EL EXPERIMENTO DE LA CÁRCEL DE STANFORD

Según Elliot Aronson, la psicología social es el estudio de las influencias que las personas tienen sobre las creencias o la conducta de los otros. Sobre esta temática se han realizado infinidad de estudios, aunque hay pocos que sirven de referencia como los siguientes, sea tanto por su valiosísimo interés científico como por su dificultad de réplica en nuestros días. Entre estos experimentos capitales de la psicología social, tenemos el de Solomon Asch, el de Milgran y el objeto de este ensayo, el de la cárcel de Stanford, elaborado por el profesor Philip Zimbardo. Este psicólogo italoamericano es uno de los referentes de la psicología actual, investigando con gran acierto el poder avasallador que tienen determinadas situaciones, y la importancia de los factores externos en las actuaciones de las personas.

El experimento de Solomon Asch sobre la conformidad y la influencia social y su relación con el experimento de la cárcel de Stanford

Los estudios realizados por Solomon Asch en los años 50, aportaron relevantes datos sobre el comportamiento de las personas ante la presión social. Básicamente ilustra la presión social sobre el individuo. El diseño experimental consistía, a grandes rasgos, en que Asch pedía a los participantes que respondiesen a unos problemas y ejercicios de percepción. Concretamente solicitaba que los sujetos indicasen, en un conjunto de tres líneas de diferente tamaño, cual de ellas se asemejaba más a una línea estándar o de prueba. Aunque las líneas eran iguales, los ganchos del grupo convencían al individuo de que no. El individuo no solamente era capaz de cambiar su percepción, sino que estaba lo suficientemente inducido como para intentar convencer al grupo que entraba con posterioridad. Este trabajo pone de relieve la gran influencia que tiene el pensamiento de los otros sobre nuestra elaboración de creencias y opiniones.

Tras este experimento, queda claro que las personas tienen dos necesidades que quedan demostradas; la cognitiva y la de necesidad de afiliación. En el primer caso, la cognitiva, en muchos casos las personas se someten a la presión del grupo en cuanto al “yo estoy equivocado”. Son manipulables y con poca confianza en sus propios pensamientos, esto hacía que se conformaran con el punto de vista grupal. En el segundo, la necesidad de pertenecer a un grupo y encajar, sobrepasa muchas veces el límite de independencia del individuo. Es el paradigma de la presión grupal hacia el individuo.

En relación a esta presión grupal y su gran influencia en las personas, hace poco se hizo un experimento en Grecia. Unos investigadores se dieron cuenta que, al ir a buscar a sus niños a la guardería, siempre había algunos que llegaban tarde, con las consecuentes molestias para las educadoras. Idearon un sistema de sanciones para la demora de esos ocupados padres. Lo que pasó fue que al tener que pagar solamente una sanción, muchos más padres llegaban tarde. Esos individuos no tenían problema en pagar una sanción, pues ahí acababa su responsabilidad, mientras que cuando la presión del grupo de otros padres y educadores era la ejercida, sentían muchísima más responsabilidad y eran pocos los que llegaban tarde. Tuvieron que volver al antiguo sistema.

Este experimento fue uno de los primeros inspiradores en materia de psicología social. Sus hallazgos fueron muy importantes para los posteriores de Milgran y Zimbardo. La maleabilidad de las personas en un entorno determinado y roles específicos de los ganchos hacían cambiar la percepción de los investigados, renunciaban a su mismidad. En el experimento de la cárcel de Stanford también observamos este efecto. Los individuos sometidos a determinados factores externos y roles se deshumanizaban hasta el punto de cambiar completamente su sistema de creencias y valores. Asch mostró que en algunos casos somos fácilmente manipulables, ya que si en algo objetivo como decir que dos líneas son iguales podemos cambiar nuestra impresión por la presión del resto, cuan fácil podría

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