El Psicoanálisis En Un Servicio De Neonatología Andrea Botas
Enviado por 00dan8400 • 21 de Mayo de 2014 • 1.649 Palabras (7 Páginas) • 318 Visitas
El Psicoanálisis en un servicio de Neonatología Andrea Botas
La neonatología en la actualidad permite llevar a cabo diferentes intervenciones en el recién nacido, incluso previas al nacimiento. Estos avances generan nuevas problemáticas que en ocasiones parecieran sobrepasar los límites de lo representable. Es en esta situación inédita donde el psicoanálisis puede favorecer a pensar lo nuevo. Operando a partir del sujeto tomado como excepción.
Se desarrollará una articulación teórico-práctica a partir de viñetas clínicas extraídas de un servicio de neonatología.
Me interesa compartir con ustedes mi labor en un servicio de neonatología perteneciente a una clínica de la ciudad de Junín.
En la actualidad, la medicina puede realizar ciertas intervenciones en el cuerpo –antes del nacimiento o en los primeros momentos de la vida- que introducen en la realidad problemas hasta ahora inéditos. Algunos de ellos parecen sobrepasar los límites de lo representable. Por este motivo, el psicoanálisis puede ser convocado con urgencia y si puede ayudar en algo es a pensar lo nuevo.
El psicoanálisis se orienta en un punto opuesto al de los avances técnicos producidos por la medicina: frente al universal que propone la medicina, el psicoanálisis opera a partir del sujeto tomado como excepción.
Frente al problema del niño prematuro y enfermo, que necesita cuidados intensivos al nacer (asistencia respiratoria, tratamiento analgésico, etc.), el psicoanálisis puede servir de ayuda para ubicar, caso por caso, el acto mediante el cual el sujeto en tales situaciones extremas realiza su asunción.
Sería preciso discutir el problema que se presenta cuando se diagnostican malformaciones por ultrasonido o descubiertas en el momento del nacimiento y sus posibilidades de intervención quirúrgica. Malformaciones faciales o malformaciones urinarias o ano-rectales, y de sus repercusiones (del lat. repercutere: cambiar de dirección un cuerpo al chocar con otro) sobre el devenir del sujeto.
Primer viñeta clínica: un bebé prematuro que luego de serias complicaciones que incluyen sangrados recurrentes que no se pueden controlar, se plantea como una posible solución la amputación de una mano. El servicio pide el consentimiento a los padres y uno de los médicos demanda trabajar con ellos sobre este tema. Durante las entrevistas la angustia aparece no sin algunas preguntas."Es tan chiquita, está enterita, ¿y nosotros le vamos a hacer esto?"."Sabemos que es para que se mejore pero, ¿y si le cortamos la manito y no alcanza?" "¿Hasta dónde?" "¿y si se necesita seguir cortando?". A los días se evalúa la posibilidad de reiterar el procedimiento anterior. Seguido a esto, días más tarde fallece.
Desde el discurso médico el cuerpo humano es el organismo viviente; aquello que es mensurable y cuantificable. Con los aportes del discurso psicoanalítico, el cuerpo es un concepto que incluye tres registros. No se restringe a su imagen especular -registro imaginario- sino que intenta dilucidar su articulación simbólica en tanto cuerpo afectado por el lenguaje y su vertiente real, al tratarse de una superficie con zonas erógenas que señalan un recorrido pulsional. Es un cuerpo que goza y que adviene a condición de que se efectúen una serie de operaciones. Hay una ruptura epistemológica entre el "cuerpo que somos y el cuerpo que tenemos".El sujeto tiene una relación de tener con el cuerpo.
El cuerpo en su vertiente imaginaria aparece como una imagen unificante: ¿De qué modo puede incidir en el cuerpo la fragmentación de esta unidad realizada por una operación quirúrgica?
J. Lacan ubica la angustia como "miedo de nuestro cuerpo". Es precisamente algo que irrumpe en el cuerpo. Los semiólogos han estudiado que en los dibujos animados las modificaciones del cuerpo (aplastamientos, rupturas, fraccionamiento) producen risas y no horror. Descubren que esto se debe a que no hay ni derramamiento de sangre ni imagen del interior del cuerpo y sus vísceras. Es algo enmarcado con una inmediata restitución al estado anterior. La conclusión es que siempre se mantiene la unidad de las imágenes aún cuando hay fragmentación en pequeñas partes. Sostengo la necesidad de seguir investigando aquello que en el actuar médico fractura (¿mutila?) o mantiene esa unidad (¿amputa?); unidad que evita el horror y la angustia.
En el artículo "Dilemas de la terapia intensiva. Los médicos y la muerte" , el Dr. Carlos G. del Bosco dice lo siguiente: "me refiero a situaciones en las que enfermos que están obviamente más allá de cualquier posibilidad de curación, son o persisten internados en estas salas, sometidos a procedimientos dolorosos, en soledad, intubados o traqueostomizados, con su sueño interrumpido y su privacidad violentada. Todo esto, sólo para morir pocos días después, luego de una agonía que creo no ha sido todavía reconocida en toda su crueldad por la cultura médica y por la sociedad en general….Oscuras motivaciones impulsan a generar una grotesca simulación del arte de curar. Estas patéticas equivocaciones, repetidas incesantemente como parte de un ritual, hacen que no podamos preguntarnos
...