EL PERDON
Enviado por SPIKED • 18 de Septiembre de 2012 • 2.516 Palabras (11 Páginas) • 328 Visitas
El perdon
Objetivo del programa: Mostrar que Dios nos ama y perdona, y que debemos acudir a El en la condición que nos encontramos.
Planes para el programa: Hacer 8 carteles lo más lindos posibles, (puede ser con papel dorado) que digan "Perdón". Los 8 deben ser iguales en tamaño, tipo de letras y color.
Hacer una escenografía como se sugiere a continuación.
La cruz es conveniente que sea de tamaño tal que el travesaño
Horizontal esté al alcance de la mano de los que actúan.
Detrás de las nubes poner una luz. A los pies de la cruz vestiduras blancas. Pueden ser las túnicas de bautismo.
Introducción y desarrollo
El terna de esta reunión es el perdón divino. Saber qué condi-ciones pone Dios para perdonarnos es básico, ya que no entrare-mos al cielo si no están perdonados nuestros pecados.
Recordemos la historia de aquellos soldados japoneses que es-taban en una isla en territorio enemigo cuando cesó la guerra y se declaró la amnistía. No sabían que el enemigo !os había perdona-do, y se escondían en lugares inhóspitos, viviendo en forma muy primitiva, porque temían ser descubiertos.
El perdón existía, sólo que ellos no hacían uso de él, y mientras no hacían uso de él, tampoco disfrutaban de él. Sus propias acciones y actitudes no tenían nada que ver con la provisión de la amnistía, sino que, decididamente, tenían que ver con el hecho de experimentarla en sus vidas.
Del mismo modo, el que creamos en el perdón de Dios no lo hace perdonar ni proveer una base para el perdón, simplemente nos capacita para experimentar lo que Dios ha provisto y anhela que aceptemos.
Cuando Cristo murió en la cruz, puso a nuestro alcance el perdón (señala la cruz de la escenografía); depende de nosotros si obtenemos ese perdón o no.
Dios desea perdonar a cualquier persona en cualquier parte, que viene a El.
Al llegar al final de este mensaje quiero preguntar: ¿Hay aquí hombres y mujeres que digan: "Hemos andado lejos de Dios, pero queremos andar en armonía con El; queremos el perdón de nuestros pecados, queremos ser rescatados del mal hacer y de la vida mala?" En la cruz de Cristo encontrarán perdón.
(Se acerca una joven a la cruz y habla con reverencia.)
Joven iracunda: Señor, ¿cómo se justificará el ser humano ante Dios?, ¿cómo se hará justo el pecador?
Voz: Solamente por intermedio de Cristo podemos ponernos en armonía con Dios y la santidad. (El camino a Cristo, pág. 21.)
J. iracunda: Pero. . . ¿cómo debernos ir a Cristo? Yo he pecado Señor, ¿qué debo hacer?
Voz: "Arrepentíos pues, y volveos a Dios; para que sean borrados vuestros pecados" (Hechos 3: 19).
J. iracunda: Señor, me arrepiento de no tener dominio propio. Tú sabes cuán fácilmente me irrito. Tengo poca paciencia con los que me rodean. A veces digo cosas hirientes y me enojo con mucha
facilidad; entonces, hablo lo que no debo y de la manera que no debo. Después de herir a los demás innecesariamente, me arrepiento, pero el daño ya está hecho.
Soy consciente que todos deben aguantar y sufrir mi mal genio.
Voz: "Mejor es vivir en un rincón de zaquizamí, que con la mujer rencillosa en espaciosa casa" (Proverbios 21: 9).
"Dolor es para el padre el hijo necio; y gotera continua las contiendas de la mujer" Proverbios 19: 13.
"El hombre perverso levanta contienda y el chismoso aparta los mejores amigos". Proverbios 16: 28.
"Mejor es el que tarde se aíra que e! fuerte, y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad" Proverbios 16: 32.
J. iracunda: Señor, ¿qué puedo hacer ahora?
Voz: "Panal de miel son los dichos suaves, suavidad al alma y medicina a los huesos" Proverbios 16: 24.
"inclina tu oído, y oye las palabras de los sabios y pon a tu corazón sabiduría, porque es cosa deleitable si las guardares en tus entrañas; y que juntamente sean ordenadas en tus labios, para que tu confianza sea en Jehová, te las he hecho saber hoy a tí también" Proverbios 22: 17-19.
J. iracunda: Ya veo que además de arrepentirme, debo corregirme. Me propongo decididamente conseguir dominar mi mal genio, solicito tu perdón por lo que hice hasta ahora y te ruego no permitas que vuelva a perder mi dominio propio.
Voz: "Yo deshice como a nube tus rebeliones y como a niebla tus pecados; tórnate a mí, porque yo te redimí" Isaías 44: 22.
J. iracunda: Ahora entiendo que tú me perdonas, por eso en este momento me apropio de tu perdón y tú me vistes con tu justicia. (roma el cartel que dice: "Perdón y que está puesto en la cruz y sale por la derecha.)
(Entra el siguiente joven en escena.)
Mentiroso: Señor, yo debo confesarte que muchas veces miento. Algunas veces porque quiero quedar bien, y otras porque lo creo necesario. Ayer, por ejemplo, mis amigos me invitaron para ir al cine y como volví a casa muy tarde, mis padres me preguntaron por qué llegaba a esa hora, entonces mentí diciéndoles queme que-dé estudiando en casa de Carlos.
Voz: "Sabroso es al hombre pan de mentira; mas después su boca será llena de cascajo" Proverbios 20: 17.
"Allegar tesoro con lengua de mentira es vanidad desatentada de aquellos que buscan la muerte" Proverbios 21: 6.
"El que anda con los sabios, sabio será; mas el que se allega a los necios, será quebrantado" Proverbios 13: 20.
Mentiroso: ¡Oh Señor! Me has mostrado que no debo mentir, pero también que debo elegir a mis amigos. Pero ¡me divierto tanto con ellos!
Voz: "Aún en la risa tendrá dolor el corazón, y el término de la alegría es congoja" Proverbios 14: 13.
Mentiroso: Tienes razón; después de estar con ellos me siento vacío; su compañía me produce una alegría momentánea, pero luego me queda el sabor amargo de haber desobedecido a mis padres y a Dios, y además el remordimiento por mentir para tapar mis errores. Mi vida así no puede seguir. Te pido perdón, Señor; acéptame como hijo tuyo.
Voz: "Bienaventurado aquel cuya trasgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no atribuye la iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño" Salmo 32: 1, 2.
Mentiroso: Gracias, Señor! Yo conozco que tú eres un Dios que ama la verdad y aborrece la mentira, pero que también me amas a mí. Tu sangre me limpia de todo pecado, de mis mentiras, de mi desobediencia, y me das una nueva oportunidad. Gracias. (Toma el cartel que dice "Perdón" y sale por la derecha.)
Impuro: Señor, tengo muchos
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