EL GRITO DE LOS NIÑOS
Enviado por cbta18 • 19 de Marzo de 2014 • 571 Palabras (3 Páginas) • 292 Visitas
EL GRITO DE LOS NIÑOS
Con facilidad olvidamos nuestra infancia, aquellos momentos, que sentíamos que nos herían, aquel miedo, la incomprensión, la inseguridad, etc., alguna vez escuchamos el grito de los niños, otras no, porque los niños piensan en silencio. Recuerda tu infancia, y ahora con tu experiencia comprenderás más a tus hijos.
No los maltrates, porque ellos son la viva presencia de Dios.
Mira sus ojos, tan puros, y sus miradas tan tiernas. Mira sus ojos, tan limpios y transparentes, ventanas vivas y abiertas donde vemos la presencia de Dios. ¡Qué linda inocencia! Su pureza, la blancura de su alma. Qué responsabilidad como padres, qué compromiso tan grande el Señor nos ha encomendado.
Ve a tu alrededor y cuando pases por las calles: ¡Qué triste! Cuántas caritas de Cristo sufriente.
¿Cuántas veces golpeó a Cristo en estos niños?
¿Qué estoy haciendo por ellos?
Papá, mamá, les hago esta invitación: comprendan más a sus hijos.
Cuando no les dan el cariño, el amor y comprensión ¿Qué pasa? Poco a poco los perderán y buscará quién los comprenda, esto significaría alejamiento.
EL GRITO DE LOS NIÑOS Y EL SILENCIO ES:
-Papá llega borracho y golpea a mamá y nos grita a todos…
-Cuando ellos pelean y hablan de divorcio…
POR FAVOR PAPÁ, MAMÁ:
“Mis manos son pequeñas y por eso se me derrama la leche aunque no quiera”.
“Mis piernas son cortas, por favor, espérenme y caminen más despacio, así puedo andar contigo”.
“No me peguen en las manos cuando toco algo lindo y de color brillante. Es que quiero aprender”.
“Por favor, mírenme cuando les hablo. Así sé que me están escuchando”.
“No me regañen todo el día… Déjenme equivocar sin hacerme sentir estúpido”.
“No esperen que el dibujo que pinte sea perfecto… Ámenme por haber tratado de hacerlo bien”.
“Recuerden que soy un niño, no un adulto pequeño… A veces no entiendo lo que me dicen”.
“Les quiero tanto, por favor ámenme por lo que soy, no por las cosas que hago”.
“No me rechacen cuando estén molestos conmigo y vengo a darles un beso… Me siento solo, abandonado y con miedo”.
“Cuando me gritan, me asusto… Por favor, explíquenme que he hecho”.
No se enfaden cuando en la noche las sombras y la obscuridad me dan miedo, y me despierto y les llamo. Sus brazos son lo único que me devuelve la paz”.
“Cuando vamos a las tiendas no suelten mi mano… Temo perderme y que no me encuentren jamás”.
GRACIAS PAPÁ, GRACIAS MAMÁ POR ENTENDERME
“Me siento muy
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