ENSAYO SOBRE PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD

Breve cariz histórico-genésico de la psicología de la personalidad

Presentación

   La antigüedad griega le endilgó  el vocablo de persona a la máscara que usaban los actores en los teatros para identificarse con alguien en particular en ese momento. Cuando los actores utilizaban esta máscara, actuaban de acuerdo al personaje que representaban, bien sea un mortal, un semidiós o un dios de su cultura pagana. Es así que el concepto de persona deriva, por consiguiente, la palabra personalidad. Con este origen de la tragicomedia  griega  comienza a pergeñarse la noción de la personalidad, entendida por ésta como lo que determina quién es cada quien y cómo nos manifestamos donde nos desenvolvemos en el gran teatro de la vida. Es por ello que la personalidad lo constituyen las razones   que inducen  a un ser humano  a desplegar una conducta, a provocar un actuar, un sentir, un pensar y un desenvolverse y un interactuar en su entorno. Desde el inicio, desde el nacimiento, desde la primera etapa de vida de cada persona  ya tiene configurada su propia personalidad, aunque ésta no sea determinante sino más bien, un asomo, un atisbo del recién nacido que hace referencia a ciertas características propias, que con el tiempo y con el influjo de diferentes factores se irá estructurando y modificando. Las destrezas de un individuo y su incorporación a los diferentes grupos sociales dependerán de la personalidad que despliegue, y ésta permanecerá en el tiempo de acuerdo a distintas circunstancias. Ahora bien lo que nos proponemos en este ensayo es desarrollar modestamente los aspectos históricos y genésicos de la Psicología de la Personalidad, desde el cariz más incipiente hasta las propuestas  más importantes y diversas Teorías de la Personalidad que han impactado en la Psicología en todo su proceso histórico de formación.

Raíces y génesis de la psicología de la personalidad.

  Las primeras noticias que se tienen en la historia de la psicología de la personalidad surgieron de la sugerencia que hiciera Hipócrates entre el año 460 y 357 antes de Cristo, sobre un modelo de personalidad basado en lo que actualmente se conoce como tipología, la cual clasifica todas las conductas en categorías denominadas tipos. Hipócrates hizo la primera clasificación determinada por el sistema nervioso y por la influencia endócrina. Los cuatro temperamentos del ser humano son: Sanguíneo, Colérico, Melancólico y Flemático. De manera, que la personalidad comenzó a determinarse y a explicarse de manera más objetiva, sin embargo, esta categoría de Hipócrates aún carecía de la veracidad científica que necesitaba un estudio relacionado con la personalidad, empero funcionó como base previa para la siguiente clasificación: Introvertido, extrovertido, racional y emocional.

  Muy lejos de esa época prístina y clásica llegó la biotipología de Ernst Kretschmer   y biotipología de William Sheldon. Ambos difieren en el punto de partida usado por cada autor, mientras que Ernst Kretschmer expone su tesis basado en el desarrollo de las líneas verticales y horizontales del cuerpo humano. William Sheldon basa su tesis en el blastodermo (célula) presente en el embrión humano. Kretschmer la clasifica la personalidad en somáticas y psíquicas; las somáticas: leptosómicos, son tímidos, sensibles y retraídos; pícnicos, son enérgicos y fuertes; atléticos, son  sociables y vivarachos. Los que no estaban en este último grupo los incluyó en un nuevo grupo: los displásicos: son los casos de anomalías constitucionales como: enanismo y gigantismo; los casos extremos de los otros tipos y los tipos mixtos imposibles de clasificar. Las psíquicas son: los esquizotímicos son aislados, bipolar, indiferentes y fríos, callados y reservados; los ciclotímicos son prácticos, sociable, abierto, cordial y a veces con ciclos contrarios, tristes, cerrados. Los gliscrotímicos son sujetos poco flexibles; pueden ser apáticos o impulsivos. En el caso de William Sheldon este clasifica sus tipos como endomorfo, corresponde al tipo pícnico de Kretschmer; mesomorfo,  corresponde al tipo atlético de Kretschmer; ectomorfo, corresponde al tipo leptosómico de Kretschmer. Además de esta clasificación elaboró otra tipología de tipo temperamental: viscerotoníco, corresponde al ciclotímico de Kretschmer; somatotoníco, Corresponde al gliscrotímico de Kretschmer; cerebrotoníco  Corresponde al esquizotímico de Kretschmer.

  Posteriormente surge la  teoría psicodinámica de la personalidad de Sigmund Freud, 1856-1939, para él, la conducta de una individuo es la resulta de fuerzas psicológicas que operan dentro del sujeto y que por lo general se dan fuera de la conciencia (Morris y Maisto, 2005). Para Freud el hombre tiene tres estructuras, la primera  corresponde a lo que se ha llamado el ello, la única estructura que se descubre presente en el nacimiento y es totalmente inconsciente, se interesa en satisfacer los deseos del niño con el fin de evitar el dolor. La segunda estructura planteada por Freud (1967) es el yo, el que se encuentra entre lo consciente y lo preconsciente que busca compensar los deseos del ello en el mundo externo. La tercera estructura es cuando el individuo llega a la edad adulta no solo busca la satisfacción de deseos sino que comienza a entrar en juego el componente moral, lo cual se ha denominado súper yo, este cumple las veces de guardián moral, entonces tiene la función de vigilar al yo para conducirlo hacia las acciones morales socialmente aceptadas (Pervin & John, 1998). En consideración a lo precedentemente explicado, Freud plantea que la personalidad se desarrolla en la medida en que una persona logra satisfacer los deseos sexuales durante el curso de su vida, es decir, que la personalidad está determinada por la manera en que se aborda cada una de las etapas psicosexuales (Morris & Maisto, 2005). Esas etapas psicosexuales las clasificó en cinco y las experiencias en cada una de ellas revelan  un posible perfil de la personalidad. En el caso de la etapa oral, el niño obtiene placer a través de succionar el pecho de la madre y masticar los alimentos meses más tardes. (Davidoff, 1998). La subsiguiente fase es la  anal, en esta etapa el placer del niño está concentrado en el ano y lo experimenta a partir de la expulsión y retención de heces fecales. Etapa fálica: los niños empiezan a descubrir sus genitales, entonces se apegan mucho más al progenitor del sexo contrario mientras que experimentan sentimientos de rivalidad con el progenitor del mismo sexo. Etapa de latencia: en esta etapa el interés por el sexo disminuye y los niños pueden jugar con los otros niños del mismo sexo sin experimentar ninguna dificultad (Papalia & Wendkos, 1997). Por último está la  etapa genital, momento en el cual se despiertan los impulsos sexuales permitiendo que el adolescente satisfaga todos los deseos reprimidos durante la niñez, las personas que logran abordar satisfactoriamente esta etapa, desarrollan un muy buen sentido de responsabilidad y preocupación por los demás (Davidoff, 1998).

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