EL ENCEFALO HUMANO
Enviado por hiaras • 31 de Octubre de 2013 • 3.743 Palabras (15 Páginas) • 461 Visitas
UNIVERSIDAD POPULAR AUTONÓMA DE VERACRUZ..
ENFERMERIA.
MATERIA:
PSICOLOGÍA
TEMA.
TRABAJO DE EXPOSICIÓN
EQUIPO 3
CATEDRÁTICA.
PRAFRA. BELINDA SCHETTINO DOMINGUEZ
PRESENTAN.
SARAI MARTÍNEZ DÍAZ.
MARIA DE LOS REMEDIOS VAZQUEZ RUIZ.
EVA MARIA GUZMAN ELIZALDE.
KARINA ISLAS CELESTINO.
MARCO ANTONIO BECERRA HERNÁNDEZ.
GRADO.
“402”.
NOGALES, VER. 06 DE ABRIL DEL 2013
LÓBULOS
Los diferentes lóbulos de los hemisferios cerebrales se especializan en funciones diferentes:
El lóbulo occipital.-situado en la parte posterior de los hemisferios cerebrales recibe y procesa la información visual. El daño al lóbulo occipital puede producir ceguera o alucinaciones visuales (BENICZKY ET AL., 2002).
El lóbulo temporal.-localizado delante del lóbulo occipital, aproximadamente detrás de la sien, juega un papel importante en las tareas visuales complejas como el reconocimiento de rostros. El lóbulo temporal también recibe y procesa información de los oídos, contribuye al balance y al equilibrio, y regula emociones y motivaciones como la ansiedad, el placer y la ira.
Además, se cree que la capacidad para entender y comprender el lenguaje se concentra principalmente en la parte posterior de los lóbulos temporales, aunque parte de la comprensión del lenguaje también tiene lugar en los lóbulos parietal y frontal (OJEMANN, LETTICH Y BERGER, 1989)
El lóbulo parietal está alojado en la parte superior posterior de cada hemisferio. Este lóbulo recibe información sensorial de todo el cuerpo: de los receptores sensoriales en la piel,, los músculos, articulaciones, órganos internos y papilas gustativas. Los mejores de esos receptores sensoriales son registrados en la corteza somato sensorial primaria. El lóbulo parietal también parece supervisar las habilidades espaciales, como la habilidad de seguir un mapa o decirle a alguien como ir de un lugar a otro (A.COHEN Y RAFFAL, 1991).
El lóbulo frontal.-situado justo detrás de la frente, representa aproximadamente la mitad del volumen del encéfalo humano, pero sigue siéndola parte más misteriosa del encéfalo. El lóbulo frontal recibe y coordina mensajes de los otros tres lóbulos de la corteza y parece seguir la huella de los movimientos previos y futuros del cuerpo. Esta habilidad para monitorear e integrar las tareas complejas que se están realizando en el resto del encéfalo ha llevado a algunos investigadores a conjeturar que el lóbulo frontal funge como “centro ejecutivo del control “para el encéfalo (KIMBERG,D’ESPOSITO Y FARRA,1997;WALTZ ET AL.,1999).La investigación reciente también indica que la corteza pre frontal lateral(aproximadamente por encima del borde exterior de las cejas)es la parte del encéfalo con mayor participación en una amplia gama de tareas de solución de problemas, incluyendo la respuesta a preguntas verbales y espaciales en las pruebas de CL(DUNCAN ET AL .,2000).
La sección del lóbulo frontal conocida como corteza motora primaria desempeña un papel central en la acción voluntaria. El lóbulo frontal también parece desempeñar un papel clave en las conductas que asociamos con la personalidad, incluyendo la motivación, la persistencia, el efecto (respuestas emocionales),el carácter e incluso la toma de decisiones morales(GREENE Y HAIDT,2002).
Hasta hace poco nuestro conocimiento sobre los lóbulos frontales se basaba en la investigación realizada con animales, cuyos lóbulos frontales estaban relativamente poco desarrollados, y en estudios de casos raros de personas con daño en el lóbulo frontal.
Un caso famoso, que implico un extraño accidente, fue reportado en 1848.Phineas Gage, el capataz de una cuadrilla de construcción de ferrocarriles, cometió un error mientras usaba una carga explosiva en polvo. Un hierro apisonado de 1.20 metros de largo y ¼ de pulgada de grueso le al doctor y sufrió pocas repercusiones físicas. Su memoria y sus habilidades parecían tan buenas como siempre. Sin embargo, Gage mostro cambios importantes en su personalidad. Después de ser un compañero amistoso, considerado y un trabajador estable, se volvo cada vez más blasfemo e irreverente, perdió el interés en el trabajo y empezó a cambiar de empleo con frecuencia, los cambios en la personalidad de Gage fueron tan radicales que en opinión de sus amigos, ya no era el mismo hombre.
ESPECIALIZACIÓN HEMISFÉRICA
• El cerebro consta de dos hemisferios cerebrales separados. La conexión principal entre los hemisferios izquierdo y derecho es una banda gruesa, en forma de listón, de fibras nerviosas bajo la corteza llamada el cuerpo calloso, operando gracias a esta de manera coordenada.
Pero la investigación sugiere que los hemisferios cerebrales en realidad no son equivalente, la evidencia más notable de esto proviene de las pacientes con "cerebro dividido". En algunos casos de epilepsia severa, los cirujanos cortan el cuello calloso para detener la propagación de ataques epilépticos de un hemisferio a otro.
Las convulsiones de los pacientes se reducen y, en ocasiones, se eliminan, quedando los dos hemisferios funcionalmente aislados; en efecto, su cerebro derecho no sabe lo que hace su cerebro izquierdo y así viceversa.
La explicación para esos resultados inusuales se encuentran en la forma en que opera cada hemisferio del cerebro. Al cortar el cuerpo calloso, el hemisferio izquierdo solo recibe información del lado derecho del cuerpo y de la mitad derecha del campo visual, obteniendo como resultado pudiendo acoplar un objeto mostrado en el campo visual derecho con información recibida por el tacto de la mano derecha, pero no tiene conciencia.
Como resultado, cuando un objeto se encuentra en el campo visual izquierdo, el hemisferio derecho no verbal puede verlo pero no nombrarlo. En contraste el hemisferio izquierdo verbal, no puede ver un objeto en esta ubicación, de modo que cuando se le pregunta que ve, responde que no hay nada en la pantalla.
• Los lóbulos frontales de los hemisferios también pueden influir en el temperamento de maneras distintivas. Las personas cuyo lóbulo frontal izquierdo es más activo que el derecho tienden a ser más alegres, sociables, vivaces y confiadas en sí mismas, mientras que las personas con más actividad del lóbulo frontal derecho son más proclives a estresarse, asustarse y molestarse por cosas desagradables. También tienden a ser más suspicaces y depresivas.
Las diferencias entre los hemisferios pueden ser mayores
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