El Ser Lider

EL SER LIDER

De los buenos líderes, la gente no nota su existencia.

A los no tan buenos, la gente les honrará y alabará.

A los mediocres, les temerán y a los peores les odiarán.

Cuando se haya completado el trabajo

de los mejores líderes, la gente dirá: «lo hemos hecho nosotros»

Lao-Tsé

Inicio con esta reflexión retomando: “…de los mejores líderes, la gente dirá: «lo hemos hecho nosotros”, frase creada hace 500 años a.C, en una cultura oriental que a veces parece inalcanzable para los occidentales que nos iniciamos en el cambio de estructuras mentales, para ampliar nuestra visión y concepto en este caso de un líder.

Dentro de la cultura occidental en específico dentro de este país el ser líder es símbolo de poder, de dinero, de alienación, un concepto que nos ha llevado a diversos problemas sociales como: la corrupción, el influyentísimo, el racismo, la segregación etc. En la educación nos ha traído consecuencias como una burocracia excesiva, enfrascado básicamente en un papel administrativo, “un líder” el cual trata de cumplir con documentos en tiempo y forma, y deja en segundo plano el proceso de enseñanza aprendizaje, el estudiantado y los actores que en ello convergen.

En este sentido parafraseando a Davis (1992) en su Retrato Robot sobre los directores escolares, en donde menciona que los directores pasan de una situación problemática a otra disponiendo de tiempo mínimo para ocuparse de esas situaciones, el trabajo se convierte en una serie vertiginosa de situaciones que rara vez tienen que ver con el proceso de E-A.

Considero que todas estas características con las cuales me he enfrentado a lo largo de mi experiencia no sólo laboral, sino también formativa, nos encontramos aprendiendo dichas conductas y ejecutando acciones en consecuencia de ese actuar, nos acostumbramos a tener lideres burocráticos los cuales ejerzan la dominación por medio de un cuadro administrativo burocrático, en donde su autoridad real se encuentra basada en “competencias legales”.

El ser líder no significa solamente hablar fuerte o siempre andar sonriente, significa que puedes ayudar a las personas a empoderarse, a incrementar su autoconfianza, a que descubran el potencial que hay en cada una de ellas y las inspire lo suficiente para que tomen acción en pos de sus sueños.

Cabe destacar que yo he tenido la fortuna de toparme con líderes transformadores, líderes humanos que se convirtieron en guías, maestros que lograban con cada una de sus clases transmitir su visión del mundo que los rodeaba, impulsado la creación de equipos para la construcción de saberes, influyendo de manera positiva y no autoritaria el trabajo o quizá la concepción del mundo como lo miraba hasta ese momento.

Y es así que el ser líder es actualmente hablar de un “nuevo liderazgo” : el transformacional, un liderazgo carismático, visionario, transformativo, más flexible e inclusivo, comunitario y democrático.

El que en lugar de acentuar la dimensión de influencia

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