en vez de ser valorados, honrados, y de tener una adecuada educación, lo que están viviendo es un constante abuso, maltrato y todo aquello que no aporta nada bueno a la integridad de cualquier ser humano.

En el DSM IV Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (1995), encontramos una serie de trastornos relacionados al consumo del alcohol, como Intoxicación, Abstinencia, Delirium por intoxicación, Delirium por abstinencia, Demencia persistente, Trastorno amnésico persistente, Trastorno psicótico con ideas delirantes, Trastorno psicótico con alucinaciones, Trastorno del estado

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