EN MEDIO DE LA DESESPERACIÓN
Enviado por nataliasg1234 • 20 de Septiembre de 2022 • Informe • 1.414 Palabras (6 Páginas) • 39 Visitas
Universidad del Valle
Crónica
[pic 1] Natalia Sánchez Granados
Estudiante de Octavo semestre de Licenciatura en Literatura en la Universidad del Valle de la sede Palmira
Universidad del Valle
Licenciatura en Literatura
Natalia.sanchez.granados@correounivalle.edu.co
EN MEDIO DE LA DESESPERACIÓN
Con tan solo tres años no olvido el rostro de mi madre al escuchar mi llanto y súplica, para que me llevara a su lado, no lo entendía en ese momento, pero ella solo quería protegerme de todo el mal que había a su alrededor. Soy hija de dos padres separados, mi infancia la viví de hogar en hogar. A veces pienso que para ser tan pequeña recuerdo con muchos detalles cada momento de mi vida. Mi padre, un hombre que nunca mostró interés por mí y una madre que no podía estar conmigo. Mi mamá seguía todos mis caprichos, siempre he sido llorona, así que ella me consentía cocinando lo que me gustaba, no le reprocho nunca lo que hizo, era mejor sacrificar a uno que a tres.
Una noche en casa de mi madre, siento como un pene roza mi espalda y se moja en ella, manos gruesas que recorren mi pequeño cuerpo, al sentir esto grito:
- ¡MAMÁ!, mi padrastro no me deja dormir. Al despertar me doy cuenta que no era él, por más ganas que tenía de mí, era su hermano Noel ¡Ánima Bendita!, el que rogó para que mamá me llevara a vivir con ellos.
Un minuto más en casa de mamá y podría suceder lo peor. Así que me llevan a vivir con mi abuela materna, una mujer que cuando caía la noche no dejaba que nadie se asomara a la ventana. Al estar allí, mamá se enferma, dura un año así, con un cáncer que fue acabando con su vida, menos con su cabellera, que estuvo intacta hasta el día de su muerte.
Mis hermanos y yo estuvimos en los últimos días con ella, incluso nos daba la bendición y se sumergía en llanto.
Antes de ella morir deja en claro que mi abuela materna siguiera a cargo de mí y que nunca dejaran que me fuera con mi padrastro o con la familia de papá, supongo que eran malos.
Al morir, mis hermanos se van con su padre, ellos rogaban que fuera con ellos, pero no podía, no se imaginaban lo que podría suceder, ni se lo imaginarán, nunca me he atrevido a contárselos, por más que me digan que soy una mala hermana.
Al cumplir mis 11 años, mi abuela se enferma, así que mis abuelos paternos deciden que me vaya a vivir con ellos. Dios Santo, que miedo me daba irme, siempre mamá hablaba mal de ellos, quien sabe que me puedan hacer, pero tocó, no estaba estudiando y ellos eran los únicos que me podían ayudar.
Mis abuelos, me brindaron el amor que hace mucho no sentía y buscan la manera de ponerme a estudiar, no había mucha riqueza, pero había amor que es lo importante, ellos me daban un regalito en cada navidad. Vivíamos con mi tío Eduardo un hombre que siempre fue muy loco, era increíble que me respetaba aun cuando a toda la familia le producía miedo.
Mi padre no ha sido malo a pesar que un día sola me dejo, tengo muy pocos recuerdos de él, entre ellos cuando visitaba a mis abuelos, pero especialmente a su papá, a la mamá no le prestaba mucha atención, era conductor de buses muy conocido como la Garza, por lo alto, es un hombre importante para mí, aunque nunca mostró interesarse por mi bienestar. Siento que me odia y no entiendo sus motivos.
Ya vieja decidí ir en busca de él, había escuchado que estaba enfermo y quería saber cómo estaba, vive en Palmira, fui con mi hija mayor, caminamos mucho buscando la casa, cuando por fin dimos con ella, sentía el corazón a mil, el dudo mucho en salir, lo esperamos bastante, pero cuando por fin se decidió dijo:
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