El experimento de la cárcel de Stanford.
Enviado por tinyitana • 20 de Noviembre de 2016 • Trabajo • 2.037 Palabras (9 Páginas) • 806 Visitas
El experimento de la cárcel de Stanford
Pregunta y objetivo de investigación
Philip Zimbardo, celebre profesor de psicología en la Universidad de Stanford, llevó a cabo en el verano de 1971 un sencillo pero a la vez complejo experimento psicológico, su objetivo principal era la observación de la reacción de un grupo de personas ante una situación que podemos calificar de límite, con ello quería poner de manifiesto la frágil y delgada línea que separa el bien del mal.
Para ponerlo en marcha contó con una subvención de la Oficina de Investigación Naval del gobierno de los Estados Unidos, que trataba de encontrar una explicación a los conflictos que tenían lugar en sus prisiones y en el del Cuerpo de Marines. El dinero de dicha beca se emplearía para financiar todos los gastos que se generarían en las dos semanas que duraría el proyecto.
Este celebre estudio psicológico llamado “The Stanford Prison Experiment” buscaba estudiar la influencia de un ambiente extremo y hostil, la vida en prisión, en las conductas humanas. Lo que iba a ser una prueba de conducta y resistencia humana acabo convirtiéndose en un perverso experimento donde tuvieron lugar numerosas acciones crueles y sádicas.
Philip Zimbardo baso el experimento en las siguientes cuestiones: ¿Qué sucede cuando se pone a personas buenas en un sitio malo? ¿La humanidad gana al mal, o el mal triunfa?
Método utilizado: Tipo de diseño, justificando la respuesta. Descripción de las características de la muestra. Pasos del experimento. Resultados: Describir brevemente los resultados del experimento de Zimbardo.
Para poder llevar a cabo el proyecto y dar con la solución a las distintas cuestiones que se habían planteado se publicó un anunció en los diarios ofreciendo una gratificación de 15 dólares diarios a todo estudiante que quisiese formar parte del experimento donde se simularía una prisión. Sesenta estudiantes respondieron al anuncio pero solo veinticuatro fueron seleccionados. Estos veinticuatro estudiantes fueron seleccionados tras realizar una serie de test en los que se debía de descartar cualquier problema psicológico, personal o médico. Tampoco debían de tener un historial criminal. Los elegidos eran predominantemente blancos, jóvenes, de clase media, y todos estudiantes universitarios. La selección se llevó a cabo de esta forma con el fin de obtener una muestra representativa del hombre joven, común y corriente.
Existe cierta ambigüedad en cuanto al método utilizado, ya que a veces se le denomina como estudio o trabajo de campo y otras como experimento a la hora de presentar este trabajo. En mi opinión este experimento (por así llamarlo) se encuentra a caballo entre el estudio de campo y e método experimental utilizando algunas características de ambos. Un estudio de campo ya que la finalidad principal era la de observar el comportamiento espontáneo de los jóvenes en un ambiente ya establecido (prisión simulada).Un método experimental ya que los jóvenes fueron trasladados a un entorno artificial, a un especie de laboratorio, donde se crearon una serie de condiciones para ser observados.
Lo que sí está claro es que se recurrió a un método que podemos calificar de situacional, es decir, se diseñó en los sótanos de la Universidad de Stanford una especie de cárcel y se pidió a esos veinticuatro jóvenes que participaran. Se buscaba observar sus reacciones y para ello se les distribuyó al azar en el grupo de guardias o presos. Se instauraron varios medios para hacer más creíbles los roles de los participantes. Los guardias llevaban uniformes comprados en un almacén militar, se le había provisto de porras y utilizaban gafas de sol de espejo, para evitar el contacto visual. Trabajaban por turnos, y podían volver a casa después del trabajo. A los presos se les desnudó y obligó a vestir todos la misma prenda, una bata sin ropa interior, nada más entrar al sótano del edificio del Departamento de Psicología de la universidad, lugar donde se habían habilitado unas celdas, como si de una verdadera cárcel se tratase. Se les llamaría por los números que tenían cosidos al uniforme en vez de por sus nombres. También se les obligó a usar medias en la cabeza para que pareciese que tenían las cabezas rapadas. Por otro lado, llevarían una cadena alrededor del tobillo para recordar constantemente su encarcelamiento.
El 14 de agosto de 1971 varios miembros de la policía del departamento de Palo Alto se trasladaron a las distintas casa de los jóvenes a los que se les había otorgado el rol de presos . El dispositivo se llevó de tal forma que todo pareciese real (se les fichó y se les vendó los ojos).
Una vez dentro de la prisión, el doctor Zimbardo recomendó a los guardias una serie de mecanismos y prácticas orientadas a promover una serie de sentimientos similares a los que se experimentan en una cárcel de verdad: “Podéis crear en los Presos sentimientos de aburrimiento, un sentimiento de miedo hasta cierto puntos, podéis crear una noción arbitrariedad, en el sentido de que nosotros, el sistema, vosotros y yo, contralamos por completo sus vidas, y que van a verse privados de toda intimidad…Carecen de libertad de acción, no pueden hacer nada ni decir nada que nosotros no permitamos. Nosotros vamos a despojarles de su individualidad de diversas formas. En general, todas estas prácticas van a producirles un sentimiento de pérdida de poder. Es decir, en esta situación nosotros vamos a tener todo el poder y ellos no van a tener ninguno” (Zimbardo, 1989).
Rápidamente el experimento tomó un rumbo no previsto, los presos llegaron hasta el punto de aceptar un trato humillante por parte de los guardias, que les imponían castigos físicos, ejercicios forzados y complicados y establecieron entre otros como privilegio ir al lavabo. Con el transcurso del tiempo los guardias aumentaban su nivel de sadismo, inventando toda clase de humillaciones posibles.” El abuso, la agresión y el placer sádico en humillar a los presos se había convertido en una norma “(Kindsein., 2007, ¿Por qué los chicos "buenos" hacen cosas malas?).
Los presos por su parte pasaron de rebelarse a someterse por completo a la voluntad de los guardias, se mostraron sumisos, dependientes, depresivos y pasivos. Un sentimiento de impotencia reinaba en ellos. Al final varios de los presos presentaban graves trastornos emocionales.
Todos los participantes habían internalizado sus roles tanto es así que hasta el propio doctor Zimbardo había pasado de ser profesor a superintendente de la prisión de Stanford.
Zimbardo decidió cancelar el experimento antes de tiempo, seis días después de su puesta en funcionamiento cuando Christina Maslach, doctorada de Stanford, que había sido invitada para entrevistar a los guardias y presos denuncio lo que estaba ocurriendo ahí dentro.
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