El Cuerpo Nunca Miente
Enviado por areyes1 • 4 de Septiembre de 2013 • 1.352 Palabras (6 Páginas) • 401 Visitas
El Cuerpo Nunca Miente
Alice Miller
Al nacer, todos lo hacemos en el seno de una determinada cultura que debemos incorporar si queremos sobrevivir. Toda cultura es un mundo de significados compartidos cuyo principal vehículo es el lenguaje. Siendo el lenguaje lo que caracteriza al hombre como especie, es lógico que se constituya en su principal “instrumento” para poder transitar por la “realidad”.
Este “organizador psíquico” nos permite ir objetivando las experiencias. Experiencias, que al ser repetitivas nos posibilitan anticipar situaciones y por lo tanto, vivir más adaptados a un mundo en continuo cambio.
Cuando nos comunicamos con alguien y en la psicoterapia esto es básico, utilizamos tres tipos de canales o vías de comunicación:
1.- La comunicación Digital que está basada en la PALABRA, es auditiva y la utilizamos cuando enunciamos una palabra para nombrar algo, donde la palabra es un signo arbitrario y fruto de un acuerdo semántico (por ejemplo, todos nos hemos puesto de acuerdo en que determinado aparato es una TV o una radio).
2.- La comunicación Paraverbal que es todo lo que “acompaña” a lo que se dice: risa, llanto, intensidad, timbre y TONO DE VOZ.
3.- La comunicación No Verbal que está representada por el LENGUAJE CORPORAL. Corresponde a “todo lo que se hace pero no se dice” (gestos, mímica, postura, MIRADA O CONTACTO VISUAL)
Todos estos canales, no los utilizamos en la misma proporción. Múltiples estudios científicos sobre comunicación humana, han coincidido con pequeñas diferencias, en que el impacto y efecto de una determinada comunicación depende en un 55 % del lenguaje corporal (básicamente de la mirada), en un 38 % de la comunicación paraverbal (fundamentalmente el tono de la voz) y solo en un 7 % de la palabra.
En resumen: cuando nos comunicamos, solo el 7 % de esa comunicación depende de lo QUE DECIMOS (las palabras) y el 93 % depende de COMO LO DECIMOS (miradas y tonos de voz).
Muchos científicos consideran que la escisión evolutiva entre nosotros y nuestros parientes primates más próximos (gorilas, orangutanes y chimpancés), data de hace 5 millones de años (aunque entre nuestros genes y los suyos hay una diferencia de menos del 2 %).
Los modelos de comportamientos integrados para la planificación y creación de herramientas se desarrollaron hace al menos 2,5 millones de años, mientras que el “lenguaje avanzado” y las normas necesarias para la organización social datan de hace tan “solo” 30.000 o 40.000 años. Como se ve en estos datos, resulta que llevamos 5 millones de años separados de nuestros “primos” los chimpancés y solo sabemos hablar desde hace 40.00 años ¿ de qué os fiarías mas, del lenguaje verbal o del no verbal ?
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Como resulta obvio, la comunicación paraverbal y la no verbal es la más antigua en el tiempo puesto que nos ha ido acompañando en nuestra evolución como especie. Hasta que desarrollamos una determinada zona del cerebro en el hemisferio izquierdo, conocido como el área de Broca y logramos la posición erguida (bipedestación) que permitió la ubicación adecuada de las cuerdas vocales, no pudimos empezar a desarrolla la comunicación verbal.
Ese 93 % “no verbal” lo compartimos con los animales. Por eso, con estos datos, podemos comprender muy bien a esa persona que nos dice que su perro le “entiende tan bien, que solo le falta hablar”. Esto es literalmente cierto, porque su perro y él comparten el 93 % de los canales de comunicación.
Cualquiera puede comprobar, que a menos que se sepa chino es imposible entenderse con uno por teléfono (por ese canal, solo existe la palabra con su escaso 7 %). Sin embargo, si lo tenemos enfrente y queremos comer, basta con que nos llevemos la mano a la boca con gestos rítmicos, para que nos entienda inmediatamente. En este caso hemos puesto en marcha el poder de lo no verbal (93 %) con el signo universal de “tengo hambre”.
Otro ejemplo de comunicación lo tenemos al acercarnos a un bebe recién nacido, por lo tanto sin posibilidad de entendernos con la palabra (sin códigos verbales).
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