El Porvenir De Una Ilusión

El Porvenir de una Ilusión (1927) Freud, Sigmund.

I

¿Cómo que todo individuo es virtualmente un enemigo de la cultura? (6) ¿De dónde viene esta cualidad? Entiendo que precisamente a ese contenido latente se hayan establecido las ‘normas necesarias para regular los vínculos recíprocos entre los hombres’. Bien, esas normas son necesarias precisamente por el peligro que el individuo representa para la cultura, pero ¿por qué es así, el individuo? (6)

¿Imperfecciones de las formas desarrolladas de la cultura misma? ¿Existe entonces la posibilidad de una cultura que nos libre de estas dificultades? (6) ¿Cómo se presentaron o formaron esas tendencias destructivas – antisociales y anticulturales – en el hombre? (7)

Las normas culturales solo pueden conservarse mediante cierto grado de compulsión. (8) ¿Qué quiere decir con esto? Me parece que entonces Freud se coloca en una posición de defender la cultura esas tendencias destructivas. ¿Por qué defender la cultura o abogar por ella?

II

¿El núcleo de la hostilidad a la cultura viene del estado animal primordial de no sabemos cuántos milenios atrás? (10) Deseos pulsionales que nacen de nuevo con cada niño: el incesto, el canibalismo y el gusto de matar. (10) Supuestamente esta sería la respuesta a una pregunta que últimamente me da muchas vueltas en la cabeza, pero tal respuesta no me convence del todo. (La pregunta, en forma muy simple es ¿de dónde viene la maldad del hombre y esa tendencia destructiva contra la cultura y los otros?) Y está precisamente relacionada con algunas preguntas de la sección anterior.

III

El panorama se me aclara un poco más, la hostilidad contra la cultura es debida a la renuncia pulsional que el sujeto hace ante la presión de ella. Aún así queda la cuestión de esto ‘pulsional’ que parece ser, nuevamente, destructor y antisocial. (15)

Parece que no estaba tan equivocado al creer que aquellos que tienen un dios es debido a lo absurdo e impredecible de la vida, al no saber que pasará, a la incertidumbre de la misma. Freud nos dice que tal añoranza del padre, y de dios tiene una triple función: desterrar los terrores de la naturaleza, reconciliar con la crueldad del destino (principalmente como se muestra en la muerte) y resarcir por las penas y privaciones que la convivencia cultural impone al hombre. Creo que esto se ve claramente en las ideas de una vida posterior, en el más allá. (18)

En este momento pienso en el absurdo origen de los dioses, según como lo plantea Freud, y los eventos horribles de los que hemos sabido a lo largo de la historia sólo por defenderlos, imponerlos o hacer su voluntad.

IV

Ah, pero Freud ha intentado demostrar que las representaciones religiosas provienen de la misma necesidad que los otros logros de la cultura: preservarse ante el poder hipertrófico y aplastante de la naturaleza; más el esfuerzo por corregir las imperfecciones de la cultura, penosamente sentidas. (21)

V

‘¿En dónde radica la fuerza interna de esas doctrinas, a qué circunstancias deben su eficacia independiente de la aceptación racional?’ (29)

VI

‘Así como nadie está obligado a creer, nadie lo está

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