El Compromiso De La Intimidad

“EL COMPROMISO CON LA INTIMIDAD”

En cualquier proceso de psicoterapia, un paciente tendrá que revelar sus experiencias muy personales al terapeuta. Pero algo que no se tiene muy claro es que tanto debe revelar el psicólogo de sí mismo, ya que aunque la psicoterapia se convierte en una relación de intimidad y confianza, el hecho de que el terapeuta revelara ciertas problemáticas propias podría ser en algunos casos contraproducente. Por un lado el terapeuta puede hacerlo con la intención de aumentar la sensación de intimidad, entendimiento e incluso empatía en la relación terapéutica, o para ponerse como ejemplo de modelo conductual, por ejemplo: “yo tuve una experiencia similar a la tuya”. La efectividad de esta técnica dependerá no solo de cómo la maneje el terapeuta sino de la forma de ser del paciente y de cómo éste tome la experiencia revelada.

En lo personal yo pienso que el compartir con el paciente aspectos de uno mismo, se puede tomar como una respuesta espontánea y empática a lo que el paciente ha comunicado, compartiendo sus sentimientos o experiencias, y que puede servir para que el paciente se de cuenta que el terapeuta ha entendido su punto, y que tiene un interés auténtico en ayudarle a superar su problema. En otros casos podrían ser contraproducentes, si se tuvieran intenciones por ejemplo de impresionar al paciente, de tener el control, etc. Se dice que no es recomendable tampoco que el terapeuta haga intervenciones tratándose de problemas que enfrenta en la actualidad, ya que para el paciente podrían abrumar al paciente.

Otro de los aspectos que podrían ser favorables en este sentido, es el hecho de que el paciente, al conocer algunos aspectos personales de la vida del terapeuta, se da cuenta que también siente, que no por ser psicólogo o psiquiatra lo sabe todo, que también como el y como todas las personas enfrenta problemas que a veces le parecen imposibles de manejar pero que al final los ha resuelto favorablemente, y esto le puede servir como una motivación y forma de empatía.

Por lo tanto, es importante aprender a discernir en que casos sería adecuada una intervención de este tipo, ya que como sabemos no todos los pacientes funcionan de la misma manera, y hay para quienes una revelación del terapeuta podría representar hasta cierto punto un alivio y una pauta para mejorar la relación de confianza con el terapeuta, y otras personas lo podrían tomar como: “yo soy quien vine a terapia y ahora lo tengo que escuchar a el”. Es un arma de doble filo

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