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El Discurso Televisivo Mexicano


Enviado por   •  22 de Noviembre de 2013  •  1.904 Palabras (8 Páginas)  •  344 Visitas

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EL DISCURSO TELEVISIVO MEXICANO

La adicción al poder

La postmodernidad hace que el mundo avance a pasos agigantados, eso podría suponerse viéndolo desde una perspectiva capitalista y claro está que desde la perspectiva del capitalista mayoritario, indudablemente la era que se vive ahora brinda mucho a los estudiosos y a los investigadores para problematizar qué es lo que transcurre en la posmodernidad, cómo han de interrelacionarse los distintos fenómenos que han aparecido con el paso del tiempo.

A medida que surgen diferentes fenómenos, todos ellos enmarcados por el lenguaje; la sociedad se encarga de hacerlos prevalecer y de valerse de ellos, a la vez que estos se valen de la sociedad para su existencia, ya que como se propone con varios autores, la existencia de una entidad siempre se dará gracias al reconocimiento de otro, de acuerdo con el teórico Emile Benveniste no hay un yo sin un tú y mucho menos un él. (Benveniste, 2001)

De esta manera se han ido conformado variadas situaciones históricas de las cuales puede decirse mucho y las mismas pueden decirnos demasiado, situándose en el contexto mexicano; puede pensarse cómo el surgimiento de la televisión logró hacer una ruptura con la vida del mexicano hasta que esta se fusionó y se adaptó a éste acontecer, sin embargo dicha adaptación a traído consigo consecuencias catastróficas.

Fue ésta la propuesta de lacan alguna vez “El lenguaje en un don tan peligroso para la humanidad como el caballo lo fue para los troyanos: se nos ofrece para que hagamos uso de él sin cargo, pero una vez que lo aceptamos nos coloniza”. Lacan en (Zizek, 2008) así mismo, la televisión como el caballo de Troya, fue un ofrecimiento enmarcado por el lenguaje y una vez que esta fue aceptada, pasó a colonizar a los hombres.

Toda conquista y colonización está precedida por las palabras, y esta no fue la excepción, pues cada entidad posee una forma distinta de hablar, es necesario entonces entender cuál es la entidad que en la actualidad habla a través de la televisión, cómo y porqué es entendido de esa manera el mensaje que es trasmitido por gran parte de la sociedad.

Si ha de hablarse de lenguaje no pueden omitirse fácilmente las cuestiones del orden social, indudablemente deben atenderse entonces las jerarquías que la sociedad misma ha logrado establecer para su control; en México la política ha sido materia de estudio de muchos y materia de burla de pocos. Pero es ahí en los lugares de la política donde la fuerza superior del capitalismo empieza a regir pues es el poseedor del capital quien puede ser el amo y hacer con las leyes esclavo suyo al estado. Así mismo un amo debe saber vigilar aquello que es suyo, de manera tal que se vale de las leyes para lograr mantener observados inclusive controlados a aquellos sobre los cuales ejerce su poder, pues son estas las que se encargaran de justificar el castigo que se impartirá sobre aquél que sea capaz de romperlas. (Foucault, 2002) De esta manera, los puestos de poder se han encargado de aprisionar al sujeto en su propio hogar. Y es en los hogares también donde la televisión ha de desempeñar su labor, la de trasmitir un discurso, discurso mismo que se encargará, de mantener entretenida y cegada a una buena parte de la sociedad, y a otra gran parte de enseñarla como desear. Si bien decía el filósofo y psicoanalista Slavoj Zizek en su documental “the perverts guide to cinema”: “el cine nos enseña como desear”; la televisión no será la excepción.

La televisión es también una respuesta a una forma de control, pero uno que disfraza su vileza y violencia, pues un pueblo que parece ser complacido funciona mucho mejor, en la adicción al poder, los mandatarios han aprendido a sostener un cultura de pan y circo, una forma de complacer a los pueblos mientras estos son desangrados poco a poco.

Es por lo anterior que uno de los libros de cabecera que se deben de tener en la política es aquel escrito por Nicolás de Maquiavelo, “El príncipe”, libro en el cual se enseña cómo se ha de controlar a la sociedad donde se ejerce un poder, hay que ser príncipe lo suficientemente cruel para causar temor al pueblo pero no lo suficiente para ser odiado por todos. (Maquiavelo, 1513) esa es la idea que trata de plasmar el autor en sus libros, así mismo edifica con sus letras la idea de la que las estructuras de poder han de valerse de las leyes para controlar a las masas, En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven. (Maquiavelo, 1513)

Es de esta manera que la televisión se encarga de sostener una dinámica donde se le presentan héroes y villanos a placer al pueblo, así, puede un presidente intentar limpiar su nombre al atrapar al mayor enemigo de la educación Elba Esther Gordillo, la latinoamericana Laura Boso puede asirse como la liberadora de su género, los noticieros de las cadenas televisivas se encargan de postular a los manifestantes como delincuentes, y los tiranos y ejecutores de los mismos como los salvadores de la sociedad.

Para comprenderlo es necesario hacer un estudio de como los signos se van empalmando en una mitología. El semiólogo Roland Barthes en su libro “Mitologías” explica que por las propiedades del lenguaje hay signos que cargan un significado desde tiempos arcaicos de manera tal que los significantes y sus significados, tales como vil, ruin, bueno, santo, bello, indeseable, condescendiente, entre otros, van siendo empalmados sobre otros para pasar a ser significantes nuevos (Barthes, 1980). Es decir nuevos representantes de aquellos símbolos anteriores, de esa manera los gobernantes son tratados como héroes, los expresidentes como iniciadores

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