El Perdon

EL PERDON

Por: María Laura Manrique , María Camila Triana1.

En donde sea que nos encontremos existirán personas a nuestro alrededor que con sus acciones nos dañarán, por ello es importante el saber perdonar, el problema está en responder esta pregunta ¿Somos capaces de perdonar a alguien que nos hizo daño? El perdón, ciertamente, no nace en el hombre de manera espontánea y natural. Perdonar sinceramente en ocasiones puede resultar casi imposible. Aquellos que no tienen nada, que lo han perdido todo, los explotados o maltratados y todo aquel que haya sido víctima de la violencia no pueden dejar de sentir odio y venganza. La experiencia del perdón, aunque llena de dificultades, puede ser tomada también por un corazón herido, gracias al poder de borrar el daño o simplemente de no dejarlo siempre en el presente como el peor de los recuerdos. La inmensa dificultad de poder aceptar unas disculpas, muchas veces pensamos que no es lo mejor pero para sanar las más grandes heridas a veces lo único que nos puede llegar de valentía es escuchar un arrepentimiento o un perdón del victimario el cual sabemos que en su interior para sentirse más sano y libre es simplemente saber que ha cometido un gran error donde el mayor afectado no fue el mismo.

Perdonar no es lo mismo que justificar, excusar u olvidar. Perdonar no es lo mismo que reconciliarse. La reconciliación exige que dos personas que se respetan mutuamente, se reúnan de nuevo. El perdón es la respuesta moral de una persona a la injusticia que otra ha cometido contra ella. Uno puede perdonar y sin embargo no reconciliarse, como en el caso de una esposa continuamente maltratada por su esposo (en casos de injusticia). El perdón permite liberarse de todo lo soportado para seguir adelante.

El perdón opera un cambio de corazón. Debemos ponerle fin al ciclo del dolor por nuestro propio bien y por las bien de futuras generaciones. Es un regalo que debemos llamar como tolerancia donde podemos demostrar que siendo personas integras tolerantes y que queremos seguir adelante muchas veces es tomando el camino del perdón.

Algo que sólo nosotros mismos podemos hacer...Paradójicamente, al ofrecer nuestra buena voluntad encontramos el poder para sentirnos sin rencores Perdonar es la experiencia de paz y comprensión que se siente en el presente. Se perdona al confrontar las reglas rígidas que uno(a) ha trazado para el comportamiento de los demás, y al enfocar la atención en las cosas buenas de la vida, no en las malas. Perdonar no significa olvidar o negar las cosas dolorosas ocurridas. Perdonar es la poderosa afirmación de que las cosas malas no arruinarán nuestro presente, aun cuando hayan arruinado nuestro pasado.

Debemos tener en cuenta que el perdonar no borra el mal hecho, no quita la responsabilidad al ofensor por el daño ni niega el derecho a hacer justicia a la persona que ha sido herida. Tampoco le quita la responsabilidad

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